Leo "El pensamiento des-colonial, desprendimiento y apertura: un manifiesto" de Walter Mignolo, por demás estimulante, y me encuentro con esta crítica a Giorgio Agamben que me parece interesante para poner en discusión:
La transformación de vidas humanas en materia desechable, es algo más que la vida desnuda, la “bare life” que Giorgio Agamben descubrió en el Holocausto. Cugoano contribuyó a iniciar una crítica que hoy en día se reproduce, por ejemplo, en la “necropolítica” de Achille Mbembe, quien partiendo de la “bio-política” de Michel Foucault, la desplaza al espacio epistemológico de deslinde y apertura del pensamiento des-colonial. Las divisiones imperiales/nacionales sí quedan al desnudo cuando se las mira desde las consecuencias de la lógica de la colonialidad: peleas imperiales por la mercadería humana. Las reflexiones de Agamben son importantes, pero tardías, regionales y limitadas. Partir de los refugiados de la Segunda guerra mundial y del Holocausto, significa ignorar cuatrocientos años de historias de las cuales los refugiados y el Holocausto son unos momentos más en una larga cadena de desechabilidad de la vida humana y de violación de la dignidad (no solo de los derechos) humana. Este fue precisamente uno de los argumentos más fuertes de Cugoano, como veremos enseguida. La genealogía del pensamiento des-colonial es des-conocida en la genealogía del pensamiento Europeo. Así Agamben vuelve a Hannah Arendt, para el primer caso; a Heidegger en el segundo, pero por cierto ignora, desconoce o simplemente no toca su subjetividad, el pensamiento de Aimé Césaire, canónico en la genealogía del pensamiento imperial. En 1955, Césaire podía ver lo que quizás pocos (si algunos) pensadores europeos podían “ver”, tan desposeídos que estaban y están del archivo construido por la herida colonial. Observaba Césaire,
Yes, it would be worth wile to study clinically, in detail, the steps taken by Hitler and Hitlerism and to reveal to the very distinguished, very humanistic, very christian bourgeous of the twentieth century that without his being aware of it, he has a Hitler inside him, that Hitler inhabits him, that Hitler is his demon, that if he rails against him, he is being inconsistent and that, at bottom, what he cannot forgive Hitler for is not the crime in itself, the crime against man, it is not the humiliation of man as such, it is the crime against the white man, the humiliation of the white man, and the fact that he applied to Europe colonialist procedures which until then had bee reserved exclusively for the Arabas or Algeria, the “coolies”of India, and the “niggers” of Africa (pp.36).
Así, la “vida desnuda” que “descubrió” Agamben y que tanto entusiasmó a la mentalidad blanca de la Europa Occidental y de Estados Unidos, es tardíamente lo que indios y negros sabían desde el siglo XVI: que vidas de gente blanca sea desechable fue una novedad para Europa y Anglo-América. Esa novedad es también parte de la ceguera del “hombre blanco”, una ceguera en la que el descubrimiento de la desechabilidad de la vida humana permite ahora construir argumentos “críticos” basados en la humillación del hombre blanco. El pensamiento des-colonial, que también atiende a los horrores del Holocausto, los atiende de su gestación histórica en el siglo XVI en sus historias paralelas, en Europa, a la explotación de indios y negros en América y África, pero también a las poblaciones de Asia.
Muy interesante, no conocía al autor. La crítica a Agamben es, por un lado, necesaria y precisa, su teoría tiene limites muy marcados, incluso a veces más que la de Foucault; pero, a la vez, no hay que olvidar que a Giorgio le interesa la realidad de los campos por múltiples razones, y no la menos importante es la vinculada con la dimensión jurídico política del dispositivo y el estatuto que allí adquiere el homo sacer, aspecto que es mucho más débil, y a veces inexistente, en lo que se refiere a los genocidios coloniales (sólo el imperio español se preocupó por brindar alguna justificación para el saqueo).
ResponderBorrarTotalmente de acuerdo, amigo, Mignolo en una conferencia hace unos meses justamente señaló que la diferencia básica entre la vida descartable o desperdiciada (disposable) y la nuda vida es que son dos conceptos de diferente procedencia: en el caso del primero es netamente económico (se trataba del mercado de esclavos trasatlántico); mientras que en el segundo, hay un desplazamiento hacia el plano legal: http://criticalanimal.blogspot.com/2010/04/mignolo-on-bare-life.html
ResponderBorrarEn fin, me pareció interesante poner en juego la discusión sobre conceptos similares pero distintos. Abrazo!