domingo, marzo 06, 2011

Otra historia (sobre De Alfonsín al menemato (1983-2001))


En el fabuloso mundo de la crítica literaria argentina, conviven, desde hace algunos años, dos proyectos que aspiran a realizar una historia crítica de la literatura argentina. Por un lado, tenemos la colección dirigida por Noé Jitrik, Historia crítica de la literatura argentina, publicada por Emecé: una serie de tomos que presentan una estructura sobria y homogénea compuesta por capítulos independientes sobre autores, movimientos, temáticas y géneros literarios de diversas épocas (la excepción son los tomos dedicados a figuras emblemáticas como el de Macedonio Fernández). Esta historia de la literatura tiene, en mi opinión, dos o tres problemas: le falta contextualización, le falta heterogeneidad, le sobra repetición. El corpus de la Historia crítica de Jitrik se vuelve aburrido porque está pensado para un ámbito demasiado académico, es decir, se trata de una seguidilla de papers o artículos que sostienen sus discursos en una monotonía poco soportable. Se nota falta de conexión entre un capítulo y otro, falta de cohesión en cada tomo y un trabajo crítico bastante limitado a la textualidad literaria.
En cambio, del otro lado del mapa crítico-literario, nos encontramos con el proyecto Literatura argentina siglo XX de David Viñas, proyecto inconcluso que había iniciado en 1989 (con el pomposo nombre de Historia social de la literatura argentina) y que retomaría a partir de 2006. Y ésta es otra historia. Baste como ejemplo el último tomo.
De Alfonsín al menemato (1983-2001) (Paradiso, 2010), libro compilado por Rocco Carbone y Ana Ojeda, se abre con una nutrida introducción socio-política que instala al lector en la época, que va desde la primavera democrática hasta la crisis de 2001, y en los textos que luego podremos leer. La constelación de subtítulos sugerentes (“Estallidos: de la democracia a la depresión”; “Califato: economía y política”, etc.) y de fragmentos textuales (que van desde discursos políticos hasta artículos de economía) van escandiendo la presentación del tomo (desde qué perspectiva leer, por qué una historia crítico-literaria), la contextualización del momento histórico (los ¿planes? económicos, las ruinas de la dictadura, la espectacularización de la política, la descomposición de la sociedad, etc.) y el primer vistazo de los temas que tratarán los diversos textos críticos del libro.
Esta historia de la literatura argentina le otorga, como el proyecto crítico del autor de Indios, ejército y frontera, un valor fundamental (pero no absoluto ni restrictivo) al contexto socio-político en el que se producen los textos literarios, en el que surgen los movimientos y las revistas culturales. Así, artículos como “Soldados, testigos y escritores” de María Pía López, sobre la guerra de Malvinas en Fogwill y Gamerro o “El presente del pasado” de Edgardo Berg, sobre la memoria en torno a la dictadura en Calveiro, Gusmán y Verbitsky, sostienen sus lecturas en el ir y venir del texto al contexto, pasando por las instituciones literarias y el campo intelectual. Esta lúcida y productiva inscripción de los textos en su contexto de producción da a De Alfonsín al menemato, al igual que en los demás tomos de la historia de la literatura argentina de Viñas, una cohesión particular que podría articularse en torno a diversos interrogantes que, algunos anticipados en la introducción, parecen gravitar por todos los textos: ¿qué hacer con el pasado?, ¿qué fuerzas ejerce el pasado en el presente?, ¿cómo pudo sobrevivir la literatura en los tiempos del neoliberalismo?, ¿qué textos producir, con qué características, desde qué posición?, etc.
Pero no es sólo la contextualización lo que hace que este proyecto crítico-literario sea más interesante que el de Jitrik, el otro rasgo es la heterogeneidad. En una primera instancia, está la heterogeneidad entre los diversos tipos de textos. Lo sabrán quienes hayan leído los anteriores tomos de Literatura argentina siglo XX, los libros están compuestos por artículos pero también por una introducción, una cronología (sobre los acontecimientos históricos y culturales de la época) y una bibliografía general. Más allá de éstos, no nos encontramos con una colección agobiante de artículos académicos; por el contrario, entre artículo y artículo, se intercalan textos de diversa índole en las secciones “Texto complementario”: manifiestos literarios; pequeños análisis de discursos políticos; fragmentos de notas periodísticas; informaciones o definiciones de términos relevantes para la época; letras de canciones; etc. (en De Alfonsín al menemato, van desde la letra de “Se viene el estallido” hasta una entrevista a Tomás Eloy Martínez, pasando por extractos de artículos de Viñas). Este coro de textos intenta (y logra) reponer la complejidad de, como diría Marc Angenot, el discurso social del momento histórico y así no limitar la historización a la literatura, rompiendo con la posible monotonía y el típico reduccionismo. Sin embargo, en una segunda instancia, la heterogeneidad del proyecto crítico de Viñas puede encontrarse en los tonos y los objetos de análisis de los diversos artículos y ensayos. Un recorrido de De Alfonsín al menemato, por ejemplo, puede ir del tono académico (“Griselda Gambaro: parodiar para criticar al presente” de Irmtrud König) al tono polémico (“Andahazi, literatura y circo” de Rocco Carbone), atravesando el tono filosófico (“El vacío, las nubes y la lengua. Una introducción a Glosa de Saer” de Dardo Scavino). Otro recorrido puede ir desde las revistas culturales (“Sitio: entre la guerra de Malvinas y la Ley de Obediencia Debida” de Maximiliano Crespi) hasta la historieta (“Los avatares del mercado de la historieta argentina: esplendor, crisis y renovación (1983-2001)” de Laura Vázquez), pasando por el cine (“La ironía política y una imagen de menos. De La historia oficial a Garage Olimpo” de Domin Choi). Entonces, es en esta variedad, en esta pretensión plural que la historia de Viñas saca ventaja y sostiene un proyecto dinámico y atractivo.
De Alfonsín al menemato, último tomo publicado de Literatura argentina siglo XX de David Viñas, es un libro que busca analizar críticamente la literatura (pero también el cine, la historieta y los discursos) de una época convulsionada en casi todos los planos, una propuesta de lectura múltiple que atraviesa el discurso social democrático y neoliberal con una mirada estrábica: un ojo en el texto y el otro en el contexto.

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