viernes, febrero 10, 2012

Red serial


Si una generación anterior de series consiguió, partiendo de referentes externos, darle forma a un mercado con una entidad tan reconocible y popular, lo lógico sería pensar que la nueva oleada de productos televisivos ya no tuviese que pasar nunca más por el trámite de “no parecer televisión”. Al contrario, el terreno abonado por The Sopranos, Six feet under, Lost y The Wire podría entenderse como el punto de partida desde el cual llevar propuestas a nuevas alturas. Breaking Bad podría ubicarse como bandera de una generación de series posteriores, construida con el ojo puesto en sus precedentes, una serie de series.
En la revista Orsai n°3, pueden leer un hermoso artículo, "Breaking Bad, la ultraserie", escrito por Nacho Vigalondo con una idea fundamental para las series que corren: las referencias deberíamos dejar de buscarlas en el cine y empezar a buscarlas en las series mismas, en la tradición televisiva. El análisis de Breaking Bad de Vigalondo es genial y lo mismo aplicaría para una serie como Fringe en la que se reconoce la radicalidad de Lost, mezclada con la estructura de casos autoconclusivos de House y el roce con fenómenos paranormales a lo X-Files. Vaya la hipótesis de Vigalondo, entonces, para encontrarle nuevas resonancias a nuestras series más queridas, en una lógica distinta a la del cine y los largometrajes.

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