lunes, febrero 10, 2014

Walsh y Rozenmacher (1)

En los diarios de Rodolfo Walsh, Ese hombre y otros papeles personales (De la Flor, 2007 / Edición preparada por Daniel Link), hay dos menciones de Germán Rozenmacher. La primera de ellas aparece en una entrada del diario de 1970 en la que Walsh cuenta sus vicisitudes como redactor en la revista Siete días. Justamente en esa redacción se cruza con Rozenmacher, quien había cobrado notoriedad por una entrevista realizada a un comisario uruguayo (de apellido Otero, apodado "el cazador de tupamaros"). La narración del encuentro y el estilo de Walsh tienen su encanto: describe al otro con tres adjetivos, presupone que el otro se intranquiliza ante su presencia, ambos se espejan en una búsqueda literaria y política. Va, entonces, la primera mención de Rozenmacher en los diarios de Walsh.

Jueves 4 de febrero, 70

[Walsh escribe sobre la redacción de la revista Siete días durante 1970]
[...]

Después aparece Germán [Rozenmacher]. Tostado, deportivo, más delgado.
—Así que estás ayudando a los tupamaros.
Sonríe.
—Pobre tipo. Ahora van a poner a uno peor.
Germán, con una sola nota, hizo saltar a Otero, el perseguidor de tupamaros1.
—Un personaje de Graham Greene —le digo.
Quiere hablar conmigo, hoy no porque tiene que terminar un trabajo. La cara le vacila, menciona la palabra "política", parece que quisiera sincerarse. Con Tito, Somigliana y Talesnik están escribiendo una obra de teatro sobre el peronismo2. Al principio pensaron en sketches separados, pero después la obra adquirió continuidad, integridad. Él escribió una parte en que un comisario peronista le dice a un militante peronista antes de torturarlo: "Vos sos peronista, yo también soy peronista. Vos tenés una carta de Perón, yo tengo otra carta de Perón. Vas a morir por zonzo", y le da a la picana.
Mi presencia tal vez intranquiliza a Germán. Hago lo posible por tranquilizarlo. Le digo que yo también tengo un cuento empezado, que se llama "El Hombre", donde digo cosas como ésas. Pero que no me decido a terminarlo, publicarlo. Entonces se anima:
–Esas cosas hay que empezar a decirlas —dictamina.
Firpo también está entristecido por el fin de Otero. Un buen tipo, dice.
Otero es un torturador, me ha dicho Gutiérrez, que es uruguayo.
La gente está llena de buena conciencia. Yo mismo estoy lleno de buena conciencia y propósitos de dignidad. Ya no sé ni emborracharme con alegría.
1 Se refiere a la nota "El cazador de Tupamaros" firmada por Germán Rozenmacher en Siete días, 3: 140 (Buenos Aires: 12 al 18 de enero de 1970). / Recopilada en Obras completas de Rozenmacher (BN-Jorge Álvarez, 2013).
2 Esa obra es El avión negro, escrita en colaboración por Rozenmacher, Roberto Cossa, Carlos Somigliana y Roberto Talesnik.

Fuente: Walsh, Rodolfo (2007): Ese hombre y otros papeles personales, Buenos Aires, Colihue, pp. 181-182.

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