martes, enero 31, 2006

Queremos tanto a Rohmer

Ahora que Eric Rohmer cumplió 85 años y todos somos fanáticos de su cine, paso a comentarles que se emitirá:

CICLO ERIC ROHMER
Todos los jueves de Febrero a las 20:30 hs.
en TV5MONDE (Canal 69 en Cablevisión)

Las películas afortunadas que componen el ciclo son:

  • La rodilla de Clara (Le genou de Claire - 1970)
  • La mujer del aviador (La femme de l'aviateur - 1980)
  • La noches de la luna llena (Les nuits de la pleine lune - 1984)
  • El árbol, el alcalde y la mediateca (L'arbre, le maire et la mediatheque - 1993)

Y si todavía les tiembla el pulso a la hora de apretar los correspondientes numeritos del oscuro control remoto para poner las películas de Rohmer, encuéntrense con la agradable lectura de una pequeña y acertada reseña sobre el susodicho, aquí.

sábado, enero 28, 2006

Sopa de letras

Era viernes a la mañana y mientras realizábamos nuestro gran aporte a la organización y reordenamiento del patrimonio simbólico de nuestro país (léase pasantía de data entry en la Biblioteca Nacional) conversábamos con Julieta sobre el origen de algunas palabras. Ella me contó sobre el queso roquefort (parece que es el nombre de una cueva en donde un alpinista olvidó queso y al volver estaba podrido) y del queso (leche que se sacudía en los camellos árabes bajo un incesante sol) y yo le conté un rumor sobre el origen del dulce de leche. En el medio de la charla, ambos recordamos un libro (que al menos para mi) marcó para siempre la inquietud que tuve hacia el misterio de las palabras. Ese libro es Palabrelío (Colihue, 1989) de Gloria Pampillo. Les dejo aquí dos relatos y espero que nos cuenten las historias que sepan (o inventen) sobre el tema.

Cantimplora

El agua habla, canta y llora. Eso lo dicen todos los poetas que se paran a escucharla cuando se cansan de estar parados al lado del arroyo o del río o de la acequia o de la alcantarilla o del tejado de donde cae la lluvia.
Algunas veces a los poetas les parece que el agua habla y entonces dicen:

“Ya viene la primavera
lo ha dicho el agua”
O si no:
“Cuando se calla la tarde
levanta su voz el río”
Otras veces les parece que el agua canta y dicen:
“Ya la guitarra
del aguacero
le canta a Pedro
bajo el sombrero”
O si no:
“Siempre soñando hacia el mar
como una canción de plata
va cantando sus cristales
desde la noche hasta el alba”
Otras veces les parece que el agua llora y dicen:
“Sueñan los árboles verdes el ir lloroso del agua”
O si no:
“Cuando la gota es una
es una lágrima la luna”
Y también:
“¡Oh qué dolor el del río
sin pececillo de plata!
Su sollozo lo recogen
dos sauces de verdes ramas.”

Pero no son los poetas los únicos que saben oír el agua. Los viajeros, los andinistas, los caminantes también saben oírla. Ellos aseguran que cuando el agua sale a borbotones de ese frasco forrado de lana que llevan colgado de la cintura, al mismo tiempo canta y llora. Y es por eso que llaman a ese frasco la cantayllora o, si ustedes prefieren, la cantimplora.

Luciérnaga

Antes, muchos años antes, mucho tiempo antes, cuando llegaba la noche, llegaba de veras la noche. La noche era más noche. Desde debajo de los árboles, la sombra crecía, se desenroscaba y tapaba todo. Todo quedaba oscuro.
La gente no podía alumbrar tanta oscuridad. Alumbraba un poquito, lo que podía: una vela aquí, una fogata allá, o una lámpara. En esas épocas que les digo, las lámparas se llamaban lucernas.
Costaba prender esas luces y también costaba mantenerlas encendidas. Una puerta que alguien abría de repente, una ráfaga de viento y ¡zas! se quedaba sin luz.
Por eso sorprendían mucho a la gente unas lucecitas que se prendían en la noche en verano sin que nadie se tomara el trabajo de encenderlas. Andaban por los pastos altos y un momento estaban aquí, otro más allá y siempre parecían flores de luz.
A veces una flor de luz daba vueltas alrededor de otra flor de luz que se quedaba quieta. Se prendía y se apagaba, una vez aquí y otra vez allá, pero cada vez más cerca y más cerca de la luz que estaba quieta hasta que las dos luces se juntaban.
A los enamorados les gustaba mucho mirar ese baile de flores de luz.
Los enamorados también salían de noche a visitar a sus enamoradas. La enamorada prendía una lámpara en su casa – una lucerna – para guiar a su novio. Y el novio se acercaba con su lámpara en mano – otra lucerna -. El novio prendía y apagaba a veces la lucerna para esquivar a los perros y también al padre de la novia, que si lo veía acercarse lo sacaba a los chumbos. Al final, el enamorado llegaba a la ventana donde brillaba la lucerna de la novia.
La gente desde las casas cuando miraba la noche de verano no sabía desde lejos qué luces eran de los enamorados y qué luces eran de las flores de luz.
Y como los enamorados con sus lucernas se parecían tanto a las flores de luz, la gente empezó a llamar a las flores de luz lucernas. Después las llamó luziernegas y al final las acabó llamando luciérnagas.
Ustedes, a lo mejor, las llaman bichos de luz. Pero eso es porque no están enamorados. Cuando se enamoren, ya van a ver como las llaman luciérnagas.

viernes, enero 27, 2006

La pausa son 4 segundos

Me acuerdo que la descubrí por un amigo (el mismo que me inicio en el fabuloso mundo de Wimpi) y el primer número que leí era "¿Jugás?" que venía en la revista Ultra nº 3. Efectivamente me reí mucho y a partir de esa iniciación corrí desesperado a buscar los demás números de la extinta historieta: 4 segundos.

Salieron 7 números por la editorial Pipabang, entre el '99 y el '00, y el último, ¡la puta madre!, no lo conseguí. La historieta cuenta aventuras cotidianas y graciosas de cuatro amigos: Marcos, Aníbal, Terli y el Zurdo. Los temas centrales son el sexo y la joda, ambos resumidos en la remera que el Zurdo se pone cuando se juntan con las minusas: una remera de Baywatch con Pamela Anderson en malla apretada y sensual. No pienso contar más porque a pesar de que hay algunas continuidades (Marcos enamorado de Marina que lo cree: depravado sexual, homosexual, etc.), cada episodio es diferente al otro y en cada uno se trenzan historias que van desde la reunión en la pizzería del ruso que se parece a Stalin a un fin de semana en Las Toninas con un japonés-argentino nacionalista. Celebro fervientemente la existencia de 4 segundos y es una lástima que haya tenido una vida tan corta. Los invito a buscar las historietas en algunas comiquerías, todavía se consiguen y encajan muy bien en los tiempos muertos que de alguna forma u otra tenemos que soportar.

Páginas web: http://4segundos.4t.com/home.html
http://www.historieteca.com.ar/4segundos/4segundos.htm

martes, enero 24, 2006

Mark en el espacio - Mariana Souzzo

A pesar de compartir durante un par de años el mismo taller de poesía conozco a Mariana Souzzo realmente poco. Pero a su poesía, le vengo siguiendo el paso desde hace tiempo y con cuidada atención.

Varias veces intenté publicarla en las revistas literarias en las que participé, pero parece que los editores de hoy en día no publican a jóvenes poetas, salvo que lleguen a la redacción con cariñosas cartas de presentación o un par de libros publicados bajo el brazo.

Me desquito aquí y dejo el link a su último trabajo, que me parece sinceramente fantástico.

www.markenelespacio.blogspot.com

sábado, enero 21, 2006

86 años de cine...

En el Malba se está desarrollando durante el mes de Enero una retrospectiva del director francés Eric Rohmer. Como sólo había visto hasta el momento fragmentos de sus films y recibido algunos comentarios aislados, en una tarde calurosa donde el aire acondicionado del museo funcionó como salvador (y provocador de resfrío) pude ver dos películas de su amplia filmografía: “4 aventuras de Reinette y Mirabelle” y “El árbol, el alcalde y la mediateca”.
El director que integró la mítica revista Cahiers du Cinéma y nació en 1920, tuvo una fuerte actividad previa a la realización, como crítico y profesor de literatura; y fue el primero en realizar las hazañas experimentales del grupo francés.
Hay en estos dos films algunos puntos sobresalientes que me interesa ensayar ya que tal vez definan algunos rasgos del estilo de Rohmer.
El tiempo y el espacio de ambas películas se construye a través de elementos rígidos, como son por ejemplo los separadores con letras y músicas infantiles, que van advirtiendo lo que sucederá en la acción y construyen una fábula. Por otro lado, los espacios se repiten en ambos films y están inmersos dentro de la oposición campo-ciudad / ciudad-campo, aunque cuidando que en esa repetición en el tema no se repitan los ambientes.
Sin embargo, creo que está rigidez con algunos elementos le permite profundizar sobre otros. Por ejemplo, los vínculos entre los personajes, el contenido político de lo que viven y discuten; o el humor dentro de la retórica francesa. Así, basándose en un tono irónico y de escenas absurdas, construye duos de personajes entrañables como la amistad entre las dos jóvenes en “4 aventuras…” o la oposición entre los oratorios alcalde y rector de “El árbol, el alcalde…”.
Por último, dentro de esta fuerte caracterización de personajes (me sucedió con Reinette y Mirabelle lo mismo que cuando en una novela no queremos que termine para no abandonar a los personajes), toca con profundidad discusiones que no pierden actualidad: la extraña configuración de los partidos políticos, los límites de la moral frente a la pobreza y el robo, las mercancía en el arte, etc.; y realiza una radiografía de la convivencia de la formas de vida y el pensamiento urbano junto a la de los pequeños pueblos campesinos.
Finalmente, percibo claras diferencias en la etapa de rodaje de ambos films. Por un lado, hay un rodaje liviano e improvisado en “4 aventuras…”, y por otro una filmación estructurada a partir de los textos, personajes secundarios o escenarios fijos en “El árbol…”.
Seguiré concurriendo, ya que estas son simples ideas en un simple ensayito sobre el estilo de este director. Por el momento, pueden encontrar más información del ciclo en http://www.malba.org.ar y una entrevista con el director en http://www.revistasculturales.com/articulosLeer.php?cod=182

 

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