Existe, cada vez más, un mundo flamante en el que el número de descargas virtuales y el número de ventas físicas se suma; sus autores dicen: «qué bueno, cuánta gente me lee». Pero todavía pervive un mundo viejo en el que ambas cifras se restan; sus autores dicen: «qué espanto, cuánta gente no me compra».
El viejo mundo se basa en control, contrato, exclusividad, confidencialidad, traba, representación y dividendo. Todo lo que ocurra por fuera de sus estándares, es cultura ilegal.
El mundo nuevo se basa en confianza, generosidad, libertad de acción, creatividad, pasión y entrega. Todo lo que ocurra por fuera y por dentro de sus parámetros es bueno, en tanto la gente disfrute con la cultura, pagando o sin pagar.
Dicho de otro modo: no es responsabilidad de los lectores que no pagan que Lucía sea pobre, sino del modo en que sus editores reparten las ganancias de los lectores que sí pagan. Mundo viejo, mundo nuevo. Hace un par de semanas viví un caso muy clarito de lo que ocurre cuando estos dos mundos se cruzan. Se lo voy a contar a Lucía, y a ustedes, porque es divertido:
La respuesta de Hernán Casciari, director de la flamante revista Orsai(que lentamente va cambiando las formas de distribución, de producción y de reflexión en torno a las revistas, los libros y la web), a Lucía Etxebarría, que se desgarra las vestiduras, anunciando que no publicará más libros porque se los bajan de la web, sigue acá.
Visto en Acuarela libros.
Agradezco a mi amigo EM, quien poco a poco me entera de Orsai, el proyecto y sus idas y vueltas. Gracias, che.
acuarela es de EM?
ResponderBorrarestoy tan perdido con la blogósfera. vas a tener que aguantar que te comente mucho hasta que me arme un grupito de nuevo.
por cierto: http://corpusinterruptus.blogspot.com/2008/05/corpus-el-futuro-segn-hernan-casciari.html
saludos
No, "Acuarela" es una editorial española.
ResponderBorrar"El cieguito" es EM.
Y no problem, con los comments, al contrario, son más que bienvenidos. Yo te hago un lugar para que no seas huérfano en la blogósfera y vos me comentás, un trato justísimo. Abrazo!