Me encontré con el nombre de Celia Paschero y con su novela La salamandra mientras seguía algunas migas que conducían a Falbo Librero editor. Me llamó la antención esa tapa con la cara de Celia en diferentes perfiles, asemejando las de la luna, y en el centro ese animal alquímico y hermoso que habita las llamas del fuego. Con cierta facilidad encontré la novela en usados virtuales y realmente me deslumbró. Paschero escribía bien, La salamandra era un libro valioso y olvidado publicado en 1965, pero... ¿qué más podía saber sobre su vida y obra?
Entre el año pasado y este, logré armar algunos textos sobre Celia, sobre sus libros, sobre su entorno. También, con mucha felicidad, se reeditaron Muchacha en la ciudad y La salamandra y pueden conseguirse a través de los usados virtuales o en la página web de Celia Paschero. El número 2 del fanzine Golosina Caníbal presenta también fue dedicado a Celia.
En todo caso, para quien le interese conocer sobre esta autora sensible y lúcida, inteligente y pasional, van estos acercamientos primeros:
Estación Buenos Aires: un lugar en la vida de Celia Paschero
La vida de Celia Paschero fue una vida en tránsito. Autora de dos libros, Muchacha en la ciudad (1963) y La salamandra (1965), Paschero
nace en Buenos Aires en 1928 y si bien sus primeros dos años los vive
en Entre Ríos el resto de su infancia, adolescencia y juventud
transcurre en la Reina del Plata.
La ciudad de Buenos
Aires, con sus barrios y su tráfico, con sus comercios y sus humores,
con sus recorridos y vericuetos, atraviesan la escritura poética de
Paschero.
Celia Paschero, una alquimista de la literatura argentina
¿Qué caminos nos llevan de retorno a una obra olvidada, a una historia
de vida enterrada en el pasado? Entrar en una librería de usados,
revolver las bateas buscando tapas y títulos que nos llamen la atención,
comprar un libro sin referencias ni etiquetados, como quien apuesta en
una ruleta cultural, es uno de ellos. Otro es la mención al pasar de un
nombre, la lectura por casualidad de las solapas de un libro, una
palabra o un apellido que se prenden a la curiosidad de los que amamos
el papel impreso. Hay más caminos que nos conducen a una obra olvidada:
caminos obvios o misteriosos, caminos directos o rebuscados. Por uno de
ellos, llegué a la escritora argentina Celia Paschero y su novela, La salamandra.
Celia Paschero vuelve
La palabra rescate no se ajusta a la exhumación de un libro, queda corta y parece más bien comodín editorial o trabajo social. Reeditar un libro que hace más de cincuenta años que no circulaba, que se conseguía de casualidad y tras mucha búsqueda no es rescatar. Más bien se parece a la tarea del arqueólogo: se trata de buscar entre las ruinas del pasado, entre los rastros que la memoria fue dejando en las librerías de usados, entre las páginas de viejas revistas con nombres y títulos actualmente desconocidos. La reedición de La salamandra y de Muchacha en la ciudad, los dos únicos libros que la escritora Celia Paschero publicó en vida en los años 60, es un gesto arqueológico y nos permite entrar en un vida desconocida y fascinante.
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