Tomo esta canción escatológica del libro sobre la apasionante vida y las dedicaciones argentinas (que van desde las comunidades indígenas hasta las canciones populares, pasando por las adivinanzas verdes) del antropólogo alemán Rememorando a Robert Lehmann-Nitsche, de Santiago Bilbao (Editorial Colmena, 2004). En el capítulo "Literatura político-escatológica", después de haberle dedicado algunas reflexiones piolas a Textos eróticos del Río de la Plata, Bilbao recupera algunas canciones y folletos del archivo de Lehmann-Nitsche (del Instituto Iberoamericano en Berlín) en los que la política nacional argentina se toca con los bajos humores, las imágenes grotescas populares y las malas palabras. Entre esos textos, se encuentra el que copio. Transcribo la presentación en el libro:
Carta enviada por el general Justo José de Urquiza al presidente Derqui después de la batalla de PavónEl tercer documento, también atribuido por Lehmann-Nitsche a Juan Cruz Varela [los otros dos son "Fisiología del pedo" y "Lectura para todos por un estreñido"], es la letra de la canción que grabara en La Plata el 30 de abril de 1904 y que forma parte de la colección de los cilindros de cera y el manuscrito que los acompañaba.La canción Carta enviada por el general Justo José de Urquiza al presidente Derqui después de la batalla de Pavón [17 de septiembre de 1861], consta de nueve octavillas octasílabas, corresponde al n° 90 del inventario de Lehmann-Nitsche y ocupa las páginas 328-332 del manuscrito (Guido, 1975, p. 87). Esta letra fue cotejada con la fonograbación del cilindro 58, con ritmo de estilo-milonga interpretada por el cantor J. J. Méndez que comprende menos estrofas que la letra transcripta por Lehmann-Nitsche, por lo que opté por incluir la versión más larga. (p. 194)
1
Si por algo me he alegrado,
tuerto hijo de una gran puta;
de la espantable viruta
que te han soplado en Pavón,
fue por la vaina soberbia
que el porteñaje altanero
entró a vos, gran puñetero,
pícaro, tuerto y ladrón.
2
Si querés vos un caramelo,
lo tenés siempre en la limeta
o en hacerte la puñeta,
que así las penas pasás,
pero a mí que estoy tan choto,
me jode mucho el trabajo
y no es justo pues carajo
que vos también me jodás.
3
Cuando te pase que he perdido
bandera, tropa y cañones,
sentirás en los cojones
una gran dilatación;
jodete, á mí se me fueron
los huevos a la barriga;
no extrañes que te lo diga
porque soy muy francachón.
4
Vaya un viejo puñetero
con canas en el conducto
quererse meter a puto
¡La puta que lo parió!
Eso es para gente joven
que echa cien varas por noche
y aunque se joda troche y moche
siempre se halla superior.
5
Cuando una puta es muy vieja
sólo sirve de alcahueta
o para hacer la puñeta
a algún sargento ó tambor;
en este caso has quedado,
no servís para un carajo,
no sos hombre de trabajo
ni servís para un malón.
6
Ya sabés que á Buenos Aires
sólo a robar nos largamos,
que en la historia nos cagamos
y también en el honor;
con que vete á los carajos,
ladrón dado ya de baja,
que yo no me haré la paja,
pero sí, me hago ladrón.
7
Mitre a quien vos suponías
un gran jodido y un nulo,
te ha metido en el culo
más que una vela un hachón
gratis, recuerda manflora,
Mitre será lo que quieras,
más las mañas brasileras
no tuvo de bufarrón.
8
Vos quizás querés que vuelva
a sufrir por vos derrotas,
me creés sonzas las pelotas,
¡a mí no me has de joder!
Vos podés seguir la guerra
o hacer lo que más te cuadre,
¿Pero á joder? ¡A tu madre,
que a mí no me has de envolver!
9
Adiós…
Ya se va tu presidencia,
conforme la tuve yo;
y si te enojás conmigo,
hacés mal en enojarte,
¿por qué yo contestarte?
¡La puta que te parió!
Juan Cruz Varela
Fuente: Bilbao, Santiago (2004). Rememorando a Lehmann-Nitsche, Buenos Aires, La Colmena, pp. 194-196.
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