martes, septiembre 28, 2010

Masacres

Se trata de investigar las fórmulas que se han utilizado en la Europa moderna para representar las masacres tanto narrándolas como a través de imágenes. [...]

Hemos encontrado tres fórmulas que generalmente se combinan y han entrado en colapso en el siglo XX.

En primer lugar, la cacería, donde la víctima es vista como un animal que es cazado por los victimarios. Esa es la primera que aparece, ya los antiguos la utilizaban y la palabra misma significa “gran matanza de animales” en el bajo latín. Traduce a su vez una expresión que se utilizaba para las grandes cacerías que es phonou pollou. Esta expresión se reactualiza en el siglo XVI a raíz de las masacres de las guerras de religión. Se utiliza por primera vez en 1540 en la Suiza francesa y después se convierte en una palabra universal con la “Masacre de San Bartolomé” que se traslada al inglés, al alemán y poco después al español.

¿Y las otras dos fórmulas restantes?

Una es el martirio de los inocentes, que se usa mucho hasta el siglo XX inclusive. La tercera es la del infierno, para la cual tiene que haber antes un proceso de desactivación del infierno como lugar de castigo, porque si no sería contradictorio para hablar de las víctimas. Esta desacralización tiene lugar en el siglo XVII, más que nada en Inglaterra, que es además donde se empieza a utilizar: por ejemplo, para las masacres de protestantes en Irlanda.

El primer cronista que se refiere a un infierno generado por los hombres, en dónde también dice, paradójicamente, que las víctimas no son culpables, la culpa es de los victimarios, es el padre de Las Casas en la Brevísima relación de la destrucción de Las Indias. [...]

¿Qué sucede en el siglo XX?

Como dije antes, colapsan las fórmulas de la representación. En el trascurso de la investigación hemos elaborado un gran panel de 15 metros con representaciones visuales. En la parte superior ubicamos las representaciones concretas y en la parte inferior los modelos. Por ejemplo, tenemos los grabados de De Bry arriba, y en la parte de abajo la manera en que se representaba el infierno en el Siglo XVI. Lo interesante es que cuando se llega a las representaciones de masacres en el Siglo XX, abajo no hay prácticamente nada. No hay modelo: se confirma esta crisis, este colapso.

Sin embargo, hay algo que despunta como una forma de representar la magnitud de las masacres del siglo XX, que es la silueta multiplicada. Se usa en el caso argentino, en el camboyano y en el ruandés. En el caso camboyano, son fotos de los detenidos, son decenas de miles, pero son siluetas porque la multiplicación hace que finalmente no se vea ninguna cara. En el caso ruandés es una silueta con un nombre.

Es interesante que la víctima de una masacre, que es una silueta siempre igual e inidentificable, aparezca en una extraordinaria Masacre de los santos inocentes que pinta Max Ernst en 1920.
La entrevista completa a José Emilio Burucúa (en la que también habla sobre la risa, los historiadores mediáticos, etc.) acá.

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