lunes, abril 30, 2012

Badiou en la UNSAM


Más info, acá. Y en octubre, se viene Rancière... Qué figuritas, che!

viernes, abril 27, 2012

Slavoj Zizek presenta...



Acá, pueden verse los capítulos de "La perversa guía del cine", una serie de videos con fragmentos de la historia del cine, analizados por Zizek, desde su peculiar perspectiva filosófico-psicoanalítica. Muy bueno. Gracias, Leandro.

miércoles, abril 25, 2012

La sinagoga de los iconoclastas (J. R. Wilcock) (XXXIV)

JESÚS PICA PLANAS 

El inventor, en el sentido moderno del vocablo, es una invención del siglo XIX; como casi todas las cosas del siglo XIX, alcanzó su perfección en el XX. El inventor de profesión es un hombre —muy rara vez mujer— entregado a la ideación y realización de aparatos que sorprenden por su inutilidad; las Oficinas de Patentes ofrecen ejemplos memorables de ello, entre los cuales un dispositivo para sacarse automáticamente el sombrero, sin mover la mano, cuando pasa una señora. De todos estos fantasiosos, tal vez el más fecundo y el más inservible, fue Jesús Pica Planas, natural de Las Palmas de Gran Canaria. Frente a un mar siempre benévolo, bajo un cielo preocupantemente idéntico a sí mismo de enero a diciembre, de espaldas al aburrimiento de una ciudad que ve pasar el mundo sin poderlo tocar, Pica Planas diseñaba; pocas veces, en efecto, sus artefactos alcanzaron el estadio material. Entre 1922 y 1954 (año de su muerte), bastante cerca de la impresentable iglesita en la que oró Colón antes de partir hacia América, en su patio con claveles y azulejos, entre grandes gatos y cochinillas, el inventor inventó: 
Un sistema completo de pantógrafos prensiles, semovientes, para ayudar al sacerdote a celebrar la misa él solo. 
Una trampa para ratones con célula fotoeléctrica y guillotina, a colocar delante del agujero. 
Un piano de vapor, semejante en todo a una pianola, accionado por un pequeño compresor de petróleo instalado en el lugar de los pedales. 
Un reloj de viento, tipo molino, apto para faros, alta montaña y otros lugares inhóspitos. 
Una estufa que funciona a base de basuras, desechos, papel viejo y restos de comida. 
Una bicicleta con las ruedas ligeramente elípticas para imitar agradablemente el paso del caballo. 
Una especie de embudo articulado para plantar rábanos con notable ahorro de tiempo. 
Una campana de tela encerada, plegable, con un agujero en la cabeza, para desnudarse en la playa sin ser visto. 

Voy

Más info sobre Canción de la desconfianza de Damián Selci, acá.

lunes, abril 23, 2012

Una aventura bestial

Con el paso de los años, anécdotas de editor de características odiosas se adormecieron, anestesiándome. Una novelista de reputación internacional, cuando observé en su texto que las focas no eran cetáceos (sino pinípedos), exigió que me cambiaran de acuario. Una pitonisa a la que le rechacé un original profetizó que mi cargo sería ocupado de inmediato por alguien que no padeciera HIV. Un profesional de la impostura, que había oído por ahí que mi libro Siluetas estaba compuesto de pequeñas biografías, quiso que yo firmara la que me extendió de sí mismo, redactada por alguien muy cercano a él. Muy mal redactada por alguien cercano a él. Me negué. 
Luis Chitarroni me deslumbra: habla como escribe, un reivindicación del estilo y la ironía en el monótono mundo editorial. La nota al flamantísimo editor de La bestia equilátera, acá

Gracias, Omar.

domingo, abril 22, 2012

Las formas del margen

Más info sobre este ciclo de cine de Brasil y Portugal, acá.

sábado, abril 21, 2012

La persistencia del relato

Sobre la base de un esquema de desarrollo con tres fases —separación del individuo de su comunidad social, prueba extraterritorial y maduración, reintegración—, que el etnólogo Arnold van Gennep desarrolló en Les rites de passage (1909), el ya mencionado Victor Turner describe la historia de iniciación como (p.ej. Turner, Ritual, p. 34s.). Es posible diferenciar estas iniciaciones , marcadas por el esquema de búsqueda, de otros esquemas de acción de iniciación, a los que Burkert llama tragedia de la niña adolescente (Burkert, Kulte, pp. 89-100). Se trata en este caso de una forma femenina de la iniciación, que, según Burkert, se resume en cinco funciones, siguiendo la morfología del cuento maravilloso de Propp (Kulte, pp. 91s.): (1) La niña es forzada a dejar su hogar. (2) Vive en un lugar solitario y extraño. (3) Un hombre (humano, dios, demonio) irrumpe y la embaraza. (4) La niña embarazada atraviesa una fase de sufrimientos (castigos, cautiverio, expulsión). (5) La niña es salvada y da a luz a su hijo. Burkert ve el fundamento socio-biológico del esquema de acción de la tragedia de la niña adolescente en el proceso por el cual la niña se convierte en madre, con los estadios intermedios, que van desde de la primera menstruación (el inicio de la madurez sexual suspende la estructura familiar) y la primera relación sexual hasta el nacimiento de la descendencia. El cuento maravilloso de Rapunzel es un ejemplo de esta tragedia de niña adolescente. En la versión de los Kinder- und Hausmärchen (pp. 75-78) de los Grimm, la pequeña Rapunzel debe huir de sus padres bajo la protección de una hechicera (= 1). Esta encierra a la niña de doce años en una torre solitaria (= 2). Años más tarde, el hijo de un rey da con la torre, conoce a Rapunzel y la deja embarazada (= 3). La hechicera descubre la relación entre ambos, corta a Rapunzel su hermoso cabello y la abandona en un desierto (= 4). Rapunzel da a luz un niño y una niña; después de mucho tiempo, el hijo del rey la encuentra y la lleva a su reino como esposa (=5).
Martínez, Matías; Scheffel, Michael (2011[1999]): Introducción a la narratología, Buenos Aires, Las cuarenta, pp. 224-225.

jueves, abril 19, 2012

Retromaníacos


Los muchachos de Caja Negra editan Retromanía de Simon Reynolds. Copio la contratapa y ya lo estoy adquiriendo:

"Vivimos en una era en la que la cultura pop ha enloquecido por lo retro y la conmemoración: bandas que vuelven a juntarse, reediciones, mashups, biopics y documentales de rock… La sobreabundancia de influencias e imágenes del pasado producto de las nuevas tecnologías (Mp3, iPod, YouTube, blogs, MySpace, Spotify, etc.) parece haber convertido a artistas y oyentes en arqueólogos, profanadores y archivistas. Y al reciclado y la recurrencia en rasgos estructurales de la escena musical. ¿Nos dirigimos acaso hacia una especie de catástrofe ecológico-cultural, en la que la búsqueda en los archivos de la hiistoria del rock también se agotará? ¿Qué sucederá cuando nos quedemos sin pasado? ¿Hay algo en el paisaje musical actual –artistas como LCD Soundsystem, Ariel Pink, Lady Gaga o The White Stripes– que sea lo suficientemente rico para sustentar formas futuras de revivalismo? ¿O es que acaso el reciclado degradará el material original hasta un punto en el que ya no se le pueda extraer valor de uso alguno? 
Para Simon Reynolds, uno de los críticos musicales más lúcidos de su generación, hemos llegado a un punto de inflexión. Si bien épocas anteriores han estado también influidas por la música del pasado (¿qué hubiera sido de The Fall y de P.I.L. sin The Velvet Underground o Can?, ¿qué de Depeche Mode y Soft Cell sin Kraftwerk, Bowie o Roxy Music?), nunca antes una sociedad ha estado tan obsesionada como la nuestra con los artefactos culturales de su pasado inmediato. Retromanía es el primer libro que examina la actual fiebre por lo retro y que se interroga si este fenómeno supone una sentencia de muerte para toda originalidad o si llegará nuevamente un tiempo en el que el pasado dejará de ser un museo y un archivo para volver a ser un conjunto de recursos utilizados en la búsqueda de territorios sonoros desconocidos."

domingo, abril 15, 2012

La sinagoga de los iconoclastas (J. R. Wilcock) (XXXIII)

ALFRED WILLIAM LAWSON

Hace sólo veinte años existía en el estado de Iowa, cerca de la ciudad de Les Moines, una universidad en la que se impartían exclusivamente las enseñanzas de una única persona: la persona de su propietario, Alfred William Lawson.
Rector Magnífico y Primer Sabio de la Universidad de Lawsonomía, Lawson se describe a sí mismo en su libro Manlife (Vida de hombre), firmado con el pseudónimo Cy Q. Faunce y dedicado enteramente a la documentación de las propias gestas intelectuales, en los siguientes términos: «No hay límites para sus increíbles actividades mentales; infinitas inteligencias humanas se fortificarán y ocuparán durante miles de años en el estudio de las ramas interminables que brotan del tronco y de las raíces del más grande árbol del saber que haya producido hasta ahora la raza humana.»
En la contraportada del mismo libro, el editor (siempre el mismo Lawson) tributa respetuoso homenaje al autor: «Comparada con la Ley de la Penetrabilidad y del Movimiento en Zigzag y Remolino de Lawson, la ley de la gravitación de Newton se convierte en un ejercicio de escuela primaria, y los descubrimientos de Copérnico y de Galilea no son más que semillas infinitesimales del saber.»
«El nacimiento de Lawson fue el acontecimiento más importante de toda la historia de la humanidad», comenta inmodestamente Lawson. Este acontecimiento se produce en Londres en 1869. Trasladado junto con los padres a Detroit, a la edad de cuatro años el estudioso se enfrenta a su primer y fundamental descubrimiento científico: es decir, descubre que siempre es posible hacer salir por la ventana el polvo de la habitación, sirviéndose únicamente del aire de los pulmones; cuando, en cambio, se utiliza la reabsorción, el polvo vuelve a la habitación. Deduce así del fenómeno una primera intuición, de los dos principios elementales que regulan el movimiento del universo: Reabsorción y Presión.

sábado, abril 14, 2012

La vuelta del conde


Los muchachos de Muerde Muertos reeditan Beber en rojo de Alberto Laiseca. Una joyita. Más info, acá.

miércoles, abril 11, 2012

Vagabundo en Nueva York

Un vagabundo que habla argentino practica los ejercicios esotéricos de un místico ruso en las calles de alguna ciudad norteamericana. Marcha a ritmo. Frena antes de cruzar aunque hay luz verde. Se concentra, murmura algo para sí. Mira hacia la derecha, baja el cordón con el pie izquierdo, cruza la calle y sube al otro cordón con el derecho pero, como si se hubiera arrepentido, baja hacia atrás y sube de nuevo con el izquierdo. Mete las manos en los bolsillos, las saca. Respira hondo. Vuelve a caminar.
Así empieza esta parte del esparadísimo ensayo de Osvaldo Baigorria, La condición de la experiencia (no hace falta decir sobre la obra de quién es, el título habla por sí solo).
I want it all and i want it now.

lunes, abril 09, 2012

Oh, la jovencita...

Más sobre Teoría de la jovencita del colectivo Tiqqun, acá. Esperemos que fieles a sus principios, el libro esté en la web rápidamente para esparcir la buena nueva.

jueves, abril 05, 2012

Pulp


Como empezaría Wimpy, el tipo tiene un compromiso con el análisis cultural. El tipo se sienta frente a su computadora y actualiza su blog, día por día. Así, su blog aparece siempre bien arriba en cualquier vetusto blogroll como el mío. Se llama La biblia de los pobres, flamante nombre, ¿no? La idea es buena y el resultado, mejor: el tipo te toma un detalle, te toma una página, un plano, un cuadro y en tres o cuatro puntos te lo despacha, te lo relaciona con la cultura pop, con la industria cultural o con lo que se te ocurra. No necesita más espacio, con esos tres o cuatro parrafitos (y nosotros, los lectores-internautas le estamos profundamente agradecidos) aporta su lectura. Y lo mejor es que lo hace con sutileza, con precisión y destreza. y lo mejor es que no desprecia nada del mundo de la imagen (de lo imaginario): desde el fanzine al arte abstracto, de la serie de moda a la película de culto, del comic mainstream al comic underground. Así, con sus herramientas, con su compromiso, el tipo aporta su granito de arena a la lucha de sentidos cultural, imaginaria y actualiza día a día ése, su blog, La biblia de los pobres.Leételo, que se las trae.

miércoles, abril 04, 2012

La sinagoga de los iconoclastas (J. R. Wilcock) (XXXII)

LLORENÇ RIBER

Llorenç Riber tuvo la fortuna singular de nacer en una de las casas de pisos construidas por Gaudí en Barcelona; su padre decía que parecía una conejera. Este fue su primer contacto con el arte y con los conejos; ello explica que en materia de arte se convirtiera en un iconoclasta; y en materia de conejos, en un entendido. De la convicción de que él mismo era un conejo sacó tal vez el ímpetu que no tardó en convertirlo en una de las fuerzas más poderosas del teatro contemporáneo; arte al cual supo dar, desde su primera y elástica juventud, tal impulso, que convendrá preguntarse si alguna conseguirá levantarse del lugar donde lo ha enviado dicho impulso. A partir de Riber, nada se ha producido en el escenario que ya no hubiese sido hecho por él.
De la colección de artículos y ensayos Hommage à Ll. Riber (Plon, 1959), compilada con motivo del aniversario de la muerte del director (el cual, como se sabe, fue devorado por un león en las proximidades de Fort Lamy, en el Chad, el 23 de septiembre de 1958, en circunstancias que hasta ahora permanecen ignoradas) transcribimos en primer lugar esta descripción de su persona, tal como fue presentada en 1935 por el critico Enrique Martínez de la Hoz en un diario barcelonés.
El director era entonces extremadamente joven y el crítico no menos hostil, pero el testimonio queda:
“Llorenç Riber llega como un ángel, ligero, casi de puntillas, los brazos abiertos en cruz, las manos que revolotean armoniosamente siguiendo los desplazamientos a derecha o izquierda de los largos cabellos rubios, limpios y lacios. Es muy joven, pero ya ha conseguido hacerse un nombre entre los peores directores de España. En lugar de llevar el jersey debajo de la chaqueta lo lleva al cuello, como un boa, y cada vez que salta de impaciencia ante la incomprensión y la estupidez del mundo, se echa hacia atrás una manga de lana sobre el hombro, irritado, viperinamente amenazador.”
Muy diferente es el tono de los ensayos críticos que lo recuerdan en los años cuarenta y cincuenta, los años de su primera impetuosa madurez, truncados de manera tan lamentable por el rey de los animales, en una zona que, entre otras cosas, no es la suya; parece, en efecto, que era un león vagabundo. Del Homenaje citado hemos elegido cuatro críticas especialmente significativas, cuatro momentos de una carrera cuya única ambición parece haber sido la de abrir al teatro la más original y deslumbrante de las tumbas. Para completar la figura del director prematuramente devorado, añadimos una de las más raras obras de su resistente bolígrafo, el guión para una versión, sin embargo jamás realizada, de un film histórico-legendario que debiera haberse titulado Tristán e Isoldo.

1

Tête de Chien
(Tres actos de Charles Rebmann, Petit Gaumont, Vevey/Entre-deux-Villes)

Dicen que el director Llorenç Riber, no se sabe por qué, tiene la costumbre de introducir uno o varios conejos en cada uno de sus montajes teatrales. Lo hizo en su inolvidable producción de Pelléas et Melissande de Maeterlinck en Poitiers, en la que Pelléas, muerto al final del cuarto acto, reaparecía a comienzo del quinto, en el marco gótico de una elevada ventana del castillo, ataviado como una de las Meninas de Velazquez con un gran conejo de tela entre los brazos. Después en Ibiza, en su versión de Doña Rosita la soltera; allí el conejo estaba vivo y Rosita lo llevaba de paseo en una jaula con ruedas como un papagayo.

lunes, abril 02, 2012

El deseo de unas islas

Néstor Perlongher escribió, al menos, tres artículos sobre la "guerra de Malvinas" (que fueron recopilados en Prosa plebeya (Colihue, 1997)). Dos, "Todo el poder a Lady Di" (1982) y "La ilusión de las islas" (1983), ya andan dando vueltas por la web hace unos años. En cambio, "El deseo de unas islas" (1985) nos faltaba. Este último, que aprovecho para digitalizar en esta fecha particular, cruza la guerra con la cuestión de la identidad y si bien el artículo se lee en el marco de la reflexión sobre la "identidad homosexual", los enlaces con las Malvinas son, por demás, productivos. En fin, vaya el artículo de Perlongher para seguir disfrutando de su prosa (de los ecos de su poesía, de sus palabras marginales) y para no cerrar la "guerra de Malvinas" en una mirada unívoca, monolítica.

El deseo de unas islas (Néstor Perlongher)

Publicado en la revista anarquista Utopía nº 3, en 1985. El texto había sido leído el 25 de junio de 1982 en el Sindicato de Jornalistas de Sâo Paulo, en un encuentro sobre “Política y Deseo” organizado por los grupos gays paulistas. A pesar de que el tema de la identidad recorre el ensayo, las alusiones y analogías con la guerra de Malvinas –además de la fecha de escritura- sugieren incluirlo aquí [en la sección sobre “Malvinas Argentinas” de Prosa plebeya (Colihue, 1997)]. Utopía existió entre 1984 y 1987.

Un aviso del desaparecido Ejército de Liberación Homosexual de las Malvinas (en el exilio), prolijamente censurado por la prensa, decía textualmente: "Se recomienda a las 8 (ver informe Kinsey) maricas malvineras entregarse indistintamente a cualquier soldado". Si creemos en las estadísticas de Kinsey y calculamos que los aproximadamente 15.000 soldados sitiados en esas frías soledades precisarán al menos un coito semanal, las desdichadas kelpers deberían haberse pasado a un promedio de 250 soldados por día, suponiendo que el machismo de los ejércitos les impedirá satisfacerse entre ellos y descartando el recurso de las ovejas, por tratarse de perversiones ajenas al tema de este debate.
De ahí que cualquier movimiento homosexual que se preciara debería haber declarado la inmediata solidaridad con las maricas malvineras —quedando, de paso, mejor que los izquierdistas que se solidarizaron con la dictadura argentina—, no tanto porque ellas no se los pudieran bancar solas —ya que los cargamentos de vaselina rusa untuosamente distribuida a través de la soldadesca tornan gozosa cualquier dilatación—, sino porque la guerra habría de acabar algún día, y quién las podrá rescatar de ese vicio de masas.

domingo, abril 01, 2012

La danza de los gags


A las notas que Agamben redactó sobre el gesto, habría que agregarle una más: la de los Looney Tunes. ¿O acaso no fueron ellos quienes intentaron reapropiarse del gesto como destino, del gesto como trazo? ¿O acaso no podrían ser ellos uno más de los eslabones del atlas Mnemosyne de Warburg? 
En todo caso, el gesto como aquello que los personajes de Looney Tunes asumen y soportan puede recorrerse en Lunatic toons, una genial página que recopila imágenes animadas (gifs) de las fantasías animadas de ayer y hoy, aquel último intento de medios sin fin, una danza de los gags.