Segunda entrega: los matices del gris (sobre 17grises editora)
Tercera entrega: una mirada extrañada (sobre China editora)
Cuarta entrega: las huellas de la imaginación (sobre Fiordo editorial)
Quinta entrega: seguir el hilo rojo (sobre Hilo rojo editores)
Sexta entrega: cuidado con el libro (sobre Cave librum editorial)
Séptima entrega: trazar recorridos (sobre Excursiones editorial)
Octava entrega: atípicos (sobre editorial Letranomáda)
Va la novena entrega sobre editoriales por fuera del mainstream. Santiago Arcos editor (web, fb) es un proyecto que tiene varios años en el mercado, con un catálogo heterogéneo (del cine al análisis del discurso, de la literatura argentina contemporánea a la crítica literaria en revistas y más) y donde han publicado autores como David Viñas, Alberto Laiseca y Leónidas Lamborghini.
Las preguntas fueron respondidas por el editor de Santiago Arcos, Miguel Villafañe.
GC: En la colección Parabellum, desde un comienzo, han decidido publicar narrativa y crítica de forma mezclada y alternada, sin establecer diferencias. ¿Cómo piensan las relaciones entre la ficción y el comentario crítico o teórico? ¿Cuáles son los criterios que tienen en cuenta a la hora de publicar esos títulos?
GC: La editorial cuenta con distintas colecciones que van desde la traducción (Traductores) hasta los trabajos académicos universitarios (Sema), pasando por la mística y el cine. ¿Por qué aportaron a esa diversidad de disciplinassidad de disciplinas, objetivos y tipos textuales? ¿Tienen posturas formadas detrás de cada serie, es decir, ideas sobre el cine, la mística, la traducción, etcétera?
Octava entrega: atípicos (sobre editorial Letranomáda)
Va la novena entrega sobre editoriales por fuera del mainstream. Santiago Arcos editor (web, fb) es un proyecto que tiene varios años en el mercado, con un catálogo heterogéneo (del cine al análisis del discurso, de la literatura argentina contemporánea a la crítica literaria en revistas y más) y donde han publicado autores como David Viñas, Alberto Laiseca y Leónidas Lamborghini.
Las preguntas fueron respondidas por el editor de Santiago Arcos, Miguel Villafañe.
GC: ¿Por qué la editorial se llama "Santiago Arcos"? ¿De dónde tomaron el isotipo que acompaña al nombre?
MV: Santiago Arcos lleva ese nombre porque no encontramos uno mejor y ya teníamos los libros hechos, estábamos apremiados por el tiempo, había que entrar a imprenta. Fue ocurrencia de Laura Estrín, editora de la primera época de Santiago Arcos, a propósito de Mansilla y porque le parecía que "Silvio Astier editor", nombre que yo propuse, era espantoso. A la distancia, se ve, tenía razón. Fogwill descubrió en nuestro nombre de fantasía, encapsulados, dos míticos: “Sancor” y “Arcor”, y nos auguró muchos éxitos.
El isotipo está tomado de un libro que tenía mi hijo en su biblioteca en ese momento, un libro de divulgación pero muy bien ilustrado sobre máquinas y técnicas de guerra en la antigüedad.
GC: En la colección Parabellum, desde un comienzo, han decidido publicar narrativa y crítica de forma mezclada y alternada, sin establecer diferencias. ¿Cómo piensan las relaciones entre la ficción y el comentario crítico o teórico? ¿Cuáles son los criterios que tienen en cuenta a la hora de publicar esos títulos?
MV: Parabellum es la articulación de distintos tipos de escrituras, unas más volcadas a la “narrativa”, otras a la “crítica”. Eso en cuanto a las definiciones de géneros. Ahora, visto desde adentro Parabellum es un solo texto que discurre y permanentemente reflexiona sobre sí mismo. Lo sé porque he leído todos los títulos de la colección y porque descubro las conexiones “íntimas” que se sostienen en cada uno de los registros. Por ejemplo, los grados de relación entre La letra argentina, el libro de Nicolás Rosa (una increíble “breve historia de la literatura argentina”) y Sueñan los gauchoides con ñandúes eléctricos? (una pesadilla de horror bizarro), el de Michel Nieva. Un texto lee al otro, se interpelan mutuamente sin mencionarse, corresponden a una tradición. Narrativa, teoría y ficción, como ya se dijo, son solamente convenciones que ayudan a los empleados de biblioteca (hoy podría hacerse extensivo a los empleados de librería y a algunos profesores universitarios) a clasificar aquellos objetos de los que desconocen sus contenidos y que se llaman libros.
GC: La editorial cuenta con distintas colecciones que van desde la traducción (Traductores) hasta los trabajos académicos universitarios (Sema), pasando por la mística y el cine. ¿Por qué aportaron a esa diversidad de disciplinassidad de disciplinas, objetivos y tipos textuales? ¿Tienen posturas formadas detrás de cada serie, es decir, ideas sobre el cine, la mística, la traducción, etcétera?
MV: Si tengo que ser honesto, es algo que ocurre naturalmente por la diversidad de mis intereses: por mi gusto por la lectura, por mi curiosidad, por mi manera de buscar “sentidos”. Además tengo amigos inteligentes, cultos, curiosos, con los que compartimos los mismos gustos y experiencias. De ellos aprendo al trabajar a la par los textos. Eso me facilita las cosas. Santiago Arcos editor es de alguna manera la feliz confluencia de un grupo de amigos que piensa que yo sé algo de libros y que puedo aportar algo para facilitar la circulación de ciertos contenidos en formato “libro” , para ponerlos al alcance de aquellos otros que tienen el hábito de la lectura.
GC: ¿Qué importancia le dan a tapas y contratapas en sus libros?
MV: Muchísima. Ponemos mucho trabajo ahí y a veces un libro se demora meses porque aún no maduró su cubierta. El paratexto de contratapa para nosotros es “programático” y tratamos que operen como “detonadores”, no por la mera estrategia comercial de facilitarle al lector claves para saber del contenido y decidir su compra, sino porque suelen ser textos condensados de crítica, inspirados en el ensayismo microscópico de, por ejemplo, Osvaldo Lamborghini en la contratapa de Oro, el libro de poemas de Arturo Carrera publicado por Sudamericana.
GC: David Viñas es, sin duda, una de los puntos fuertes del catálogo. ¿Cómo fue la idea de volver a reeditar sus libros de crítica? ¿Le encuentran actualidad a su pensamiento político y literario? ¿Qué aporte piensan realizar con la Biblioteca David Viñas?
MV: Actual o inactual la escritura de Viñas, su trama y los motivos discursivos que trama, es monumental, única. Es el gran momento del ensayismo del siglo XX y si consideramos al “ensayismo” desde su consolidación como el género de indagación preferido por los grandes escritores bárbaros (desde Sarmiento a Viñas), entonces hay que reconocer que estamos ante algo notable.
La Biblioteca David Viñas es un intento de restituir al espacio natural, las librerías, las bibliotecas, el interés de los lectores, algunos textos de Viñas que hace años no se consiguen (libros publicados en el exilio, libros agotados con una sola edición en los 70, artículos sueltos en publicaciones periódicas, el monumental archivo de su Mansilla entre Rozas y París) y que nos parece necesario tener en cuenta a la hora de investigar sobre la relación entre literatura, sociología e historia, como grandes discursos que tramaron el imaginario social-político de la Argentina durante la segunda mitad del siglo XX.
GC: ¿Qué esperan publicar en 2014?
MV: Siendo este año “de especulación”, entre las novedades publicaremos De los montoneros a los anarquistas, México y Cortés y Literatura argentina y política, tres obras de la Biblioteca David Viñas. Además, están en carpeta: Pasiones teóricas (crítica, literatura, setentismo), de Diego Peller; Inflexiones del sentido, de Oscar Traversa; Hotel muerte, de Javier Ragau; Los restos mortales, de Hugo Salas; y La mirada del hampón, de Lucas Gómez Cano.
Más allá de las nuevas ediciones, en 2014 reimprimiremos Aventuras de un novelista atonal, de Alberto Laiseca; La experiencia de la vida, de Leónidas Lamborghini; y Breves apuntes de autoayuda, de Fabián Casas.
Gran editorial.
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