El vínculo inicial (¿iniciático?) entre Alberto Laiseca, su llegada a Buenos Aires hacia 1966, y el bar Moderno todavía conserva aristas por descubrir. Ubicado en Maipú 918, entre Paraguay y Charcas, el bar mítico de la Manzana Loca aparece mencionado o a través de algunos de sus habitúes en varias novelas del conde.
Por ejemplo, encontramos mencionado el bar en algún relato de Gracias Chanchúbelo y en Por favor, pláguienme. También, es posible cruzarse ficcionalmente con Marcelo Fox (El jardín de las máquinas parlantes, Los sorias y otras menciones menores en varias obras), mariani (Los sorias), Sergio Mulet (Las aventuras de un novelista atonal), y Horacio "Pepe" Romeu (Matando enanos a garrotazos), entre otros a descubrir. Es como si los recuerdos y las experiencias de Laiseca en el Moderno se entrelazaran en filigrana con sus relatos...
También Laiseca ha sabido mencionar el bar Moderno en varias entrevistas como un lugar central para su contacto juvenil con el campo cultural porteño. De dichas menciones da cuenta la valiosa entrada, "Moderno", del "Abecedario Laiseca", armado por Guido Herzovich, para la revista El Ansia, n. 1 (2013):
MODERNO. “Estaba de peón cuando vi un barbudo de pelo largo. ‘Debe ser un intelectual’, pensé. Y le hablé: ‘Mirá… vengo de afuera, recién estoy en Buenos Aires, ¿no hay algún lugar donde se reúnan escritores?’. Y curiosamente el tipo no se me rió y me contestó: ‘Sí, hay un lugar donde se reúnen pintores, escritores, poetas, es el Bar Moderno, que queda en la calle Maipú al 800 y pico’. Y ahí fui, empecé a conocer gente, leía mis cosas, mis manuscritos. (…) El Moderno me cambió la vida a mí. No existe más, pobrecito: qué desgracia” (Entrevista de Gabriela Cabezón Cámara, Ñ, 20/5/2011). El Moderno quedaba en realidad en el 918 de Maipú, cerca de Paraguay. Corría el 66: Laiseca tenía veinticinco años. Además de la fauna variada del Di Tella —que estaba a la vuelta—, lo frecuentaban los integrantes del grupo Opium (Sergio Mulet, Reynaldo Mariani, Ruy Rodríguez), “beatniks argentinos”, amigos del también habitué Néstor Sánchez. “Nos conocimos en revistas, en bares, en confusas reuniones a las tres de la mañana. Nos conocimos orinando en baños donde leímos que Perón o Tarzán nos salvarían; nos miramos a los ojos y sonreímos: ninguno quería ser salvado”, informaba el primer panfleto de Opium. Entre los compañeros de mesa del Moderno, el que retorna con más regularidad en los relatos de Lai es Marcelo Fox: hijo de una familia bien, maldito vocacional, suicida a los treintitantos —decapitado por un tren—, escribió un par de libros inhallables que, según Lai, su familia quiere conservar así. “No quieren que se sepa que el hijo era un monstruo”. Monstruosidad de época que a Lai no le fue del todo ajena: vivir rápido, morir joven y dejar un cadáver sin cabeza. Esas charlas de café tal vez sean un elemento importante en la genealogía del delirio laisequiano, que se entroncaría así, en una tangente inesperada respecto de sus referencias explícitas, con lo más moderno de la escena estética del medio siglo: el seudo-surrealismo local, las pandillas de Aldo Pellegrini (a quien Darío Canton dice haber visto en el Moderno), el conceptualismo y el arte de los medios, los inicios del rock argentino. (Herzovich, Guido. “Abecedario Laiseca”, en El Ansia, n. 1, 2013)
En fin, baste rememorar algunas notas de ese íntimo vinculo entre Alberto Laiseca y el bar Moderno. Me gusta seguir buscando otros ejes de lectura en su obra, que se corran lateralmente del "realismo delirante" y que abran la puerta a los cruces entre vida y obra, biografía y literatura.
De yapa, dos fotos de 1968 que vienen circulando hace un tiempo en Facebook (gracias a Marcelo Sztrum y a Víctor Kesselman). En estas, Laiseca comparte mesa con miembros de la obra La Orestiada (una obra a la que, más vale tarde que nunca, le dedicaré un post) pero también con mariani y con Alejandro Medina (de Manal), entre otros. Como FB, esa red social vetusta, no tiene ninguna amabilidad para el archivo, aquí van para que puedan encontrarse y disfrutarse:
FOTO 1: Laiseca en el Moderno, 1968
Desde el centro hacia la izquierda: Graciela Dellepiane Rawson, Víctor Kesselman, Alfredo Slavutzky, Horacio "Pepe" Romeu, Marcelo Sztrum, Alberto Laiseca, Rubén de León. Alejandro Medina, Jorge Centofanti. Bar Moderno, 1968. Foto tomada por ¿?
FOTO 2: Laiseca en el Moderno, 1968
Desde la izquierda: Alfredo Slavutzky, Horacio
"Pepe" Romeu, Marcelo Sztrum, Alberto Laiseca, Rubén de León, reynaldo mariani, Alejandro
Medina, Jorge Centofanti, Graciela Dellepiane Rawson. Bar Moderno, 1968. Foto tomada por Víctor Kesselman.
No conocí el Moderno, no soy porteño. Pero escuché mucho hablar a pintores sobre el lugar. Había una mezcla de personajes del Di Tella pero también de "la contra" que iban a provocarlos ( sobre todo en la época de Tucumán arde"), esto lo contaba Pablo Suarez. No era el tipo de bar-cultural con ambiente filosófico y psico a la manera de La Paz, tenía mas que ver con el primer Bárbaro de Noé
ResponderBorrarGracias, Alejandro, por tu aporte! Un abrazo grande!
ResponderBorrar¡Muy bueno el articulo! Que placer poder ver a Lai, Medina y mariani compartiendo mesa... Como me gustaría escuchar lo que tiene para contar Medina de estos dos personajes :)
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