viernes, julio 30, 2010

Ludmeriando


El 2010 de Ludmer viene agitado: publica, por fin, nuevo libro (Aquí América Latina : una especulación (Eterna Cadencia, 2010)) y abre su página web personal. La web es una joyita: info sobre sus libros (Cien años de soledad: una interpretación se puede bajar gratis); una selección de entrevistas;y, lo más interesante a mi parece, una selección de artículos desde los principios de su labor como crítica hasta la actualidad. Recórranla, disfrútenla y esperemos que comience a actualizar su blog.

jueves, julio 29, 2010

Germán Rozenmacher no fue un one hit wonder (III)


En 1972, la revista Macedonio, bajo la dirección de Juan Carlos Martini y Alberto Vanasco, publica su número 12/13 y lo dedica a Germán Rozenmacher (recordemos que el escritor de "Los ojos del tigre" había fallecido en 1971). El homenaje estaba formado por los siguientes artículos y textos: dos lecturas críticas ("Los cuentos de Germán Rozenmacher: un esbozo crítico"de Juan Carlos Martini; "La narrativa de Rozenmacher" de María Angélica Scotti), una semblanza ("Germán Rozenmacher: un testimonio") y dos textos del propio Rozenmacher recuperados (el cuento "El misterioso señor Q" y el artículo "Teatro argentino: nacionalizar a toda costa").
A continuación, reproduzo el delicioso cuento de Rozenmacher, "El misterioso señor Q", en mi odisea por recuperar su cuentística y demostrar que no sólo escribió "Cabecita negra". El cuento en cuestión es una reescritura de "La muerte y la brújula" de Borges en un contexto de espionaje industrial y conflictos sociales. Que lo disfruten.  

El misterioso señor Q (Germán Rozenmacher)

Este relato fue publicado en el semanario Siete Días bajo el título de "El misterioso señor Q o el espionaje industrial en la Argentina". Llevaba intercalada una nota periodística realizada por Rozenmacher sobre el asunto. Primeramente el personaje se llamaba K. V., iniciales de un ministro que luego pasó a ser alto directivo de un monopolio internacional. No fue incluido en sus Cuentos completos.

El otro auto seguía atrás, en el espejo retrovisor, ni más lejos ni más cerca que al comienzo de la tarde; Rolo Sánchez, casi con odio, apretó el acelerador. Pero, ¿qué era esa persecución, en qué país vivimos? El nervio de la muela empezó a latir; enloquecido, Rolo Sánchez entró al túnel con techo enjoyado de luces, que atravesaba las colinas ralas tras las cuales se guarnecía la ciudad de Villeneuf. Absurdos túneles innecesarios: ¿no se podían volar las colinas con dinamita? Eso sería mucho más barato y práctico. Pero no: Villeneuf estaba orgullosa de sus túneles; nombre absurdo y petulante —Villeneuf— que no alcanzaba a disimular el olor a podrido, a curtiembres y mataderos que bordeaban esa enorme y sombría ciudad. El auto blanco lo seguía sin apuro, con algo de amenaza que Rolo no entendía bien. "Desde que usted me llamó empezaron a seguirme", le diría a ese viejo maniático. "Exijo garantías", sería lo que iba a gritarle. Habitualmente, el sutil oficio de espía industrial es muy apacible, protegido, burgués, casi aceptado en los esotéricos círculos de las grandes corporaciones industriales —como Alpha y Beta, por ejemplo—, que lo cultivan como un defecto virtuoso. Sin embargo —y Rolo Sánchez no era impresionable—, esa semana, en alcantarillas distintas habían aparecido los cadáveres de tres colegas menores: un escribano, vocero del mesurado Club de los Estancieros; un deán famoso por su buen sentido y un dirigente de los obreros de las curtiembres, por cuyo tino se evitaron varias huelgas; todos habían prestado servicios que apenas merecerían figurar en la antología del espionaje industrial. Y además estaba ese fatídico triángulo rojo multiplicado infinitamente sobre paredes de ladrillos, puertas de corralones, persianas de almacenes y boliches. Un triángulo indescifrable que tal vez pretendía anunciar catástrofes: cualquiera podía ser el próximo. Un aire de fatalidad corría, como una peste imprecisa, por las calles. Rolo Sánchez estuvo a punto de frenar ante una de esas casas bajas con balaustradas en la azotea, ángeles carcomidos en el frontispicio, pasillos con remotas pero adivinadas puertas canceles: tenía sus papeles en orden; su solo nombre, en el Bureau de la Seguridad, podía ser suficiente para abrir puertas, interesar a ministros, mariscales, prefectos. Pero no era prudente; en estos días mejor no aventurarse con interpelaciones a autos blancos.

miércoles, julio 28, 2010

Cholulez literaria


Parece que la novela sale en septiembre. La primera parte de la reseña me hace acordar a cierta narrativa argentina de los 60-70 que daba cuenta de la vida en las provincias; pienso en particular en Haroldo Conti, en Daniel Moyano (pónganle un cuento como "A lo largo de esa calle que da al río"; si no lo leyeron, háganlo) o en Rodolfo Walsh (pónganle "Fotos" y "Cartas"). Veremos qué nos depara la nueva novela de Piglia con la que viene amagando hace tiempo...


"En esta extraordinaria novela, Ricardo Piglia se confirma, incontestablemente, como uno de los escritores mayores en lengua española de nuestro tiempo. Tony Durán, un extraño forastero, nacido en Puerto Rico, educado como un americano en Nueva Jersey, fue asesinado a comienzos de los años setenta en un pueblo de la provincia de Buenos Aires. Antes de morir, Tony ha sido el centro de la atención de todos, el admirado, vigilado, diferente pero también el fascinante. Había llegado siguiendo a las bellas hermanas Belladona, las gemelas Ada y Sofía, hijas de una de las principales familias del lugar. Las conoció en Atlantic City y urdieron un feliz trío sexual y sentimental hasta que una de ellas, Sofía, «quizá la más débil o la más sensible », desertó del juego de los casinos y de los cuerpos. Tony Durán continuó con Ada y la siguió cuando ella volvió a la Argentina, donde encontró su muerte. A partir del crimen, esta novela policíaca muta, crece, y se transforma en un relato que se abre y anuda en arqueologías y dinastías familiares, que va y viene en una combinatoria de veloz novela de género y espléndida construcción literaria. El centro luminoso del libro, cuyo título remite a la cacería nocturna, es Luca Belladona, constructor de una fábrica fantasmal perdida en medio del campo que persigue con obstinación un proyecto demencial. La aparición de Emilio Renzi, el tradicional personaje de Piglia, le da a la historia una conclusión irónica y conmovedora. Situada en el impasible paisaje de la llanura argentina, esta novela poblada de personajes memorables tiene una trama a la vez directa y compleja: traiciones y negociados, un falso culpable y un culpable verdadero, pasiones y trampas. Blanco nocturno narra la vida de un pueblo y el infierno de las relaciones familiares."

Berni en el Bellas Artes


Hasta el 12 de septiembre de 2010 el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires (Avenida Libertador 1473 - Capital Federal) expondrá una muestra de Antonio Berni que consta de 31 obras entre las que se encuentran Autorretrato con cactus (1934), La mujer del sweater rojo (1935), Manifestación (1934), Desocupación (1934) y Primeros pasos (1936). La entrada es libre y gratuita.

lunes, julio 26, 2010

Detrás de los personajes


Animation backgrounds es un blog con una ideal genial: recuperar los fondos de las películas de animación, fondos que muchas veces crean el ambiente y el entorno de los dibujos animados. Visítenlo, es increíble lo que suele pasar desapercibido por dirigir nuestra mirada sólo a los personajes en movimiento.

No se dejen estafar, chicas (ACTUALIZADO)

Me vengo a enterar de que me engrupió el narrador: los corchetes son un recurso que él mismo dispone en la narración. En fin, disculpen mi inútil desconfianza y lean con tranquilidad la edición de pocos pesos de Historia del llanto. Dejo un fragmento de una entrevista donde menciona el asunto de los corchetes:

"-Las diversas partes de la novela están interrumpidas por corchetes con puntos suspensivos, y cada una de esas unidades tiene además un largo aliento que se sostiene del principio al final. ¿Cómo fue la escritura del libro?

-Hubo muchas interrupciones. Pero una cosa es el tiempo en que se desarrolla la escritura, que fue un tiempo discontinuo, y otra el tiempo interno de la frase, que sí es continuo. Mi ideal es que el libro se lea de un tirón, literalmente: tomás el tren en Retiro, empezás a leerlo y terminás de leerlo en Tigre. Creo que si no lo leés de ese modo, lo dejás. Insisto en que esta es una nouvelle, en el sentido específico del género nouvelle . Lo ideal para mí es que la novela parezca escrita en una sola frase."

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Un tiempo atrás, en una serie de posts sobre la edición de Cuentos para tahúres de Walsh a cargo de Ediciones de la Flor, me quejaba por las promesas incumplidas y por las horribles erratas de ese libro y del resto de la obra de Walsh en esa edición particular.
(Lo que sigue es información incorrecta y obsoleta)
Ahora, unos fines de semana atrás, cometí el error de comprar la edición de Historia del llanto de Alan Pauls que publicaron en conjunto Página/12 y Anagrama a un precio irrisorio. Ahora bien, cuando me dispongo a comenzarlo y habiendo leído unos tres párrafos, me encuentro, decepcionado, con mi buen amigo el "[...]" (corchete con tres puntos) que me indica que la obra ha sido prolijamente recortada para ser vendida a ese precio irrisorio y para entrar en ese formato mini-pocket. Bien, mi enojo se debe a que en ningún lado del objeto-libro que tengo en mis manos señala que se trata de una obra "recortada" o "adaptada" o "resumida" y, sin embargo, lo está. Y, por otro lado, me pregunto con qué criterios habrán manipulado la obra de Pauls, qué habrán sacado, qué no y por qué lo habrán hecho. En fin, chicas, como decía Lita, no se dejen estafar, no todo lo que brilla es oro.

domingo, julio 25, 2010

Dos presentaciones dos


Por un lado, dos de los muchachos de El Mate Tuerto presentan sus libros. Felicitaciones y ya los estaremos leyendo.


Por otro lado, eminencias de la crítica vernácula leen y discuten Musulmanes de Mariano Dorr.

sábado, julio 24, 2010

¡Oíd la voz del sentido común! (2)

Visto y oído en un noticiero argentino en referencia al casamiento de Andrés Calamaro:
De la apología a las drogas a la libreta de matrimonio
¿Qué nos habrá querido decir la sabia voz del sentido común? ¿Se nos adecentó Calamaro? ¿Ha dejado de publicitar las drogas para convertirse en un hombre de familia hecho y derecho? Allá en el pasado oscuro, los estupefacientes y el descontrol; acá en el presente dorado, el matrimonio corrector. y la libreta. Tiembla "sexo, drogas y rock&roll" y se convierte en "anillo, familia y rock decente". ¿Que así sea?

viernes, julio 23, 2010

Imperios lingüísiticos y plurilingüismo en los tiempos de globalización

Copio:

"El Programa de Capacitación en ELSE del Laboratorio de Idiomas y el Instituto de Lingüística de la Facultad de Filosofía y Letras (Universidad de Buenos Aires) tienen el agrado de invitarlos a la conferencia que el profesor Rainer Enrique Hamel (Universidad Autónoma Metropolitana, México) dictará el próximo miércoles 28 de julio a las 18:00 horas sobre el tema “Imperios lingüísticos y plurilingüismo en los tiempos de globalización”.
La conferencia tendrá lugar en la sede del Instituto de Lingüística.

Resumen
Se revisarán las grandes tendencias del sistema de lenguas a nivel mundial: la creciente hegemonía del inglés y la posible muerte del 50 a 90% de las lenguas del mundo. Se estudiarán los modelos explicativos más destacados y sus fundamentaciones ideológicas (Kachru, Crystal, de Swaan, Calvet, etc.) y se establecerá una relación con el debate sobre el surgimiento de un Imperio que disuelve los estados nacionales (Hardt y Negri) frente a la tesis de la persistencia del imperialismo en el campo del lenguaje (Phillipson, Skutnabb-Kangas, Mülhäusler, Hamel). Se discutirán las perspectivas de diferentes sistemas plurilingües en el mundo.

El doctor Rainer Enrique Hamel (http://www.hamel.com.mx) es profesor-investigador titular en la Universidad Autónoma Metropolitana (México). Sus estudios se centran en las áreas de la antropología lingüística, la sociolingüística, la lingüística aplicada y las políticas y planificación del lenguaje.
Actualmente, dirige los proyectos “Comunidad indígena y Educación Intercultural Bilingüe” (CIEIB) y “Políticas del lenguaje en América Latina” (ALFAL). Entre sus últimas publicaciones, se destacan “La noción de calidad desde las variables de equidad, diversidad y participación en la educación bilingüe intercultural” (2009), “Las políticas del antisemitismo, la libertad de prensa y las redes de poder” (2009), “La globalización de las lenguas en el siglo XXI” (2008), “Bilingual education for indigenous communities in Mexico” (2008), “Plurilingual Latin America: Indigenous languages, immigrant languages, foreign languages - towards an integrated policy of language and education” (2008) y “The dominance of English in the international scientific periodical literature and the future of language use in science” (2007).

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Instituto de Lingüística
Facultad de Filosofía y Letras
Universidad de Buenos Aires
25 de Mayo 217/221, 1°
(C1002ABE) Ciudad Autónoma de Buenos Aires
República Argentina
TE: (5411) 4342-9710/9718, int. 103
institutoling@filo.uba.ar"

Literatura chilena for export


El Premio Nacional de Literatura de Chile tiene dos candidatas: Isabel Allende y Diamela Eltit. Acá, un interesante post sobre qué hay en juego detrás de cada autora: literatura y mercado o literatura y academia. Mmm, no sé con qué me quedó, eh...

jueves, julio 22, 2010

Palabras vanas

Si este diagnóstico [el de Paolo Prodi en El sacramento del poder], en alguna medida, es cierto esto significa que la humanidad hoy se encuentra frente a una disyunción o, al menos, a un debilitamiento del vínculo que, a través del juramento, unía al viviente con su lengua. Por un lado se halla ahora el viviente, cada vez más reducido a una realidad puramente biológica y a una vida desnuda; y por otro lado, el hablante, separado artificiosamente de él, a través de una multiplicidad de dispositivos técnico-mediáticos, en una experiencia de la palabra cada vez más vana, a la que no puede hacer frente y en la que algo como una experiencia política se vuelve cada vez más precaria. Cuando el nexo ético -y no simplemente cognitivo- que une las palabras, las cosas y las acciones humanas se quiebra, se asiste en efecto a una proliferación espectacular de palabras vanas por un lado y, por otro lado, de dispositivos legislativos que tratan obstinadamente de legislar cada aspecto de aquella vida que ya no parecen poder capturar. La edad del eclipse del juramento también es la edad de la blasfemia, en la que el nombre de Dios pierde su nexo viviente con la lengua y sólo puede ser proferido "en vano". (p. 109)
Fuente: Agamben, Giorgio (2010): El sacramento del lenguaje: arqueología del juramento, Buenos Aires, Adriana Hidalgo.

miércoles, julio 21, 2010

The Spectator, ilustraciones


Hace unos años, un blog se encargó de digitalizar una estimulante publicación inglesa del siglo XVIII llamada The Spectator. En ésta, se mezclaban una miscélanea de textos al mejor estilo Selecciones pero con una prosa formidable. En el blog The Spectator, los ejemplares de la pequeña publicación eran acompañados por una serie de ilustraciones alusivas, creadas especialmente para el blog y que ahora se exponen en la Manzana de las Luces en la Ciudad de Buenos Aires.
Acá, la explicación de qué era The Spectator.
Acá, un índice con los números digitalizados.

martes, julio 20, 2010

Oglaf


Oglaf, humor gráfico entre reyes, príncipes y monstruos. Una joyita.

Visto en fluzorama.

lunes, julio 19, 2010

¡Oíd la voz del sentido común! (I)

Leído en una carta de lectores al diario Clarín, el viernes 16 de julio:
La aprobación de la ley del "matrimonio gay" nos envuelve a millones de argentinos en una inmensa tristeza y vergüenza. Millones dijimos "no" a esta ley, hecha "entre gallos y medianoches". Sin embargo, nuestros representantes dijeron "sí", en forma atropellada al deseo del pueblo. 
Oh, sí, ¡cuánta razón tiene la voz del sentido común! Contra incontables millones de argentinos tristes y avergonzados que dijeron "no" con voz cautelosa, vencieron los otros, los no-argentinos, los que sedujeron a nuestros representantes por encarnar el puro deseo, esos a los que llamamos "pueblo". Con la aprobación del matrimonio gay, nos dice la voz del sentido común, no triunfaron los homosexuales, triunfó el "deseo del pueblo", fuerza que atropella. Que así sea.

sábado, julio 17, 2010

"¿Qué historia es ésta?": sobre La vida entera de Juan Martini (3)

Post anterior: "¿Qué historia es ésta?": sobre La vida entera de Juan Martini (1)
"¿Qué historia es ésta?": sobre La vida entera de Juan Martini (2)
De acuerdo, había dicho la voz gangosa de ella me interesa la oferta Oriental, te llamás así ¿verdad?' te llaman así, ¿no?, eso es lo que me dice el Pastor, pero el Pastor miente tanto, se ha pasado la vida mintiendo, engañando, y sin embargo no es un mal tipo, yo sé que puedo confiar en él, bueno che, ¿qué esperás?, ¿no te dije ya que estoy de acuerdo?, vení acá, vení, ¿o tenés asco, tenés miedo, qué tenés?, apenas distinguía sus formas, mareado por un olor penetrante, pestilente, a tientas, avanzando lentamente, sin saber cuándo se llevaría algo por delante, en qué momento tropezaría con una de aquellas piernas monstruosas, ahogado en la oscuridad, sudoroso: húmedas, rancias nubes caían sobre él mientras ella hablaba, las nubes amargas, tibias de su aliento, veía moverse dificultosamente algo en las sombras, una mano de ella llamándolo, aquello era una de sus manos, lenta, pesada, enorme, se derrumbaría bajo su peso, le obligaría a sumirse en ella, en sus cavernas, y cuando le faltase el aire no tendría más remedio que respirar los nauseabundos vahos de aquel cuerpo, y cuando la sed que ya le hinchaba la lengua fuese inaguantable debería beber el sudor y las segregaciones, saciarse con aquellas substancias porque quizás sólo en ellas estaba la salvación, el regreso, la conservación de la vida, la identidad, como si se tratase de sacramentos infernales, divisaba en las sombras la inmensa forma del cuerpo desnudo que ocupaba casi por entero la habitación, los blandos rollos de grasa, la opulencia de los pechos, la negritud de los pezones grandes como higos, con horror percibía os ojos, la nariz y la boca de ella en medio de una bola de sebo, hundidos casi en los pliegues y repliegues de la carne y la grasa, la obscena sonrisa en la boca esperándolo, el turbio fulgor de la mirada, vení, vení Oriental, no tengás miedo, él avanzaba, extendía un brazo, sus dedos penetraban en una piel húmeda, aceitosa, y tardaba en comprender que aquello que latía contra su mano eran bulbos varicosos, pero lo sabía al escuchar la voz gangosa, desvanecida ahora como en una especie de creciente éxtasis: sangro por ahí, por todos lados, de mis orejas sale siempre cera, mirá, tocá, le llevaba la mano a las orejas, al cuello, y aquel tacto espeso, tibio, que embadurnaba la piel de ella le producía náuseas, espanto, vení, vení, besame, me quemo por dentro, mi cuerpo no tiene límites, nunca viste algo como yo, estoy segura, y nunca harás con otra mujer lo que vas a hacer hoy conmigo: era sumergido entre los pechos, hundido en la blandura del vientre, las piernas perdidas en el abismo entre los muslos, desesperado en la cima blanda y voraz de una masa que lo sorbía hacia su interior y advertía que la boca de ella lo buscaba, las manos le atenazaban la cabeza, lo alzaban, los labios se abrían y se cerraban sobre su boca y su nariz, aspiraban y bebían de él, era lamido y succionado, su lengua presa de enérgicas encías desdentadas, su piel herida por uñas, garras afiladas, su sexo aprisionado por una mano compulsiva, sus testículos estrujados rabiosamente, mientras ella reía, sollozaba, se revolvía, una mezcla de sangre, sudor y aceite impregnaba su espalda cuando una gruesa pierna le sujetaba la cintura, lo oprimía, y entonces lejano, como un difuminado recuerdo, llegaba hasta la habitación un murmullo de quejas, de voces, de crujientes camas, los lamentos de mujeres castigadas, un patético y estremecedor arrullo cuando la inmensidad de aquel cuerpo lo devoraba y una débil luz azul era la evocación de las profundidades del mar del castigo, seno habitado por feroces imágenes, hambrientas fauces, pustulosas llagas de la piel de ella corrosivas como ácidos en su pie!, en el fondo de una cueva dos brasas verdes, amarillentas, herían su mirada, y sin moverse de su sitio, sin alzar las manos, el puma le desgarraba el vientre y sus visceras se derramaban, ella reía, sonora, groseramente, el cuerpo convulso, las segregaciones multiplicando su caudal, haciendo de la masa informe del cuerpo una untuosa, indefinida ciénaga, la cabeza nuevamente atenazada, la boca por un instante libre respirando un aire fétido pero indispensable: era empujado, era enviado hacia la unión de los muslos, hacia la oscura grieta, y al ser introducido en ella un flujo ardiente le quemaba los ojos, las orejas, los labios, sanguinolentos vahos lo asfixiaban y comprendía que sólo introduciéndose hasta el fondo de aquella gruta podría obtener nuevamente la vida, bebiendo la amarga sangre derramada por una incierta fuente, bebiendo esa miseria y ese don, sin remedio, la cabeza totalmente hundida en ella y ella estrechando los muslos, frotándose contra su cuerpo, retorciéndose en violentos temblores, aullando y riendo cuando él lamía, bebía su sangre en el origen de la sangre, bajo la salvaje mirada de un puma que acecha en lo más profundo de la cueva y el estertor de ella era el signo de la saciedad, del fin, ya lo sabés todo Oriental, quien hace esto conmigo descubre el secreto fundamental: caía a un costado, exhausto, vomitaba, se arrastraba por el suelo y volvía a caer: me gusta esa chica, Lengua de Fuego, el Pastor la trajo para que la viera, tiene pasta, sí, es un poco arisca pero ya le vamos a enseñar, estamos de acuerdo ahora vos y yo, Oriental, había dicho Encarnación. (“Encarnación”, pp. 182-185)

Fuente: Martini, Juan (1987 [1981]): La vida entera, Buenos Aires, Legasa.

viernes, julio 16, 2010

Y después...

Copio las últimas preguntas de "El espacio de la orgía. Una conversación con Néstor Perlongher" realizada por Osvaldo Baigorria para El Porteño, número 43, 1985. Recordé esta entrevista al enterarme de la buena noticia de la aprobación del matrimonio gay en el Senado. ¡Enhorabuena!
[...]

¿[El sida] Viene a prohibir la sodomía?
En realidad lo que se viene a prohibir es la promiscuidad. Ojo, que el poder no está planteando la abstinencia. Lo que se está estimulando es la monogamización y familiarización de los perversos.

La pareja, sea gay o hetero. La relación "limpia".
Claro. O sea, los promiscuos ya teníamos una relación con el poder médico vía las enfermedades venéreas. El descubrimiento de la penicilina de algún modo sacó fuera de la cancha el último obstáculo de la indiferenciación sexual. Entonces, en una clínica en Brasil a mí me ponen: "Sexo: promiscuo". Vas a hacerte un examen, porque te pescaste una gonorrea, por ejemplo, y te preguntaron: "¿Cómo se la agarró? ¿Conoce con quién tuvo la relación...?" Y si no conocés, sos promiscuo. A mí nunca se me había ocurrido que entraba en esa categoría. A partir de entrar ahí, descubro que —aparentemente— tengo "otra" sexualidad. Y esto me ha servido para aclararme las cosas a mí mismo. Porque de alguna manera yo seguía pensando en la ilusión conyugal, que en el ghetto gay era más o menos así: la represión de la homosexualidad tenía, como compensación, la ilusion de que el sujeto no tenía pareja porque la homosexualidad estaba prohibida. Retirada la prohibición, el sujeto podía realizar su felicidad conyugal. Entonces el sida pone las cosas en su lugar, porque te permite descubrir que vos tenías "otra" sexualidad negada; porque la promiscuidad siempre fue considerada algo sucio, pasajero, nómade. Por eso yo veo a la promiscuidad como punto de resistencia, o por lo menos, punto a través del cual se puede resistir.

¿No puede ocurrir con la promiscuidad lo mismo que con la homosexualidad? ¿Una nueva integración, una nueva delimitación de territorios?
Bueno, el problema es que si nosotros ya no podemos hacer política de certezas, habría que ver cada situación concreta. Evidentemente, todos esos gigantescos ideologemas (la Gran Revolución, la Gran Liberación, la Identidad Sexual) no son de una utilidad muy valiosa, y en verdad resultan sospechosos a esta altura de las cosas. Lo que pasa es que con la integración de la promiscuidad la cosa no es tan fácil, porque, ¿dónde va a parar la familia? O sea, en toda esta cosa de la revolución sexual, quedó la familia; reestructurada, más abierta, más progresista, pero quedó. Y lo que ahora se pretende es también familiarizar la homosexualidad. Entonces, esa promiscuidad que el sida deja como marginalidad total, como zona de exclusión, puede convertirse en un nuevo punto de resistencia. Porque el problema no es tanto la familia: ¿y el Edipo? ¿dónde va a parar con la promiscuidad? Y ahí pasaríamos de Foucault a Deleuze, tal vez.

¿Continuar cuestionando a la familia desde el espacio de la orgía y la promiscuidad?
El cuestionamiento siempre sigue siendo pertinente; lo que pasa es que ha sido ocultado por toda esa superficialidad, esa inflexión del cuerpo. El cuestionamiento iba en dirección a una multiplicación del placer, y al mismo tiempo una singularización de los sujetos, para que cada uno pudiese encontrar cuáles son sus puntos de goce, sin dejarse arrastrar por esa inflación corporal de dispositivo de sexualidad y sin dejarse seducir por las ilusiones de la represión. Estas ilusiones nos seducen con la de idea de que en la sexualidad hay un misterio terrible y que por eso está prohibida; a partir de ahí, creés que si se descubre ese misterio se encontrará la felicidad. Yo creo que en su momento, el gay liberation fue una manera de salirse de la familia, de nomadizarse. Y que luego el liberacionismo entra en contubernio con el dispositivo de la sexualidad, mediante la política de "asumirse".
Con el crecimiento del mercado, se precisa armar un sector gay, porque entonces la asunción discursiva pasa a tener un valor de diferenciación y crece el status en el mercado sexual. Asumirse como gay implica decir: yo no me acuesto con ése porque no es gay.

¿Qué se puede hacer con todo ese dispositivo? ¿Evitar ser categorizado en una minoría, es suficiente?
No sé, pero la cosa tiene que ser más de confluencia que de sectorización. Hoy tenés que trata de hacer movimientos lo más amplios posibles, movimientos que sirvan para soltar, y multiplicar las conexiones entre los cuerpos, no para disminuirlas. Y la cuestión sigue siendo encontrar alguna singularidad, algún punto de fuga y algún punto de goce. 

Fuente: Perlongher, Néstor (2004): Papeles insumisos, Buenos Aires, Santiago Arcos, pp. 277-279.

jueves, julio 15, 2010

Poesía post-peronista


poesía + música tecno + peronismo + Google = el peronismo (spam) by charly.gr

miércoles, julio 14, 2010

"¿Qué historia es ésta?": sobre La vida entera de Juan Martini (2)

Post anterior: "¿Qué historia es ésta?": sobre La vida entera de Juan Martini (1)
La luz del infierno es roja, debe ser roja, profundamente oscura, como la sangre de una mujer, devoradora, impiadosa, para descender con espanto hasta el último reducto, hasta el inviolable claustro de toda la verdad, allí donde ella es el origen, el fuego blanco, y la luz desesperada, enceguecedoramente blanca, y el calor de la muerte, íntimo, abrasador, incomprensiblemente doloroso porque aquél y sólo aquél es el momento de la más pura identificación, del más hondo reconocimiento, cuando ya no hay límites entre el cuerpo y los mares de fuego, cuando en lo más secreto del vientre del infierno el fin de pronto se abre como un nuevo abismo, un canal vertical de turbulentas y silenciosas aguas negras, más allá de su propia perfección final para fundar una forma definitiva, inmersa, inaprehensible, más allá del fracaso de toda búsqueda, de la búsqueda de toda muerte, de la muerte perpetuándose en las llamas negras de su seno, mucho más allá del bosque donde comienza el camino, del río que se introduce en ella, de las paredes rojas, húmedas, ardientes, mucho más allá de la bruma incandescente y blanca que de pronto se presenta como el fin pero no es el fin sino el comienzo de un infinito instante de comprensión ya inútil, los labios partidos en heridas al buscar su otra boca, la puerta del infierno, largos brazos que nacen en su vientre, el rumor de sus incendios acecha en las llamas negras de los ojos como penantes fantasmas que anuncian los peligros de su cuerpo, la pérdida que en su seno se produce, pero reflejando al mismo tiempo el deseo del invasor al reflejar su propio, insaciable deseo, el instinto de los animales de la muerte que esperan en la profundidad de los mares de fuego, pechos que atrapan las manos, bocas que sorben hasta la devoración, todas sus bocas, todos sus ingresos, todo su cuerpo dócil, abierto y complaciente, para recibir, para contener, para recoger los lastimosos restos de otro cuerpo que otras aguas, otros fuegos, otras ausencias arrojan como un despojo frente a sus puertas, para ser besado por una lengua que conozca la verdad de todos los misterios, para dar sentido a la febril agonía del cuerpo al caer sobre su cuerpo dócil, muslos abiertos, boca que humedece, manos que aferran el alma endurecida de la última batalla para conducirla hasta cada una de las bocas del infierno, una y otra vez, largos, hondos abismos que conducen siempre al claustro del fuego blanco, al nacimiento del canal de aguas altas y negras, cavidades que lamen, sorben, se abren ante el invasor, fantasmas que revelan por una sola vez la intimidad de su cuerpo, largo cuerpo sobre un lecho de tierras vivas y aguas en reposo, mareas que lubrican la piel de sus brazos, de sus muslos, la curva de su espalda y de sus ancas, el olor intenso de su pelo en flameantes llamas negras. (“Noche y día”, pp. 74-75)
Fuente: Martini, Juan (1987 [1981]): La vida entera, Buenos Aires, Legasa.

martes, julio 13, 2010

Por una arqueología del pancho y la coca


Leyendo uno de los libros que reeditaron los muchachos de 17grises, Ciudades argentinas de Enrique Banchs, me encuentro con este fragmento como para iniciar una arqueología, al mejor estilo Foucault, del pancho y la coca electorales:
Hay que ver a la gente del pueblo en días de elecciones, como son éstos, y en un local de club político, esas pulperías con una bandera y un escudo al frente. Toda esa gente está embriagada y se amontona, vocifera y esputa en los corredores donde se gesta el destino civil. Obsequioso y farsante, el candidato va de grupo en grupo con una bandeja de empanadas electorales, pues parece que sólo cuando la comida les regurgita esa gente se siente con bríos para la magna obra cívica. Una vez más, el sistema representativo es una cuestión de estómago.

Fuente: Banchs, Enrique (2010 [1910]): "Tucumán" en Ciudades argentinas, Bahía Blanca, 17grises, p. 164.

lunes, julio 12, 2010

Derechos de Autor y Acceso al Conocimiento. Conferencia en Filosofía y Letras UBA

La Subsecretaría de Bibliotecas y la Subsecretaría de Publicaciones de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires invitan a la Conferencia del Profesor Dr. Pablo Ortellado (doctor en Filosofía por la Universidad de São Paulo y profesor de Políticas Públicas en la misma Universidad de São Paulo donde coordina el Grupo de Investigación en Políticas Públicas para el Acceso a la Información (www.gpopai.usp.br) , con la participación de la estudiante de la carrera de Letras de FFYL , Evelin Heidel, miembro de Fundación Vía Libre (www.vialibre.org.ar) y del Proyecto BiblioFyL (www.bibliofyl.com/BBF).

Conferencia sobre Derechos de Autor y Acceso al Conocimiento
Temas:

* Derechos de autor y la criminalización estudiantil.
* Derechos de autor y subsidios a la investigación.
* Derechos de autor en los contextos digitales.
* Derecho de autor en Brasil : El proceso de reforma de la ley de derecho de autor.

Jueves 15 de julio , a las 18 hs en el Aula 108 de Púan 480

Por más información:
Subsecretaria de Bibliotecas
Púan 480. Entrepiso. Bs.As., Argentina (C1406CQJ)
Tel:4432-0606 int 221

domingo, julio 11, 2010

La política de la estética (Jacques Rancière)

En esta conferencia brindada por Jacques Rancière en 2003 y publicada en 2006 en la interesante revista Otra parte es, en cierto sentido, un punto de partida para comprender su concepción de "política" y "arte". Así, a través del análisis de algunas obras de arte contemporáneo, Rancière vuelve sobre algunos puntos que ya había desarrollado en La palabra muda: ensayo sobre las contradicciones de la literatura pero esta vez en la búsqueda de las contradicciones de la "política del arte"; y, por otra parte, abre algunos puntos de discusión (la división entre política y arte; la heterogeneidad de "arte elevado" y "arte popular") con intelectuales como Jean-François Lyotard y Toni Negri. En fin, que lo disfruten.

La política de la estética (Jacques Rancière)

Nota de la edición: La versión original en inglés de "The Politics of Aesthetics" fue presentada en la Universidad de Aarthus en Dinamarca en 2003.

Comenzaré con un pequeño dato tomado de la actualidad de la vida artística. Una fundación belga, la Evens Foundation, creó un premio llamado Community Art Collaboration. El premio se destina a apoyar proyectos artísticos que estimulen "la invención de una nueva cohesión social basada en la diversidad de identidades". El año pasado, el proyecto premiado fue el que presentó un grupo francés de artistas llamado Campament Urbain. El proyecto, titulado Je et Nous, proponía crear en un suburbio pobre y estigmatizado de París un lugar especial, "extremadamente inútil, frágil e improductivo", un lugar de relevos, accesible a todos pero que sólo pueda utilizar una persona a la vez. De modo que un premio destinado al arte se le dio a un proyecto para un lugar vacío donde nada designa la especificidad de arte alguna. Y un premio dirigido a crear nuevas formas de comunidad fue otorgado a un lugar de una sola plaza. Es probable que algunos distingan en todo esto el carácter irrisorio del arte contemporáneo y de sus pretensiones políticas. Yo adoptaré el camino contrario. Pienso que este ejemplo menor puede llevarnos al corazón del problema.
Lo primero que nos recuerda es lo siguiente. No es que el arte sea político a causa de los mensajes y sentimientos que comunica sobre el estado de la sociedad y la política. Tampoco por la manera en que representa las estructuras, los conflictos o las identidades sociales. Es político en virtud de la distancia misma que toma respecto de esas funciones. Es político en la medida en que enmarca no sólo obras o monumentos, sino el sensorium de un espacio-tiempo específico, siendo que dicho sensorium define maneras de estar juntos o separados, de estar adentro o afuera, enfrente de o en medio de, etc. Es político en tanto que sus haceres moldean formas de visibilidad que reenmarcan el entretejido de prácticas, maneras de ser y modos de sentir y decir en un sentido común; lo que significa un "sentido de lo común" encarnado en un sensorium común.

sábado, julio 10, 2010

Cinema Verité


Visto en Linkillo.

viernes, julio 09, 2010

Me convencieron



Visto en mínimas.

jueves, julio 08, 2010

200 años de humor gráfico argentino


La muestra 200 AÑOS DE HUMOR GRÁFICO EN LA ARGENTINA estará desde el 1 de julio hasta el 29 de Agosto en el Museo de la Ciudad (Defensa 223 - Capital Federal), el horario es de lunes a domingos y feriados de 11 a 19 hs. Acá, pueden ver un catálogo y más info sobre la muestra organizada por el Museo del dibujo y la ilustración.

Visto en BOCADESAPO.

miércoles, julio 07, 2010

"¿Qué historia es ésta?": sobre La vida entera de Juan Martini (1)

Del corpus de la literatura argentina en los últimos años de la dictadura, esas novelas que, como Nadie nada nunca de Saer o Respiración artificial de Piglia, desplegaban distintos recursos y tramas para referir, de forma soslayada, al clima de opresión, persecusión y formas de resistencia que caracterizó a dicha época, digo, de ese corpus tan transitado, me gustaría volver a La vida entera (1981) de Juan Martini porque, de algún modo, propone una jugada diferente a las antes nombradas.
La novela de Martini propone una galería de personajes y de lugares vinculados con el margen (la villa del Rosario, la estancia del Alacrán, Encarnación), la cultura popular (el tango, la santería) y los divertimentos urbanos (los prostíbulos, el juego) que constituyen de alguna manera una red de poder (o, por qué no, de relaciones de poder) que tensa la narración, que crea intereses y bandos y que se reacomoda a medida que las páginas suceden. Así, el poder, el sexo y la muerte (atravesados todos por la pasión) son, como mínimo, tres ejes alrededor de los cuales se configura un mundo alternativo y marginal pero con suficientes conexiones con nuestra realidad, un mundo en el que diferentes personajes, escondidos detrás de sus apodos,  intentan sobrevivir en una atmósfera atávico-delictiva (Cortázar realiza un comentario muy acertado en la introducción a esta novela: es un policial sin la presencia de la policía). Por lo demás, el estilo con el que narra el autor de Cine es otro de los elementos que se destaca en La vida entera: lejos del objetivismo de Saer y del intelectualismo de Piglia, Martini nos propone un estilo que incorpora lo coloquial, lo oral, lo performativo, que coquetea con el discurso indirecto libre y que, a su vez, se mezcla con imágenes poéticas de una sensualidad muy lograda. 
En fin, ahí va un fragmento de La vida entera de Martini y en unos días, irán otros fragmentos más. Disfruten.

—Nos vamos a la ciudad grande —había dicho, con el mismo tono que a veces usaba para decir hoy nos tocan los corrales, y partían a controlar la hacienda, la forma en que las cosas se tienen que hacer, el cuidado que hay que poner en la faena, menesterosos, gente de mierda, que apenas el cuero de esta bestia vale más que ustedes y las familias de todos ustedes. Por eso, como hablando de animales, de las putas de su quilombo, de la lluvia, de la mujer de la noche anterior, Violeta, una puntana nuevita que me ha regalado Encarnación, dieciséis años y hay que ver qué cosa seria es esa pendeja en la cama, ganado de primera como quien dice, desde hoy se la podrán cojer todos ustedes, porque ya fue probada como corresponde por primera vez acá, que al fin y al cabo soy yo el que les da de comer a todos los que acá viven, qué tanto joder; por eso tal vez, por el tono, que fue el que solía utilizar para disponer, por ejemplo, me echan a ese fullero ahora mismo, no quiero volver a verlo, ¿entendido?, por la calma de aquella voz que sin embargo sus hombres reconocían mejor como un trueno dando otras órdenes, organizando la rutina, maldiciendo al cielo y al infierno, quejándose de su destino, él, el único capaz de hacer de esta tierra un lugar donde se pueda vivir como dios manda, como a mí me parece que debe gozar un hombre de su vida; por eso, por la severidad de la voz que envejecía, como su piel, su pelo y su mirada, fue tal vez que a los hombres se les hizo más difícil de creer aquello que oían y se produjo un silencio, el aire que entró por la bombilla, en el fondo del mate, fue como un ronco silbido que subrayó palabras semejantes.

martes, julio 06, 2010

Presentación Editorial Tamarisco

lunes, julio 05, 2010

De monstruos y pasiones


El monstruo, por ser tal, es in-clasificable, no-demostrable y excéntrico, no postula una lógica sino que la desbarata, atenta contra la demostración por su sola mostración. Menos que indicial se sostiene en la señal —fasta o nefasta— que lo revela en el momento mismo en que lo oculta.
La humanidad es un valor precario, siempre cuestionado, por la animalidad de la especie. La tarea de hacerse humano es el desalojo cotidiano de lo monstruoso. La monstruosidad no es exorbitante ni desorbitada: es desintegradora de lo humano. La monstruosidad y su exterioridad animal es nuestro destino de naturaleza del que el hombre quiere renegar y la historia combatir.
La crueldad se opone a la criminalidad: la primera es un dato psicológico; la segunda, palingenésico. En la Naturaleza, la crueldad se vuelve criminal: es ciega, neutra, atética. La conquista máxima es dejar de ser animal para ser hombre, pero la fórmula tiene su faz negativa: no ser hombre, sino dejar de ser animal. La ideología explícita es atentatoria, reconoce la animalidad sorpresiva que recorta los actos humanos y tiende a humanizarlos. Para ello emplea el látigo, la exacción, la brutalidad, la prisión. La humanidad es una coartada
del animal que se percibe, como en los zoológicos, por el olor.
Qué bueno seguir encontrando textos de Nicolás Rosa en la web: De monstruos y pasiones.

domingo, julio 04, 2010

Arte sacro



Cover de Absolute All Star Superman de Grant Morrison y Frank Quitely. Divino.

sábado, julio 03, 2010

La novela familiar (entrega 6)


Prólogo a De Sarmiento a Cortázar (David Viñas)

Por cierto: es imprescindible estudiar los textos marxistas, pero sin olvidar jamás de verificarlos
con la realidad de nuestro país. Los libros son necesarios, pero debemos criticar enérgicamente
su santificación si nos aleja de nuestra realidad concreta.
Mao, Contra el culto del libro.

El sistema burgués se viene abajo. No se necesita tener un oído muy alerta para advertir ese estrépito ni se trata de adoptar elocuentes ademanes proféticos para señalarlo. Se consigna un hecho. Eso es todo. Lo único nuevo es que ese proceso ya no se sitúa a lo largo de las borrosas avenidas de Petrogrado ni entre las orillas de Yantsé o por los alrededores del Caribe. Es aquí donde acontece, en el Río de la Plata, entre nosotros.
Este libro parte de ese hecho. Y las razones son varias: la primera, para subrayar ese fenómeno con objetividad y, si cabe, contribuir con sus textos a acelerarlo, porque a nadie se le escapa que el proceso de desintegración puede prolongarse años. Si en algo la burguesía conserva su pericia es precisamente en el mantenimiento de cadáveres. La segunda razón: este final módico y ruidoso va marcando el cierre de un circuito principal que es el eje para una primera aproximación al proyecto, realización, matices, niveles, contradicciones, apogeo, crisis y sobrevivencia de la Argentina como país burgués. En tercer término, ese eje también me sirve como hilo conductor de este libro, lo que no quiere decir que toda la problemática se reduzca a una suerte de causalismo único. No. Lo que se propone en este libro no es una explicación sociológica sino una lectura política de la literatura de nuestro país entendida como un texto único, corrido, donde la burguesía argentina habla. Y que quede claro: esta lectura no excluye otras, sino que las implica, esboza, promueve y necesita.
Incluso, esta perspectiva que privilegia una actitud crítica —y una andadura periodística y polémica— que en el momento actual considero prioritarias se lleva a cabo en este primer tomo en tres flexiones: 1) a través de los "modos de ser" concretos en que el modelo de escritor burgués propuesto en 1837 se ha ido encarnando hasta hoy; 2) verificando esas inflexiones en la constante temática del viaje a Europa que pone en juego —a partir de un desnivel entre un país dependiente y los centros imperiales— las fantasías de aquel intelectual por despegarse de la tosca particularidad de su país con vistas a "salvarse" en el recinto ideal de los universales; 3) recuperando la visión del mundo inherente a ese intelectual y a su viaje en la interna correlación de sus textos donde las figuras de los "niños" y de los "criados favoritos" condensa, en último análisis, la perspectiva de excepcionalidad elaborada por el escritor "elegido" frente a su comunidad, entre "el diferente" y lo homogéneo, entre amos y esclavos.
Pero la prioridad otorgada a una lectura política no excluye su fundamentación en otros niveles; de esas perspectivas y del vaivén entre textos, texturas y contextos se ocupan los tomos siguientes:
2. El liberalismo: negatividad y programa.
3. Indios, paraguayos y gauchos.
4. El apogeo de la oligarquía.
5. La crisis de la ciudad liberal.
6. Señores, bohemios y anarquistas.
7. Yrigoyenismo, clases medias y vanguardia.
8. La década infame.
9. El peronismo.
10. Del 55 al 70.
Pueden resultar intimidatorias las dimensiones de esta lista, pero su razón de ser no se inscribe en ningún cielo inaccesible: yo cobro por cada entrega a mi editor cien mil pesos. De eso vivo. Es la utilización de un intersticio privilegiado cada vez más en deterioro. Se me ocurre al releer: quizá suene a fanfarronada, pero es voluntad de demitificación de un trabajo tradicionalmente santificado. Además, se pensó en la conveniencia que las mil quinientas páginas ya escritas del texto en su totalidad fueran parceladas en diez tomos para que la adquisición por parte del público que me interesa resultase menos costosa. El mercado siempre está presente; la cosa es ni eludirlo mágicamente ni dejarse atrapar; operar con él, trazarse una táctica, política, grupal, tratando de que sea lúcida y eficaz.
Mil quinientas páginas de texto. Sin duda que además de intimidatorio o frenético tiene un aire omnipotente. Dos cosas por lo menos: soy conciente que el manejo de un material masivo como el de la literatura argentina que se abre sobre 1837 hasta llegar a 1970 requiere un trabajo en equipo. Lo he reclamado muchas veces, esa necesidad se esboza en cada una de las hipótesis planteadas y lo solicito explícitamente en el interior de este primer tomo proponiendo la nueva alternativa de una literatura socialista con fronteras: criticando al dogmático "realismo socialista" y al acomodaticio "realismo sin fronteras" postulo una doble inversión y una posibilidad que apunte a un método y a un campo de trabajo. Esa es la primera. Y la segunda: este libro se empezó a escribir en la época de Contorno, allá por 1953 (esa fecha llevan algunos de los artículos que aún se incluyen). Y se prolongó en Literatura argentina y realidad política del 64, en La crisis de la ciudad liberal del 66 y en artículos y prólogos publicados en Uruguay, Cuba, México y Venezuela. Aquel fue un momento de trabajo en grupo donde intuitivamente se plantearon críticas, procedimientos y se esbozaron síntesis posibles: lo central es que no nos resignábamos al empirismo en sus concreciones populistas ni a la teoría desencarnada que pretendía tener de su lado universales. Quiero decir: no nos conformaba el peronismo en lo político ni Sur ni la universidad como signos más visibles en la zona específica de los libros. Y siguen sin conformarme esos términos: lo que era espontaneidad se elaboró en polémica frente al populismo y frente al culturalismo abstracto. Pero ése era el contexto inicial de mi relación con este trabajo. Y si por la vertiente política el frondicismo liquidó mis últimas ilusiones de intelectual proveniente de la clase media, la faena universitaria disipó otras poniéndome en la alternativa de elaborar una síntesis que no encontraba en lo ya hecho. Qué duda. Había excelentes análisis monográficos, muy pegados a lo concreto y a los datos y a los que recurro y cito a lo largo de este trabajo. Pero la propuesta de una versión global, desde un marxismo que se quiere crítico y se distancia de versiones más o menos mecánicas, oportunistas o de secta y que, a la vez, incorpora resultados metodológicos logrados en otras perspectivas, no existía.
Por eso, de aquí en adelante, mis propuestas.

D. V.
Set. 1970.

Fuente: Viñas, David (1971): De Sarmiento a Cortázar, Buenos Aires, Ediciones Siglo Veinte, pp. 9-12.

viernes, julio 02, 2010

Maldita rata


En la revista digital Te voy a atornillar entre artículos varios, se pueden descargar para leer:

1. Marc, la sucia rata de José Sbarra.

Que los disfruten, y recorran los números de la revista que los demás textos están más que bien.

jueves, julio 01, 2010

Germán Rozenmacher no fue un one hit wonder (II)

Como lo prometí en el anterior post e intentando demostrar que Germán Rozenmacher fue más que "Cabecita negra", acá va "Los ojos del tigre" del libro homónimo publicado en 1968 y recopilado más tarde, en 1971, en los Cuentos completos. El próximo cuento será la reescritura particular que Rozenmacher hizo de "La muerte y la brújula".

Los ojos del tigre (Germán Rozenmacher)

—Falta poco —oigo a esa voz detrás de los lapachos que me va a cazar y esta vez me matan en serio, así que trepo y salto no sé cómo de rama en rama y esos monos de mierda chillan como locos y todos los loros del monte salen volando con estruendo de alas delante mío y es como si una bocina alcahueta me fuera anunciando y denunciando, pero si paro es peor porque el que para muere y todos esos ojos me espían escondidos tras esas hojas y las voces cada vez más cerca y pueden aparecer de golpe por adelante o ya pueden estar apuntándome hace rato qué sé yo desde dónde y quiero gritar que vamos que salgan de una vez pero apenas me quedan fuerzas para agarrarme de la próxima rama y saltar a otra y las manos en carne viva raspan la corteza pero se aferran y no dejan de sangrar y algo en mí quiere que termine, que me eche a morir y me agarren por fin como a un conejo, pero sigo escapando y sé que detrás de estas enredaderas y esta rama y este árbol sólo hay otra rama y otro árbol y otro salto y jadear y otro salto y otro más y después caminar, a lo sumo caminar.
—Falta poco —dijo Mariano Moreno y de pronto se paró.
—¿Qué pasa? —gritó Chaves—. ¿Qué pasa, viejo? —y quiso zamarrearlo pero se contuvo, porque lo que falta es que se ofenda y después me haga alguna maldad éste, así que escupió una espesa baba verde, se metió otro montón de coca para dormir esa muela que le daba tirones cada vez más fuerte y gimió—: ¡Pero debe estar ahí nomás, Moreno! —casi podía olerlo al tipo ese que se le escapaba de las manos por culpa de este boludo. A lo mejor estaba ahí, escondido, esperando que pasáramos de largo, aunque sólo el indio podía saberlo en este laberinto.
—Estando cerca —el indio se fue al monte porque otra vez había llegado la oscuridad y Moreno no iba a seguir porque "De" noche no conociendo, de noche no conociendo, había gritado la primera vez, como cuatro noches y atrás y ahora se iba solo, lejos, todo lo hacía solo, mear, comer, y ahora Chaves escuchó su grito que le erizó la piel. Ahí, entre las hojas, invisible, apretaba las dos manos contra la boca, un solo aullido, como un llanto, un desgarrón, y decía que oraba a cristo pero no sé y ahora volvía.
—Tenemos que seguir, Moreno —pidió el sargento desesperado.
 

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