lunes, julio 25, 2016

Diario de Mardoqueo Navarro (1871)

 
Después de leer las geniales nouvelles de terror de Diego Muzzio, Las esferas invisibles (2014), me quedó encendida la curiosidad respecto de la fiebre amarilla en 1871 y, en particular, de los registros literario-periodísticos que pudieron existir sobre tal epidemia. Me costó realmente hallar fuentes contundentes, incluso tras comunicarme con Diego, solo contaba con algunas referencias aisladas como un número especial de la revista Todo es historia. Sin embargo, sí anoté la mención reiterada de un supuesto diario llevado durante la fiebre en Buenos aires por el periodista Mardoqueo Navarro (que hasta tiene su entrada en Wikipedia). 
Ahora bien, continúe mi búsqueda hasta dar con un libro de historia fundamental, obsesivo y delicioso titulado Cuando murió Buenos Aires (1871), del profesor Miguel Ángel Scenna. El libro tuvo una primera edición en 1974 en la editorial La Bastilla; y una edición más reciente, la conseguida, por Cántaro en 2009. La investigación de Scenna es brillante y contundente y da ideal cabal de cómo era la ciudad de Buenos Aires hacia 1870 y qué fue lo que provocó la epidemia de fiebre amarilla (y las formas de combatirla y reducirla; y los correspondientes cambios sociales y urbanos que fueron demasiados). En todo caso, Cuando murió... merece un post aparte. Hete aquí que en los anexos del libro se encontraba el celebérrimo Diario de Mardoqueo Navarro de 1871, que copio a continuación. El texto es una genialidad por su economía, por su precisión y por la intensidad que va cobrando, a partir de un puñado de palabras, con el correr de los días. No faltan reproches a las autoridades, descripciones del horror, referencias a notas periodísticas y muertes heroicas.
Miguel Ángel Scenna lo introdujo en su libro del siguiente modo:
La bibliografía específica sobre la Gran Epidemia se inicia en el mismo año 1871 y su autor fue el catamaqueño Mardoqueo Navarro, que durante el desarrollo del flagelo llevó escrupulosamente un curioso diario donde sentaba, jornada por jornada, los rasgos sobresalientes a través de notas breves, lapidarias, que suman un documento de gran valor, fiel reflejo de lo ocurrido entonces en Buenos Aires. Lo publicó por la imprenta del diario La República, acompañado de un cuadro ilustrativo de las cifras de mortalidad, por mes y por nacionalidades, cuadro que desde entonces se ha usado copiosamente, aunque no siempre mencionando la fuente. Desconocemos el tiraje de la edición, pero debió de ser corto, ya que a la vuelta de pocos años era una pieza rara, de la que quedaban pocos ejemplares.   

Diario de Mardoqueo Navarro (1871)

Enero 27. –Según las listas primitivas de la Municipalidad 4 de otras fiebres, ninguna de la amarilla.
Enero 28. –La República denuncia la existencia de la fiebre que anuncio el 6, reclamando medidas.
Enero 31. –La fiebre no es asunto aún. Los municipales, ni palabra a su respecto en su sesión de hoy que es de clausura.
Febrero 1. –Según las listas mueren dos de tifus icteroide.
Febrero 3. –La Municipalidad por boca de ganso dice: “Son casos de fiebre icteroide”. Primeras circulares de medidas precauciónales.
Febrero 4. –La Municipalidad y el Consejo tiene sesión ad hoc. Se aconseja la expulsión de los apestados. Muere el Dr. Luis J. de la Peña.
Febrero 5. –Noticia de la fiebre en Corrientes. Cuarentena en Montevideo. Fiebre amarilla: primer caso según las listas primitivas.
Febrero 6. –Primer acto de comisiones parroquiales en la de Montserrat. Muere el Dr. Bosch.
Febrero 7. –Entierro a las 6 hs., de los fallecidos. La República clama contra el riego de las calles. El pánico principia.
Febrero 8. –La prensa diaria aumenta sus denuncias. Propaganda contra los conventillos, los cuarteles y el Riachuelo.
Febrero 9. –Mueren 4 de fiebres, llamadas después “amarillas”. Los diarios dicen “ya declinan”.
Febrero 11. –“No hay tal fiebre” (Garviso). Las aguas del Riachuelo enferman a Revy, que las examina.
Febrero 12. –Wilde pide lazareto para San Telmo. Toda la prensa contra el Riachuelo. Palabras de Almeira, Cuenca, Portela.
Febrero 13. –Las listas dan 9 casos de otras fiebres, de las sinónimas. Anatema contra los saladeros. Ataque general de los diarios.
Febrero 14. –Decreto paliativo contra los saladeros. La República dice… “debemos resignarnos a soportar cuanto venga”. “Aireación y agua pura” (Albarellos). “Aguas pútridas son salubres” (Mirlo Blanco). La República pide creación de comisiones activas y enérgicas; clama la inercia de las autoridades.
Febrero 18. –“La cosa no merece tanta bulla” (Golfarini). Se levanta la incomunicación con el foco de infección. Las miasmáticas de Cervetto.
Febrero 19. –Un caso de sinónimas. Desenfreno carnavalesco. “Salubrificacion, etc.”, folleto del Sr. Arrufó.
Febrero 20. –Las fiestas arrecian y la fiebre se olvida. Los excesos rendirán su fruto.
Febrero 21. –El consejo declara fiebre amarilla a todas las fiebres. Proyecto para limpiar el Riachuelo. Muere el reverendo Fahy.
Febrero 23. –La epidemia es fiebre amarilla (Wilde). El Dr. Luque estudia y dice: “No es fiebre amarilla”.
Febrero 24. –La fiebre salta de San Telmo al Socorro. Pasada la locura carnavalesca viene la calma y a esta sucede el pánico.
Febrero 25. –La República acusa de inercia a la autoridad. Ante la ineficacia de las medidas, dice: “¿Qué esperar? ¡Nada…!”.
Febrero 26. –El Consejo dicta medidas que no se observan. La República, previo examen, denuncia al Riachuelo, los Corrales, etc.
Febrero 27. –Chacarita. El Gobierno gestiona la apertura de este cementerio. Las cifras hablan y el pánico se pronuncia.
Marzo 1. –Proyecto Irigoyen. Multiplícanse las denuncias de los focos. El Obispo dispensa el ayuno al que dé plata. La fiebre en la Boca.
Marzo 2. –Guerra a la inmundicia (La República). Prohíbanse los bailes después que han pasado. “Acumulaciones humanas”: Art. de La Nación.
Marzo 3. –Prohíbense las fogatas por nocivas a la salud. Saladeros: La Cámara de Diputados ofrece un proyecto en vez de otro proyecto. ¡Nada!....
Marzo 4. –Focos. Ataque de la prensa a los Mercados. La población huye. La inmigración se embarca. “Nos podrimos”, art. de Cumbary.
Marzo 5. –“La mortalidad y sus causas”. Gran artículo de La Nación. La República pide al gobierno crear un poder “ad hoc”, y dice: “¿Seremos oídos?”.
Marzo 6. –La prensa sube de tono y da duro a la autoridad. “Todo es inmundicia”, art. de Cumbary. Ciérrense los establecimientos de educación.
Marzo 7. –Todo es contra los focos y todo es ahora un foco. La población huye. El F.C.O. rebaja sus tarifas. Alquileres fabulosos afuera.
Marzo 8. –No hay hospitales. No hay sepultureros. Focos por mil. Despoblación. Los empleados son notificados de destitución y quedan.
Marzo 9. –Los Gobiernos: sin senado el uno, sin autoridad el otro, no responden a la situación. Huyen jueces y curiales y aun médicos.
Marzo 11. –La República pide meeting. La Nación grita: “Revolución”. El Dr. French murió el 10. El clero hace rogativas y la peste, víctimas.
Marzo 13. –¡Gran meeting del pueblo! El gobierno proclama el orden. Todos huyen menos los focos vivientes.
Marzo 15. –La Nación aconseja las comisiones de manzana. La comisión inicia bien sus trabajos. Las autoridades tienen celos. Pasajes gratis.
Marzo 16. –La palabra de la Comisión al pueblo. Suscripciones. Acción popular. Acción gubernativa. Un vivo, tomado por muerto, se sale del cajón.
Marzo 18. –Los abogados piden huelga. La Comisión hace el bien y obliga a todos a hacerlo, por emulación. La envidia gruñe; el pueblo respira.
Marzo 19. –Médicos que recetan desde el estudio. El presidente huye, legisladores, jueces, municipales, etc., todos huyen cada día gratis.
Marzo 20. –Decreto de amparo a los huérfanos. La Comisión trabaja. Antes: 40 coches para un muerto; ahora; un solo carro para muchos muertos.
Marzo 21. –Vengan médicos de afuera. Pasaje y alojamiento gratis. Un foco de nuevo género; la estupidez de los enfermos. Muere López Torres.
Marzo 22. –La muerte. El espanto. La soledad. Los salteadores. 300 toneladas de basura diaria.
Marzo 25. –La mostaza a 60 pesos. Los conventillos de Esnaola… ¿Cuánto cristiano muerto sin confesión?
Marzo 26. –Muere Roque Pérez. Cólera un caso. Ciérrense los puertos para buques del Paraguay. El pavor crece y vence el deber. Despoblación.
Marzo 27. –Nace el Boletín de la epidemia. Conjuros eclesiásticos contra la fiebre. Dispensarías de la popular.
Marzo 29. –Muere el Dr. Gascón. Se entierran vivos. Muere un 70 % de enfermos sin asistencia. La C. de San Nicolás clama, la municipalidad no oye.
Marzo 30. –Alojamientos listos. La caridad explotada por ladrones disfrazados de pobres. Un millonario vende su boleto de abono y pide otro gratis.
Marzo 31. –Prohíbense funciones de iglesia. La República pide fogatas. Surge la idea de suspender términos comerciales.
Abril 2. –La Comisión pide el incendio de los conventillos. 72 muertos en uno. La epidemia desocupa los conventillos, que respeta la autoridad.
Abril 3. –350 sepultureros respetados por la fiebre. Surge la idea de desocupar la ciudad. Muere el Dr. Lucena. Hermanas de Caridad. ¡Santas mujeres…!
Abril 4. –La Comisión aumenta los médicos. Muere Pietranera. En los conventillos mueren los vivos, esperando heredar o robar a los muertos.
Abril 5. –Ciérranse las oficinas nacionales. La Comisión organiza su cuerpo médico.
Abril 7. –El Cementerio del Sud rebosa. Entierros por abreviatura. Suscripciones de la campaña. Todos amarillos: de fiebre los muertos, de miedo los vivos.
Abril 9. –Los negocios cerrados. Calles desiertas. Faltan médicos. Muertos sin asistencia. Huye el que puede. Heroísmo de la Comisión Popular.
Abril 10. –563 defunciones. Terror. Feria. Fuga.
Abril 11. –Reina el espanto.
Abril 12. –El Consejo aconseja el 8 (a los 75 días) un tratamiento y la fuga. Asesinatos. Salteos.
Abril 13. –Cortejo de la epidemia: Crímenes, vicios, negocios, conexiones sui generis denuncia la prensa. La oficina de telégrafos huye a Flores.
Abril 14. –Gobierno provincial en su puesto. El Dr. Riva murió el 10. La Suprema Corte en receso. Robos. Población flotante en las islas. La policía se refuerza.
Abril 15. –A la Chacarita desde el 14. Muere el Dr. Señorans. Ladrones con carros. Numerosos huérfanos.
Abril 16. –Ya declina. La explotación de la caridad. Robos. Mueren sin asistencia por falta de carruajes. Regresan algunas familias.
Abril 18. –Murió el Dr. Argerich.
Abril 24. –Muere el Dr. Caupolicán Molina y el Dr. Amodeo. Comisión Popular: su manifiesto. Brasil: noticias tocantes de su actitud generosa.
Abril 25. –Montevideo: Resolución de la Comisión Popular a su respecto. Chacarita: su habilitación cuesta 3.000.000. Las erogaciones crecen.
Abril 26. –Gastos del gobierno en la epidemia hasta el 24: 5.965.831 pesos. Las familias regresan. La fiebre aumenta.
Abril 27. –Sacerdotes: 49 muertos hasta la fecha.
Abril 28. –Comisión Popular: su acción es normal, extensa, eficaz. Aconseja al pueblo no volver a la ciudad aún. El Consejo apoya.
Abril 30. –El Standard mata de un soplo a 26.200 personas.
Mayo 6. –Anchorena eroga 500$ moneda corriente.
Mayo 7. –8.300 personas reciben alojamiento gratis del gobierno. Más socorros en Montevideo. La población crece por horas.
Mayo 10. –Llegan socorros de Tucumán. Se reduce a 6 el número de médicos de la Comisión. El comercio entra en actividad.
Mayo 13. –Muere el Dr. Weiss.
Mayo 16. –Los enfermos de fiebre son por hoy 222. Destínanse a los huérfanos los fondos erogados por la caridad del Brasil.
Mayo 20. –Cesa la Comisión Popular. Tuvo entradas por 3.774.343 $ y salidas por 3.637.304 $. Proyecto de reformas materiales.
Mayo 23. –Publicase un proyecto (C. Ravelli) para solidificar las materias fecales. Casos nuevos: el 24 son dos personas llagadas de afuera.
Mayo 28. –Llegan socorros de Chile y noticias de otros más. Muere el diario La Marcha de la Epidemia.
Mayo 31. –Suspéndense los boletos de pasajes gratis. El 30 había enfermos: 66. Casos nuevos, 8. San Nicolás: Ábrese el puerto. Frías Garrido: Reformas higiénicas. Calumnia ruin contra la caridad bien probada del pueblo chileno.
Junio 2. –Enfermos 66; casos nuevos 7. Municipalidad: Sus gastos en la epidemia 5.645.665 $. Junta popular, resuelve cerrar su época. La República pide el cese de las cuarentenas. La Nación sobre plazo de junio y julio. Rosario: Ábrese el puerto.
Junio 19. –Enfermos 51; casos nuevos 4. Fallecidos sin herederos: 177 propietarios de casas, depósitos, etc.
Junio 22. –La epidemia: Olvidada. El campo de los muertos de ayer es el escenario de los cuervos hoy: Testamentos y concursos, edictos y remates son el asunto. ¡¡¡Ay de ti Jerusalem!!!

Fuente: Scenna, Miguel Ángel (2009). Cuando murió Buenos Aires (1871), Buenos Aires, Cántaro, pp. 473-477.

domingo, julio 17, 2016

Ediciones Ignotas, una apuesta de arqueología literaria argentina

Quiero dejar anotado por acá el gran trabajo que están realizando desde una pequeña editorial llamada Ediciones Ignotas. Me interesa particularmente la colección de recuperaciones de literatura argentina que vienen armando: "Los exhumados" (ahora que las de Abelardo Castillo y de Ricardo Piglia han caducado, ahora que la iniciada en Las cuarenta se detuvo abruptamente por razones presupuestarias, ahora que las grandes editoriales recuperan solo lo mismo de los mismos). 
A través del buceo en los anaqueles de fines del siglo XIX y principios de siglo XX, en la línea de los relatos de género, han recuperado historias que se habían perdido en el limbo de nuestra bienamada cultura pero que merecían ser releídos (o simplemente leídos). Copio, pues, a continuación los tres títulos en cuestión con sus correspondientes presentaciones y espero que la colección prospere y nos sigan brindando estas joyas reencontradas para sacarnos del aburrimiento de lo mismo. 

Tres nouvelles fantásticas argentinas inaugura la colección Los exhumados cuyo objetivo es rescatar las gemas fantásticas y policiales de la literatura patria que, por razones ignoradas, cayeron en el olvido o en el desprecio académico. Este insólito libro contiene tres piezas imprescindibles para comprender el desarrollo del género fantástico en nuestro país.
El doctor Whüntz, fantasía (1880) por Raúl Waleis (seudónimo de Luis V. Varela) es una historia de ciencia pura y loca, con manipulaciones de cadáveres y de cerebros. Un científico que busca la huella del alma en el cuerpo humano.
Mandinga (1895), de Enrique E. Rivarola. Autor de prosa exquisita y jocosa, teje una historia que mezcla el auge del espiritismo con las neurosis que acechaban a los llamados hijos de fin del siglo.
El homunculus (1918), del autor italo-argentino Pedro Angelici, desarrolla una historia de ciencia ficción, donde relata los entretelones de un experimento terrible y sus resultados inesperados.
El fabuloso arte de tapa y contratapa es de Patricia Breccia.


En 1912, dos años después de su publicación en la revista La Vida Moderna, Vicente Rossi autoeditaba el libro Casos Policiales de William Wilson, sin señalar su autoría. El volumen contenía los cinco primeros cuentos de la serie, sobre un total de diez.
Sin saberlo, ni buscarlo, el libro constituía el primer volumen de relatos policiales debidos a una sola pluma; esta audacia pasó sin mayor gloria y terminó petrificándose como una de esas tantas citas obligadas a la hora de hablar de los orígenes del género policial en nuestro país.
El presente volumen contiene los diez cuentos escritos por el autor durante el período de 1907 a 1910, publicados en forma conjunta por primera vez en esta edición. El libro constituye una pieza imprescindible en la reconstrucción del género patrio, siendo por su excelsa y exótica calidad literaria, una gema en sí mismo.
Los cuentos de Rossi están ajenos al espíritu decimonónico y folletinesco que tenía por aquellos días el género; se asumen adultos, afiliados a la crónica diaria, denunciante y polémica, por su cercanía a la volubilidad humana de aquel entonces. No en vano Jorge Luis Borges consideró que: “Éste, ahora inaudito y solitario Vicente Rossi, va a ser descubierto algún día…”
Un espejo único y fiel de una época, enmarcado en un género que formó nuestra literatura.
Por todo ello, Casos policiales de William Wilson puede considerarse un libro fundacional en lo que a esta materia se refiere.
Seamos afines a los deseos de Borges, redescubramos a Vicente Rossi.
La edición contiene un prólogo de Ray Collins y una semblanza biográfica de Rossi.


El vampiro y otros cuentos de horror y misterio reúne gran parte de la producción fantástica de ese gran relegado de nuestras letras conocido como Víctor Juan Guillot (1899-1940). Narrador, periodista, autor teatral, preso político y suicida. El presente libro se concentra en los cuentos publicados entre 1920 y 1935 en la Argentina. La prosa de Guillot, aguda y filosa como ninguna, se ajusta al molde del género de horror, trascendiendo los clichés de aquel entonces. La mirada descarnada del autor sobre la vida se plasma en muchos de los cuentos que están presentes en esta compilación y que los invitamos a que descubran.
El presente volumen contiene cuentos extraordinarios como El vampiro, El guardarropa, El vado, Bajo la tormenta o Una historia de muertos. Todos ellos dignos de figurar en las mejores selecciones del género. Prólogo y estudio introductorio del escritor y periodista José María Marcos.
Arte de tapa: Enrique Breccia.

jueves, julio 07, 2016

Carta enviada por el general Justo José de Urquiza al presidente Derqui después de la batalla de Pavón

Tomo esta canción escatológica del libro sobre la apasionante vida y las dedicaciones argentinas (que van desde las comunidades indígenas hasta las canciones populares, pasando por las adivinanzas verdes) del antropólogo alemán Rememorando a Robert Lehmann-Nitsche, de Santiago Bilbao (Editorial Colmena, 2004). En el capítulo "Literatura político-escatológica", después de haberle dedicado algunas reflexiones piolas a Textos eróticos del Río de la Plata, Bilbao recupera algunas canciones y folletos del archivo de Lehmann-Nitsche (del Instituto Iberoamericano en Berlín) en los que la política nacional argentina se toca con los bajos humores, las imágenes grotescas populares y las malas palabras. Entre esos textos, se encuentra el que copio. Transcribo la presentación en el libro:
El tercer documento, también atribuido por Lehmann-Nitsche a Juan Cruz Varela [los otros dos son "Fisiología del pedo" y "Lectura para todos por un estreñido"], es la letra de la canción que grabara en La Plata el 30 de abril de 1904 y que forma parte de la colección de los cilindros de cera y el manuscrito que los acompañaba.
La canción Carta enviada por el general Justo José de Urquiza al presidente Derqui después de la batalla de Pavón [17 de septiembre de 1861], consta de nueve octavillas octasílabas, corresponde al n° 90 del inventario de Lehmann-Nitsche y ocupa las páginas 328-332 del manuscrito (Guido, 1975, p. 87). Esta letra fue cotejada con la fonograbación del cilindro 58, con ritmo de estilo-milonga interpretada por el cantor J. J. Méndez que comprende menos estrofas que la letra transcripta por Lehmann-Nitsche, por lo que opté por incluir la versión más larga. (p. 194)
Carta enviada por el general Justo José de Urquiza al presidente Derqui después de la batalla de Pavón

1
Si por algo me he alegrado,
tuerto hijo de una gran puta;
de la espantable viruta
que te han soplado en Pavón,
fue por la vaina soberbia
que el porteñaje altanero
entró a vos, gran puñetero,
pícaro, tuerto y ladrón.

2
Si querés vos un caramelo,
lo tenés siempre en la limeta
o en hacerte la puñeta,
que así las penas pasás,
pero a mí que estoy tan choto,
me jode mucho el trabajo
y no es justo pues carajo
que vos también me jodás.

3
Cuando te pase que he perdido
bandera, tropa y cañones,
sentirás en los cojones
una gran dilatación;
jodete, á mí se me fueron
los huevos a la barriga;
no extrañes que te lo diga
porque soy muy francachón.

4
Vaya un viejo puñetero
con canas en el conducto
quererse meter a puto
¡La puta que lo parió!
Eso es para gente joven
que echa cien varas por noche
y aunque se joda troche y moche
siempre se halla superior.

5
Cuando una puta es muy vieja
sólo sirve de alcahueta
o para hacer la puñeta
a algún sargento ó tambor;
en este caso has quedado,
no servís para un carajo,
no sos hombre de trabajo
ni servís para un malón.

6
Ya sabés que á Buenos Aires
sólo a robar nos largamos,
que en la historia nos cagamos
y también en el honor;
con que vete á los carajos,
ladrón dado ya de baja,
que yo no me haré la paja,
pero sí, me hago ladrón.

7
Mitre a quien vos suponías
un gran jodido y un nulo,
te ha metido en el culo
más que una vela un hachón
gratis, recuerda manflora,
Mitre será lo que quieras,
más las mañas brasileras
no tuvo de bufarrón.

8
Vos quizás querés que vuelva
a sufrir por vos derrotas,
me creés sonzas las pelotas,
¡a mí no me has de joder!
Vos podés seguir la guerra
o hacer lo que más te cuadre,
¿Pero á joder? ¡A tu madre,
que a mí no me has de envolver!

9
Adiós…
Ya se va tu presidencia,
conforme la tuve yo;
y si te enojás conmigo,
hacés mal en enojarte,
¿por qué yo contestarte?
¡La puta que te parió!

Juan Cruz Varela

Fuente: Bilbao, Santiago (2004). Rememorando a Lehmann-Nitsche, Buenos Aires, La Colmena, pp. 194-196.
 

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