El nuevo proyecto de Cohn y Duprat se llama Digo (canal de televisión comunitaria) y pueden anticipar algo sobre la idea acá. Es interesante, me recuerda a la extinta Televisión abierta y, de alguna manera, libera el espacio televisivo en un gesto democrático a lo Rànciere: una suerte de no importa quién en el que las capacidades de las personas y maneras de ser y de sentir, múltiples y heterogéneas, se ponen en funcionamiento. Cada programa dura unos pocos minutos, la producción es el lugar desde el que el usuario quiere emitir y la cámara web enfoca de plano al sujeto. Los temas son variados y los modos, también. Habrá que seguirle el paso a Digo, tal vez encontremos allí un uso diferente de la tecnología, una reapropiación creativa como las que Cohn y Duprat suelen proponernos.
Un presentimiento
Hace 1 hora.
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