¿Qué tienen en común una aldea acechada por monstruos, un niño que ve fantasmas, una familia invadida por extraterrestres y un hombre con poderes sobrehumanos? Pensemos... pensemos... ¡Ya sé! ¡Un guionista desquiciado y un director “efectista”! Y esos dos en realidad son una sola persona, M. Night Shyamalan (¿cuántas veces tendré que volver a leer el apellido para poder escribirlo bien de un tirón?), como ya antes dije director y guionista de: Sexto sentido (Sixth sense), El protegido (The unbreakable), Señales (Signs) y La aldea (The village). Voy a ser sincero, no es un director aclamado por la crítica, pero a mí me gustaron sus películas a pesar del “efectismo” del cual se las acusa y me pareció interesante señalar algunas cuestiones sobre ellas y sobre él. A continuación, algunas cosas que me gustan de ellas (podría ser el nombre de la nueva película de Hugh Grant).
1. Me gusta que aparezca, al mejor estilo Hitchcock, en sus películas. Hagan el intento de buscarlo, es un hombre moreno, flaquito, con rasgos indios. Ejemplo: es el médico en Sexto sentido; es el que mató a la esposa de Mel Gibson en Señales; es una especie de guardabosques en La aldea; y (según http://www.imdb.com/) es un vendedor de drogas en El protegido.
2. Me gusta que uno de sus actores-fetiche sea Joaquin Phoenix. Este muchacho es un gran actor, es cómico, es expresivo y, sin ningún tipo de fundamentación teórica (¿es necesaria?), me gusta cómo actúa. Además en su co-protagonismo con Mel Gibson, la rompe. Anotación: no olvidar la escena de Señales en la que él y los nenes tiene un sombrero de papel metálico para que los aliens no les lean la mente, realmente desopilante.
3. Es innegable que las películas de Shyamalan causan suspenso. Si como dicen muchos críticos, son efectistas, unos de sus pretendidos efectos es causar suspenso. Los extraterrestres y los monstruos sumados a espacios tan cerrados como pueden ser una casa en medio del campo y una aldea aislada, cumplen con la intriga y la dosis de misterio necesaria para mantener atento al espectador.
4. Las ideas de las cuatro películas son realmente in-cre-í-bles. Ejemplo: El protegido. Un hombre que descubre que tiene poderes sobrehumanos a partir de un tipo que es fanático de los cómics y que tiene una enfermedad por la cual su esqueleto es tan frágil que se rompe de nada. La oposición entre la fuerza bruta y la poca inteligencia del superhéroe y la inteligencia maligna, creativa y el cuerpo débil del villano es grandiosa (sí, ya sé que a lo mejor no es nada nuevo, pero en la película está excelentemente exagerada por la condición de Samuel Jackson). La responsabilidad del superhéroe, la necesidad mutua entre héroe y villano, los planes macabros del villano, etc.
5. Los finales sorpresa se sostienen. Voy a admitir que ya es hora de que cambie de táctica porque en La aldea ya no sorprendía tanto, porque uno se esperaba que nada fuera lo que parecía. Sin embargo, ¿puede negarse que “el final de Sexto sentido” se convirtió en casi una leyenda de las películas de entrecasa?
6. Me gusta su creatividad a la hora de hacer algunas escenas. En Señales, cuando están en el sótano se les cae la linterna al suelo y la escena está tomada desde el bamboleo de la luz de la linterna y lo iluminado es lo que alcanza el haz de luz. Eso es una escena creativa.
No me voy a extender más, M. Night Shyamalan, en mi opinión es un gran director. Las ideas de sus películas son excelentes aunque a veces parecen no estar bien trasladadas a la pantalla. A pesar de eso, recomiendo fervientemente sus películas y un sillón para clavar las uñas cuando el extraterrestre de Señales aparezca caminando o cuando un fantasma se le crucé al nene de Sexto sentido o peor, cuando un monstruo con garras y capucha intente asesinar en pleno bosque a una aldeana ciega en La aldea.
la aldea me dio miedo. esbuena.
ResponderBorrarSí, yo después de Señales andaba mirando hacia los rincones oscuros de la entrada demi casa...
ResponderBorrarbueno, a mí no me gustó ninguna de esas películas, pero ignorad mi comentario porque tengo menos cine que un ciego. saludos!
ResponderBorrarmiento, miento. la aldea sí que me gustó, aunque sospecho que está inspirada (en caso contrario, vilmente choreada) de una novela que leí en mi infancia: un agujero en la alambrada, de françois sautereau. lo editaba aquella maravilla de colección, el barco de vapor.
ResponderBorrarChe, desde mi humilde lugar hermenéutico, quería felicitarlos por el Blog. Realmente muy pilas. Besitos.
ResponderBorrarGracias, Ev.
ResponderBorrarGracias Manti por comentar...(tarea para el hogar: leer la novela que nombraste).
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