Seguimos mandándonos mensajes, me olvidé de preguntarle si todavía usa piercings. Miro las fotos de su álbum, efectivamente está muy flaco, pero sigue igual de sexy. No me vendría mal bajar de peso —pienso—, tendría que probar ese cóctel. A mí también me cuesta mirarme en el espejo, pero no por los kilos de menos, sino por los kilos de más. Y también por los años, por las canas, porque ya no veo reflejada mi alegría de juventud. Los tratamientos con sus efectos secundarios, las lipodistrofias o la pérdida de peso o de novios, puede ser, pero también el tiempo que pasa. ¿Quién iba a decirlo? ¡El tiempo pasa! Lloremos.
Pablo Peréz sigue con Soy Positivo. Ahora, la trama a cobrado un tono sentimental y nostálgico tan delicado que conmueve (los hombres en cuero también lloran). Esperamos ansiosos la antología de este bello folletín, un folletín para nuestro tiempo (sin pretensiones de alta literatura, con conflictos humanos demasiado humanos) que viene sacudiéndonos hace un tiempo.
uh, pero publicó ya en el blog? no me tiró nada el reader. El otro día me compré Un año sin amor, por quince pe en Gambito. No sé qué onda.
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