Hace un tiempo, tal vez desde que comenzó, me vengo preguntando cuál es el valor de la columna dominguera que escribe Beatriz Sarlo en la Viva. Digamos: una intelectual académica en una revista masiva de interés general puede leerse como una cooptación de los grandes medios de comunicación o como una necesaria evolución del rol del intelectual que no debería/podría quedarse al margen de los medios. Volviendo a las crónicas de Sarlo, con su última defensa acérrima del latín como cultura común frente a Gran Hermano, lo único que puedo leer en sus producciones revisteriles es una defensa de la cultura "moderna" y en general, "alta" en detrimento de las producciones de la industria cultural (recuérdese su posición contraria al mundial, su actual posición frente a GH y demás; el otro día leía una crónica sobre la educación en la cual se leía una separación tajante entre la escuela y la vida cotidiana y un menosprecio por los adolescentes que hacen pensar en la vejez y en una posición altanera que deja mucho que desear).
Ahora bien navegando por la fascinante red de redes, me encontré con un artículo de Jorge Panesi publicado en la revista digital El interpretador en el año 2005. El artículo se titula "Hegemonía, excepciones y trivialidades en la crítica cultural argentina" y justamente se cuestiona esos tres nodos en "la relación entre la crítica literaria y el periodismo, las intervenciones de la crítica académica en la consideración de la cultura popular, y las ineluctables resonancias políticas que poseen estas intervenciones, llenas de malentendidos, de desgracias, de interminables litigios.". Bueno, a ver, no puedo ser demasiado objetivo con Panesi, para mí el artículo da en la nota y se sostiene aún dos años después (piénsese en la edición de un libro con obras de Soiza Reilly y en que Sarlo sigue con sus "crónicas" en la Viva). Tras este breve excurso por el artículo de Panesi, paso a citarlo y confieso que algunos de los cuestionamientos que me producen las columnas de nuestra "intelectual faro" coinciden con las palabras de Panesi:
Ahora bien navegando por la fascinante red de redes, me encontré con un artículo de Jorge Panesi publicado en la revista digital El interpretador en el año 2005. El artículo se titula "Hegemonía, excepciones y trivialidades en la crítica cultural argentina" y justamente se cuestiona esos tres nodos en "la relación entre la crítica literaria y el periodismo, las intervenciones de la crítica académica en la consideración de la cultura popular, y las ineluctables resonancias políticas que poseen estas intervenciones, llenas de malentendidos, de desgracias, de interminables litigios.". Bueno, a ver, no puedo ser demasiado objetivo con Panesi, para mí el artículo da en la nota y se sostiene aún dos años después (piénsese en la edición de un libro con obras de Soiza Reilly y en que Sarlo sigue con sus "crónicas" en la Viva). Tras este breve excurso por el artículo de Panesi, paso a citarlo y confieso que algunos de los cuestionamientos que me producen las columnas de nuestra "intelectual faro" coinciden con las palabras de Panesi:
"Quizá le esté pidiendo a Sarlo, o a la crítica literaria, demasiado: que sea capaz de introducir un subrepticio ruido, una disonancia imperceptible pero activa en los discursos apabullantes de la trivialidad. Pero admitiendo mi parti pris respecto de la crítica, ¿son estas las intenciones de Sarlo? ¿O poco importan las intenciones, si fuera cierto que el lenguaje y el dispositivo del medio siempre logran capturar el lenguaje y la óptica de cualquier discurso anómalo que contienen? Salvo que Sarlo (presentada como “escritora y ensayista”), o su “opinión” (puesto que su “opinión” es lo que nos promete el índice) concuerde con el modo de pensar de la revista."El artículo sigue analizando a Sarlo y recomiendo seguirlo antes de volver a leer cada domingo con los dientes apretados; con una mueca de desconfianza o con una sonrisa de aprobación los pensamientos, las escenas y el discurso de nuestra intelectual ¿crítica? Beatriz Sarlo envuelta en la marea de la revista Viva.
Yo crro que la clave en Sarlo está en éste artículo de Darío Capelli VER
ResponderBorrarEn él, Capelli alude de manera suave a lo que yo sostengo de modo un poco menos académico: Sarlo es totalmente ANTI POPULAR. Es una "snob". Y sí efectúa gestos de izquierda son los que "quedan bien".
En cuanto a la posibilidad de que los "intelectuales" trabajen para Clarín, creo que no hay que poner a la Revista Viva como un ejemplo de "canal" para llegar a las masas, o a los sectores populares. Esto es un error. El error favorito de los peronistas: postular como populares fenómenos de mercado sólo porque son masivos, así, decir que por ejemplo las comedias televisivas son reaccionarias, previsibles y estúpidas, es ser elitista y no comprender el goce que le aporta a las clases populares un entretenimiento previsible en su vida imprevisible y bla, bla, bla...
Mientras se sume en el desprecio las expresiones populares más combativas o antisistema, cuando no se las censura.
No es tan fácil, querido perro. Sarlo
ResponderBorrarha tenido desde épocas muy oscuras movimientos en la literatura y en la izquierda muy interesantes. No hace "lo que queda bien", sino no estaría en la Viva.
Salud!
Querida Espuma, es verdad que "no hace lo que queda bien" pero sus "crónicas" de la Viva no me parece que reflejen sus "movimientos en la literatura y en la izquierda muy interesantes", a lo mejor hasta los contradicen (aunque habría que ver cuán interesantes resultaron sus bruscos movimientos políticos).
ResponderBorrarEstimado Perro Negro, en parte coincido con vos, sobre todo en los gestos políticos que "quedan bien", esa oposición políticamente correcta. Gracias por el link al artículo de Capelli.
No, yo no dije que lo que hace en la Viva sea interesante. Simplemente que fue una mina con arrastre en épocas oscuras, y que es muy fácil ahora juzgar a Sarlo por lo de la Viva. Quizás podamos hacerlo, no lo sé. Pero sin duda no digamos que es una "snob" o que quiere quedar bien saliendo en la Viva... En todo caso buscará otra cosa. Para "snob" se quedaba en Puán.
ResponderBorrarSaludos!
Querida Espuma, coincido en que "snob" no es, a lo mejor un tanto elitista (y para elitista tambien le hacemos lugarcito en Puán).
ResponderBorrarPor otra parte, seguramente tendrá sus razones (¿económicas? ¿intelectuales? ¿entrarán en su "perspectiva para ver"?) para escribir en la Viva. Quedate tranquila que yo no dije que vos dijiste que sus columnas eran interesantes (aunque tal vez podrían resultarte interesantes) sino que me costaba ver la relación entre los que vos sí llamaste "movimientos... muy interesantes" en "épocas oscuras" con su quehacer literario actual. Tal vez no entendí a que te referías aunque si lo pienso detenidamente supongo que estarás halando de Punto de vista y sus reuniones con intelectuales durante la dictadura. Si fuera así pongamos que igualmente cuesta ver la relación Punto de vista-Viva o su sentido en la revista dominical.
Agrego que no veo lo malo de juzgar que sus columnas en la Viva no aportan demasiado, que son elitistas y pintorescas y que desmerecen un poco la figura de "intelectual" que venía esbozando desde esas épocas oscuras.
Por último, lo de "quedar bien" en mi acotación no se relacionaba con su participación en la revista sino con ciertos gestos de oposición políticamente correctos (como para repetirme) que viene amagando en su investidura de intelectual faro.
Saludos!