lunes, febrero 26, 2007

El padrino (Marcos López)

En este pequeño texto, Marcos López, impresionante fotógrafo contemporáneo, padre del sub-realismo criollo y del pop latino, traza su árbol de influencias recreando su bautismo artístico. Toda la escena para conmemorar a su padrino predilecto: Andy Warhol.

Haciendo el ejercicio de imaginar una escena donde estén representadas mis influencias y, de algún modo, las bases de mi estructura visual/emocional, veo el momento de mi propio bautismo. Una iglesia pequeña de algún pueblo de Corrientes, o de Misiones. Oberá, por ejemplo. En pleno verano. Mi madre es Ramona Galarza y mi papá es Pablo Suárez, que está de traje gris oscuro, medio arrugado, con solapas finitas, estilo cincuenta. Los padrinos son Antonio Berni y Andy Warhol.

Suena un acordeón que trata de imitar un órgano y un arpa paraguaya. Un coro de niños canta en guaraní canciones religiosas. Warhol, que me tiene en sus brazos, llora de emoción. Siento el temblequeo de su cuerpo, su cariño. Su lado femenino. Cuando termina la ceremonia, supera su extrema timidez, y abraza al cura, que es Tato Pavlovsky. Tato, que prácticamente lo dobla en tamaño, lo contiene con mucha ternura. Estoy feliz por los padrinos que me tocaron. Ser ahijado de artistas de lectura simple, básica, inmediata, lineal, clara.

Obvia, si es que cabe el término. A + B = C. Warhol dijo con su obra prácticamente todo lo que se puede decir en el campo de las artes visuales para opinar de la segunda mitad del siglo XX. Anticipó la catástrofe. Fue el primero en ver los aviones del 11-S. Puso sobre la mesa cuestiones que rigen la vida cotidiana, los valores del imperio: publicidad, mercado, frivolidad, sed desmedida de éxito, medios, marcas… Polaroids de locura ordinaria.

Por más que se esforzó y tuvo la constancia de aparecer en las fotos de todos los cócteles, su obra tiene una densidad aplanadora. Tiene la acidez en la garganta y el hueco en la boca del estómago que se sienten en las mañanas de resaca. El dolor puede verse en su propio cuerpo. Basta poner en Google “Richard Avedon + Andy Warhol” para ver ese magnífico retrato de su torso desnudo, lleno de cicatrices. Transitar por la epidermis puede ser un camino de profundidad cuando se es sincero en mostrar el desamparo del propio niño interno. En cuanto a la ironía, todos sabemos que es un escudo para no mostrar la soledad y el miedo. Lo entiendo y lo perdono.

Fuente: Diario Perfil

domingo, febrero 25, 2007

Ni proletarios, ni marginales, "mutantes de la especie social"

La siguiente es una nota que realizó un periodista brasileño a Marcos Camacho, el máximo jefe de la banda carcelaria de San Pablo denominada Primer Comando de la Capital, reconocida por su estrecha vinculación con el narcotráfico y con distintos episodios de violencia derivados que se producen y produjeron en esta ciudad brasileña. Entre la amenaza simple y llana y un breve tratado político, el texto, que fue publicado como separata en el diario O Globo (un homólogo brasileño del Grupo Clarín), es un ejercicio de crítica práctica de conceptos como los de poder, marginalidad, lucha de clases, etc.

Entrevista con Marcola, lider carcelario: El hombre invisible y la conciencia oculta de Brasil , por Ozorio Fonseca


- ¿Usted es del PCC?

- Más que eso, yo soy una señal de estos tiempos. Yo era pobre e invisible. Ustedes nunca me miraron durante décadas y antiguamente era fácil resolver el problema de la miseria. El diagnostico era obvio: Migración rural, desnivel de renta, pocas villas miseria, discretas periferias; la solución nunca aparecía... ¿Qué hicieron? Nada.

¿El Gobierno Federal alguna vez reservó algún presupuesto para nosotros? Nosotros sólo éramos noticia en los derrumbes de las fabelas de los cerros o en la música romántica sobre ’la belleza de esas montañas al amanecer’, esas cosas... Ahora estamos ricos con la multinacional de la droga. Y ustedes se están muriendo de miedo. Nosotros somos el inicio tardío de vuestra conciencia social ¿Vio? Yo soy culto. Leo al Dante en la prisión.

- Pero la solución sería...

- ¿Solución? No hay solución, hermano. La propia idea de ’solución’ ya es un error. ¿Ya vio el tamaño de las 560 villas miseria de Río? ¿Ya anduvo en helicóptero por sobre la periferia de San Pablo? ¿Solución, cómo? Sólo la habría con muchos millones de dólares gastados organizadamente, con un gobernante de alto nivel, una inmensa voluntad política, crecimiento económico, revolución en la educación, urbanización general y todo tendría que ser bajo la batuta casi de una ’tiranía esclarecida’ que saltase por sobre la parálisis burocrática secular, que pasase por encima del Legislativo cómplice.

¿O usted cree que los chupasangres no van a actuar? Si se descuida van a robar hasta al PCC. Tendría que haber una reforma radical del proceso penal del país, tendría que haber comunicaciones e inteligencia entre policías municipales, provinciales y federales (nosotros hacemos hasta conference calls entre presidiarios...) Y todo eso costaría billones de dólares e implicaría una mudanza psicosocial profunda en la estructura política del país. O sea: es imposible. No hay solución.

- ¿Usted no tiene miedo a morir?

- Ustedes son los que tienen miedo a morir, yo no. Mejor dicho, aquí en la cárcel ustedes no pueden entrar y matarme, pero yo puedo mandar matarlos a ustedes allí afuera. Nosotros somos hombres-bombas. En las villas miseria hay cien mil hombres-bombas. Estamos en el centro de lo insoluble mismo. Ustedes en el bien y el mal y, en medio, la frontera de la muerte, la única frontera. Ya somos una nueva ’especie’, ya somos otros bichos, diferentes a ustedes. La muerte para ustedes es un drama cristiano en una cama, por un ataque al corazón. La muerte para nosotros es la comida diaria, tirados en una fosa común. ¿Ustedes intelectuales no hablan de lucha de clases, de ser marginal, ser héroe? Entonces ¡llegamos nosotros! ¡Ja, ja, ja...!

Yo leo mucho; leí 3.000 libros y leo al Dante, pero mis soldados son extrañas anomalías del desarrollo torcido de este país. No hay más proletarios, o infelices, o explotados. Hay una tercera cosa creciendo allí afuera, cultivada en el barro, educándose en el más absoluto analfabetismo, diplomándose en las cárceles, como un monstruo Alien escondido en los rincones de la ciudad. Ya surgió un nuevo lenguaje. ¿Ustedes no escuchan las grabaciones hechas ’con autorización’ de la justicia? Es eso. Es otra lengua. Está delante de una especie de post miseria. Eso. La post miseria genera una nueva cultura asesina, ayudada por la tecnología, satélites, celulares, Internet, armas modernas. Es la mierda con chips, con megabytes. Mis comandados son una mutación de la especie social. Son hongos de un gran error sucio.

- ¿Qué cambió en las periferias?

- Plata. Nosotros ahora tenemos. ¿Usted cree que quien tiene 40 millones de dólares como Beira Mar no manda? Con 40 millones de dólares la prisión es un hotel, un escritorio... ¿Cuál es la policía que va a quemar esa mina de oro, entiende? Nosotros somos una empresa moderna, rica. Si el funcionario vacila, es despedido y ’colocado en el microondas’. Ustedes son el estado quebrado, dominado por incompetentes. Nosotros tenemos métodos ágiles de gestión. Ustedes son lentos, burocráticos. Nosotros luchamos en terreno propio. Ustedes, en tierra extraña. Nosotros no tememos a la muerte. Ustedes mueren de miedo. Nosotros estamos bien armados. Ustedes tienen calibre 38.

Nosotros estamos en el ataque. Ustedes en la defensa. Ustedes tienen la manía del humanismo. Nosotros somos crueles, sin piedad. Ustedes nos transformaron en ’super stars’ del crimen. Nosotros los tenemos de payasos. Nosotros somos ayudados por la población de las villas miseria, por miedo o por amor. Ustedes son odiados. Ustedes son regionales, provincianos. Nuestras armas y productos vienen de afuera, somos ’globales’. Nosotros no nos olvidamos de ustedes, son nuestros ’clientes’. Ustedes nos olvidan cuando pasa el susto de la violencia que provocamos.

- ¿Pero, qué debemos hacer?

- Les voy a dar una idea, aunque sea en contra de mí. ¡Agarren a ’los barones del polvo’ (cocaína)! Hay diputados, senadores, hay generales, hay hasta ex presidentes del Paraguay en el medio de la cocaína y de las armas. ¿Pero, quién va a hacer eso? ¿El ejército? ¿Con qué plata? No tienen dinero ni para comida de los reclutas. El país está quebrado, sustentando un estado muerto con intereses del 20 % al año, y Lula todavía aumenta los gastos públicos, empleando 40 mil sinvergüenzas.

¿El ejército irá a luchar contra el PCC? Estoy leyendo Klausewitz, ’Sobre la Guerra’. No hay perspectiva de éxito. Nosotros somos hormigas devoradoras, escondidas en los rincones. Tenemos hasta misiles anti-tanque. Si embroman, van a salir unos Stinger. Para acabar con nosotros... solamente con una bomba atómica en las villas miseria. ¿Ya pensó en eso? ¿Ipanema radiactiva?

- Pero... ¿No habrá una solución?

- Ustedes sólo pueden llegar a algún éxito si desisten de defender la ’normalidad’. No hay más normalidad. Ustedes precisan hacer una autocrítica de su propia incompetencia. Pero ser francos, en serio, en la moral. Estamos todos en el centro de lo insoluble. Sólo que nosotros vivimos de él y ustedes no tienen salida.

Sólo la mierda. Y nosotros ya trabajamos dentro de ella. Entiéndame, hermano, no hay solución. ¿Saben por qué? Porque ustedes no entienden ni la extensión del problema. Como escribió el divino Dante: ’Pierdan todas las esperanzas. Estamos todos en el infierno’.

O Globo / La Haine

Fuente: La Haine

viernes, febrero 23, 2007

Poe

Al ver que estaba llegando, vino corriendo desde la esquina para llegar agitado en frente mío cuando abrí la puerta del auto. Me miró y se dio vuelta, y corrio escaleras arriba hasta la puerta de casa, adelantándoseme. La abrí en falso; ¡mierda!, cierto que ahora la llave está bajo la piedra. Nada de esto lo inmutó; todo el tiempo que había tardado yo en juntar mis cosas dispersas en el asiento de atrás lo había pasado sentado en el piso de baldosas. Destrabé (tengo que engrasar la cerradura de casa de una buena vez) y se encedió de vuelta; apenas una hendija y se coló desesperado. Eran las ocho y estaban todas las cortinas cerradas. Adentro pesaba mas la humedad que afuera; tambien las ventanas estaban cerradas. Prendí a tanteos la luz, merced a mi manía de cerrar antes de aprovechar la luz natural que entra desde el frente. Y estaba ahí, tirado sobre la madera en el hall, y así se quedó quince minutos más mientras yo iba y venía de la cocina, prendía el televisor, abría las ventanas, revisaba la heladera. En algún momento, que no logro aislar de toda esta cadena, volvió a correr hacia mí y me mordió el tobillo, lo que ameritó una instintiva patada que lo dejó a uno o dos metros. Pobre, tenía hambre, volvió con cola de paja. Entonces me entró la duda: ¿en qué carajo había estado pensando todo ese tiempo, mi gato?
Como dice el sabio Lorenzo, la filosofía tiene que estar para esas cosas.

jueves, febrero 08, 2007

Sherlock Holmes en la tierra de Lovecraft

Acaban de publicar Sombras sobre Baker Street (Ed. La factoría de ideas), una antología de cuentos donde el clásico detective Sherlock Holmes deambula por atmósferas y casos característicos de los cuentos de H. P. Lovecraft. Digamos que puede ser una terrible pavada o un golazo.

La lista de autores incluye a Steven-Elliot Altman, Elizabeth Bear, Poppy Z. Brite, Simon Clark, David Ferguson, Paul Finch, Neil Gaiman, Barbara Hambly, Caitlin R. Kiernan, Tim Lebbon, James Lowder, Richard A. Lupoff, Patricia Lee Macomber, F. Gwynplaine McIntyre, John Pelan, Steve Perry, Michael Reaves, Brian Stableford, John P. Vourlis, y David Niall Wilson.

Por lo que ví, cuesta 80 pesos. Como no lo pienso comprar a ese precio, estuve buscándolo en la web y por ahora lo único que conseguí fue el cuento que más me interesaba leer: A study in emerald de Neil Gaiman. Si alguien lo encuentra en la web, por favor tenga la amabilidad de linkearlo; sino deberé conformarme con el cuento de Gaiman y rezaré fervientemente al dios de las mesas de saldo para que el libro no tenga éxito y lo consigamos en el futuro a solamente 3 pesos.

 

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