lunes, marzo 27, 2006

Panorama del 21º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata

por Pablo Croci.

Les dejo aquí un grupo de breves reseñas de lo que alcance a ver en el 21º Festival Internacional de Mar del Plata, del que, por un lado, se dijo se había acercado a los contenidos del BAFICI, pero que por otro lado mostró apenas dos o tres películas de alto calibre, y que además, no fueron premiadas. Presentó un cuestionable Astor de Oro a Noticias Lejanas del mexicano Ricardo Benet, película que ganó bajo el criterio de seleccionar un film latinoamericano, dejando atrás una obra de gran nivel como la del director alemán Werner Herzog. Como suele suceder, lo más interesante del Festival estuvo por fuera de la Competencia Oficial.

Competencia Oficial

The wild blue yonder (La salvaje y azul lejanía) Werner Herzog.
Alemania, Reino Unido, Francia. 2005, 81 min.

El último film del experimentado director alemán Werner Herzog vuelve a revelarnos su lucidez reflexiva y la capacidad incansable de experimentación, aunque ahora en un relato dentro del género de la ciencia ficción. Sin Klaus Kinski, pero con un Brad Dourif al modo de aquel viejo anfitrión del barco que desembocaría en el giro hacia la Primera Guerra Mundial en Y la nave va… de Fellini, Herzog nos narra un truncado viaje hacia el futuro a partir de imágenes de archivo de la NASA y con un narrador extraterrestre, que de extraterrestre, solo tiene los rasgos de un viejo profesor de antropología. Con un insistente y eficaz tono irónico el director alemán hecha mano al género de la ciencia ficción, para reflexionar y poner en ridículo al destino que nuestro científicos y la maquinaria evolutiva encamina al planeta. Así el director cuestiona desde la lentitud de las imágenes, desde un planeta extraterrestre aún más destrozado que nuestro postmodernismo globalizado; y un laberíntico e infinito mar azul, el perpetuo concepto de progreso. Invertimos millones de dólares para alcanzar algún planeta extraterrestre, aunque estamos a millones de años luz de lograrlo, y a millones de años luz de pensar el presente ecológico de nuestro planeta.
A diferencia del resto de los films de la competencia oficial, es la única película que establece un logrado equilibrio entre el contenido y la forma, lo cual sabemos, es muy poco festivalero como para ser premiado. A comparación del resto, un film de primer nivel, que pagó a la hora de los premios, el precio de su propia condición.

Cinema, aspirinas e urubus (Cine, aspirinas y buitres) Marcelo Gomes.
Brasil, 2005. 99 min.

El cuarto film del director brasilero nos narra el entrañable origen de una amistad en el árido nordeste brasilero, entre un alemán (Johann) que le escapa a la Segunda Guerra Mundial y un brasilero que le escapa a la sequía (Ranulpho). Con el objetivo de vender y difundir mediante publicidades cinematográficas un nuevo remedio (las hoy en día populares aspirinas) se sumergen en las dificultades de las aridez brasilera y el encuentro entre dos culturas, con lenguajes y códigos opuestos. Así, y mediante la creación de un constante contraste de luz quemada de fondo, como declaró el director luego de la función de prensa, la película nos hace reflexionar sobre el pasado vivido por nuestros abuelos, la constitución mixta de nuestra identidad y las corrientes inmigratorias y migratorias entre el nuevo y el viejo continente.
Aunque sin demasiados riesgos formales pero logrando una de las más hermosas químicas entre dos actores de los últimos tiempos, el film de Gomes estaba también entre las favoritas para el Astor de Oro. Finalmente ganó el premio al mejor film de Iberoamérica, pero no conquistó el premio al mejor actor que el poco experimentado Joao Miguel merecía mucho más que el repetitivo William H. Macy.


Café Transit (Border café) Kambozia Partovi
Irán, Francia. 104 min.

Reyhan es una viuda iraní que debe enfrentar los golpes de la tradición y la religión en las fronteras del país de Oriente. Madre de dos hijas se ve obligada por la ley patriarcal a casarse con el hermano de su difunto marido. Oponiéndose y reabriendo un parador al costado de una ruta, que ofrece las mejores comidas de la zona, replantea cual es el lugar de la mujer en todo el mundo. Entonces, ese parador se transforma en una especie de micro mundo donde pensar el planeta globalizado, a partir de una alemana que también se refugia allí luego de recibir la misma opresión pero a lo largo de las rutas, viendo a las pequeñas hijas de Reyhan trabajando a la par que su madre y a numerosos camioneros o personajes locales, que a diferencia que su cuñado, respetan y valoran a la mujer. Pero, como la tradición parece ser aún en Irán (las mujeres todavía no pueden destapar sus cabellos incluso en las grandes ciudades) como las inquebrantables leyes de la tragedia griega, el film se torna desalentador hacia las posibilidades de transformación de la realidad femenina. Y es esa elección de evadir el final feliz, un acierto del director.
Con la mejor actuación de todo el festival a cargo de la actriz Fereshteh Sadr Orfani, y siendo el film políticamente más correcto y atrayente para el público, el premio de Mención Especial que recibió, nos deja otra vez un sabor amargo, gracias al Jurado.

Kamataki - Claude Gagnon
Canadá, 2005, 110 min.

Al igual que la mayoría de las películas que integró la sección de Competencia Oficial, el film de director Claude Gagnon que vivió en Asia durante años y fue de los pioneros en recibir premios en ese continente, nos narra una historia que prima sobre el contenido y no arriesga nada desde lo formal. Aunque, también al igual que las anteriores películas nombradas, nos introduce en el fascinante camino de iniciación y paso a la adultez de Ken, un jóven canadiense que pierde a su padre y las ganas de vivir. Entonces, viaja a Japón a conocer al tío Takuma, uno de los más famosos alfareros kamataki, y en donde se abre al aprendizaje del oficio, su iniciación sexual y los primeros pasos hacia la adultez.
Con una actuación muy lograda del maestro alfarero por parte de Tatsuya Fuji, y con las numerosas enseñanzas que revelan los secretos de la infinita sabiduría oriental (símbolos de llamada sexual, soledad ante el oficio, vacío para el aprendizaje), Gagnon nos ofreció un film de una profunda emoción y sinceridad, que claro, también estaba entre las favoritas de público y crítica, y no recibió ningún premio.


Out of competition

Los puntos altos del Festival estuvieron recorriendo las salas por fuera de los grandes premios. Dentro de Out of competition, se destacó la comedia del incansable director británico Michael Winterbottom A cock & bull Story con una adaptación de la obra maestra literaria The life and opinions of Tristan Shandy. Saltando entre el siglo XVIII y el siglo XXI, cuenta la historia de un hacendado inglés y, por otro lado, las desventuras de la realización de este film en la actualidad, con un tono crítico e irónico del star system, la industria y la convenciones del cine actual. El director inglés también ofreció una master class abierta por completo al público, que pronto será transcripta.
Dentro también de esta sección sobresalió el film del director americano Abel Ferrara, que también con estridente master class de por medio, mostró en el Festival Mary. Protagonizada con las logradas actuaciones de Juliette Binoche y Forest Whitaker, realiza un nuevo planteo sobre la fe cristiana en el mundo de hoy, oponiéndose radicalmente a La pasión de Cristo y con un ritmo devastador, contrastes de colores extraídos de la plástica y algunos planos excepcionales.
Por último, también dentro de esta sección se impuso la película del director alemán Marc Rothemund. “Sophie Scholl nombre de la única mujer que integró La Rosa Blanca, un grupo de estudiantes secundarios que intenta enfrentar a la maquinaria nazi, a través de panfletos contestarios en los pasillos de las facultades de la Munich de 1943. Pero tanto ella como su hermano son atrapados y el film será el firme relato de su proceso interrogatorio, y posterior enjuiciamiento. La película se ofrece como un exhaustivo registro de lo que será la defensa personal de Sophie, como una ventana hacia la defensa de los valores humanos y hacia la firmeza actoral de una actriz tan joven como deslumbrante; sobretodo en el extenso interrogatorio frente al enviado de la Gestapo.

Punto de vista

Dentro de esta sección la mayoría del público y crítica encontró uno de los films que más conmoción causó, y uno de los más comentados en las largas filas de todo el Festival. C.R.A.Z.Y tiene la virtud de, sin caer en demasiadas pretensiones, relatar la ambigüedad del amor y la búsqueda de la felicidad, de la mayoría de las familias de clase media americana. Además, este film del director francés Jean-Marc Vallée se estructura no solo como un film, sino que parece encerrar tres. El primero, influenciado desde el psicoanálisis, nos invita a conocer la historia de Zac, quién atraviesa los conflictos del pasaje a la adolescencia y adultez, con el descubrimiento de su verdadera sexualidad, enfrentada a la fuertes figuras de sus padres. Por otro lado, es también la historia de un padre que ama profundamente a sus hijos, y carga con los conflictos de criar a cinco varones, con las posibles identificaciones, contradicciones o rebeldías que hay en juego. Por último, también es una historia dentro del género musical. El amor del padre de Zac por la música es tan inmenso que todos los años canta la misma canción, e incluso los nombres de sus hijos provienen de ella. Y también, definiendo el vínculo entre ambos, Zac es un amante e interprete (y luego dj) de los grandes ídolos de la décadas de los 70`y 80`.
Finalmente, con una belleza enorme, un tono humorístico eficazmente administrado y respetando la forma de un clásico relato, nos hace reflexionar sobre las crucifixiones con las que cada uno carga dentro de su familia, los difíciles pasos hacia la adultez, la búsqueda de la libertad personal; y las posibles reconciliaciones con los padres.


Ventana documental y Caloi en su tinta

Dentro de la Ventana Documental se emitió la película del reconocido fotógrafo y director de videoclips David LaChapelle, llamada Rize. Documental que narra el origen de una danza callejera originada en el 1992 tras el asesinato de Rodney King y creada por Tommy, The Clown. Esta danza es la manifestación de la opresión, el lugar de comunicación y unión de los habitantes de las zonas más pobres de Los Ángeles. Este movimiento reúne la mezcla de danzas callejeras ya existentes, con lo más ancestral de las danzas africanas, y con el paso del tiempo la resignificación en una segunda danza, aún mas agresiva, llamada Krumping. Incluso, deviene en una gran competencia oficial y a la construcción de un arte excepcional, entre ambos bandos. Tratada con una emoción in crecendo la película informa y promueve, aunque cae por momentos, en un fetichismo de su propia virtud fotográfica.

Al igual que él BAFICI integró en su ultima edición la sección de animación, los marplatenses incorporaron la Miradas Animadas gracias al trabajo del equipo del experimentado programa Caloi en su tinta. Recopilando cortos y largos de animación ganadores del Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy (el Cannes de la animación) bajo once programas y que abarcaron desde 1960 hasta el 2005 y una multiplicidad de técnicas, fue una excelente oportunidad para contemplar un arte que casi no tiene lugar en los circuitos de exhibición de nuestro país, y por lo que pude ver en algunas ocasiones, supera en calidad a las producciones no animadas. De tan vasto territorio, pude ver el Programa 3, que encerraba el largo del surrealista director polaco Jan Svankmajer, con una transposición del clásico infantil “Alicia en el país de las maravillas” con el tono voraz y siniestro que caracteriza a su estilo.
También pude ver el Programa 9, donde anidaron las magistrales realizaciones del equipo de inglés de Nick Park y Peter Lord con Cats or Dogs? de Richard Goleszowski, junto a los también geniales cortos L’invantaire fantome de Franck Dion, Hello de Jonathan Nix, La révolution des crabes de Arthur de Pin, entre otros. Sin duda una sección, que debe permanecer en el tiempo, y contó además con la presencia de la directora de Annecy, Tiziana Loschi.

2 comentarios:

  1. A ver, a ver. Muy lindo panorama, muy serio lo suyo, pero olvidó reseñar la mejor película de todo le Fistival... GODZILLA: FINAL WAR... nada de simbolísmos baratos, largos silencios ni metáforas sobre el mito del ser. Acción pura y dira, explociones, robo a toda la ciencia-ficción cinematográfica, y humor pre mundial (la escena de la pelea entre Godzilla y los otros dos chobis que se parece a un partido de futbol la descoce). La sala estalló varias veces en aplausos, vivas y risas. Por lejos, la que convenció a todo el respetable y que a su vez, nunca que faltó el respeto. El único punto en contra es que si el espectador no tiene un mínimo de freak, la mitad de los mostros no los conoce y luego, no entiende todo el chiste.
    He dicho...
    Yo

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  2. Sí, querido amigo Dogo, tengo entendido que el film que usted reseña es genial, pero como no lo vi, no pude hablar de él, gracias por hacerlo.

    Seño, gracias por su comentario sobre la extensión de mi artículo. Igual le comento que mi hermana lo leyo y le encanto, asi que sus reglas generales sobre blogs, entran en duda para mi desde este instante.

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