El maquinista es una película regular (¡le doy tres quintines!). La trama es rebuscada (o ¿re-buscada?) y efectista y copia los ya típicos recursos "locos", al estilo: "personaje-que-aparece-pero-no-existe" (véase Una mente brillante, El club de la pelea, Identidades, etc.) y "final-no-esperado-que-me-sorprende" (véase Sexto sentido, Los otros, etc.) Digo, si alguna vez están en sus respectivos video-clubes y les llama la atención esta película, tengan en cuenta que se van a encontrar con un refrito de otras películas que por lejos le pasan el trapo.
Ahora bien hay algo que se puede rescatar de esta película: el estado físico que logró Christian Bale para hacer a Trevor Reznik. Aparte de que me parece un buen actor (¿cómo olvidar al yuppie asesino de Psicópata americano?), el personaje que hace en la peli parece salido de un campo de concentración. Esta película vale solamente por el hecho de ver a Christian Bale famélico: las costillas pegadas a la piel, sobresaliendo asquerosamente; el vientre contraído; la cara chupada; las cuencas de los ojos hundidas, absorbiendo la mirada. Lástima que Bale no haya usado su resistencia física para hacer una película decente.
Yo la vi, no es TAN mala. Logra el efecto de ser una película onírica sobre alguien que no duerme.
ResponderBorrarDe todas formas, sí, está plagada de lugares comunes. Pero yo la verdad es que no se que más que eso le pueden pedir al cine.
Es un actoraso ese muchacho
ResponderBorrar