sábado, marzo 31, 2012

La flexión paranoica (VI)

13 de mayo de 1938. La inversión benigna. Ésta consiste en restablecer el sentido de los valores que la inversión maligna ha dado vuelta precedentemente. Satán, amo del mundo, ayudado por sus cohortes de gobernantes, magistrados, prelados, generales y policías, presenta un espejo ante la faz de Dios. Y con esta operación, la derecha pasa a ser izquierda, la izquierda pasa a ser derecha, al bien se le llama mal y al mal se le llama bien. Su predominio en las ciudades se manifiesta, entre otros signos, en las innumerables avenidas, calles y plazas dedicadas a militares de carrera, es decir a asesinos profesionales, muertos todos, por supuesto, en la cama, porque no hay nada satánico sin un toque grotesco que es como la rúbrica del Príncipe de las tinieblas. Hasta el asqueroso nombre de Bugeaud, uno de los más abominables carniceros del siglo pasado, deshonra las calles de varias ciudades de Francia. La guerra, mal absoluto, es fatalmente objeto de un culto satánico. Es la misa negra celebrada a la luz del día por Mammón, y los ídolos salpicados de sangre, ante los cuales se obliga a arrodillarse a las multitudes engañadas, se llaman: Patria, Sacrificio, Heroísmo, Honor. El sitio más relevante de ese culto es el Hotel de los Inválidos, que yergue su gran pompa de jabón clorada, hinchada por las emanaciones de la Carroña imperial y de algunos asesinos secundarios que allí se pudren. Hasta la estúpida masacre del 14-18 tiene sus ritos, su humeante altar bajo el Arco de Triunfo, sus turiferarios, como tuvo sus poetas, Maurice Barres y Charles Péguy que pusieron todo su talento e influencia al servicio de la histeria colectiva de 1914, y que merecen ser elevados a la dignidad de Grandes descuartizadores de la juventud, con muchos otros, por supuesto.
Ese culto del mal, del sufrimiento y de la muerte, va acompañado lógicamente por el odio implacable hacia la vida. El amor, preconizado in abstracto, es perseguido encarnizadamente en cuanto reviste una forma concreta, toma cuerpo y se llama sexualidad, erotismo. Esta fuente de alegría y de creación, este bien supremo, esta razón de ser de todo lo que respira, es perseguido con diabólico ardor por toda la chusma sensata, laica y eclesiástica.

P.D. Una de las inversiones malignas más clásicas y asesinas ha dado origen a la idea de pureza.
La pureza es la inversión maligna de la inocencia. La inocencia es amor al ser, sonriente aceptación de los alimentos celestiales y terrenales, ignorancia de la infernal alternativa entre pureza e impureza. De esta santidad espontánea y como de nacimiento, Satán ha hecho un remedo que se le parece pero que es todo lo contrario: la pureza. La pureza es horror a la vida, odio al hombre, pasión mórbida por la nada. Un cuerpo químicamente puro lo es después de haber sufrido un bárbaro tratamiento para llegar a ese estado absolutamente antinatural. El hombre dominado por el demonio de la pureza siembra la ruina y la muerte a su alrededor. Purificación religiosa, depuración política, salvaguardia de la pureza de la raza, muchas son las variaciones sobre este tema atroz, pero todas monótonamente desembocan en innumerables delitos cuyo instrumento privilegiado es el fuego, símbolo de la pureza y del infierno. (pp.102-104)
Tournier, Michel (1979[1970]): El rey de los Alisos, Buenos Aires, Sudamericana.

viernes, marzo 30, 2012

De semblantes, atmósferas y espías

Leo, para mi trabajo, la novela Los 39 escalones de John Buchan (1914) y además de encontrarme con una entretenidísima historia de espías, conspiraciones y acción pre-primera guerra mundial, me sorprende este elocuente fragmento en el que la teoría de un inglés colonialista en Rodesia pone en juego la tensión entre el semblante y la identidad. 
Pero de repente recordé algo que había escuchado del viejo Peter Pienaar en Rodesia. Ya he citado a Peter en mi relato. Era el mejor explorador que haya conocido y, antes de volverse una persona respetable, varias veces había tenido problemas con la ley y fue perseguido por las autoridades. Peter habló una vez conmigo sobre el tema del engaño y tenía una teoría que justo en este momento vino a mi mente. Dijo que, exceptuando las certezas absolutas como las huellas digitales, los simples rasgos físicos eran muy poco útiles para la identificación si el fugitivo realmente hacía bien su trabajo. Se reía de cosas como el pelo teñido, barbas falsas y disparates por el estilo. Lo único que importaba era lo que Peter llamaba "atmósfera".
Si un hombre podía amoldarse perfectamente a un contexto diferente del ámbito en el que se lo había visto por primera vez y -esta es la parte más importante- realmente podía adaptarse a esas circunstancias comportándose como si nunca hubiera estado en otras, podría entonces engañar a los detectives más inteligentes sobre la tierra. Además, Peter solía contar una historia de cómo una vez había pedido prestado un saco negro y había entrado en una iglesia y compartido el mismo libro de cantos con el hombre que lo estaba persiguiendo. Si ese hombre lo hubiera visto antes rodeado de personas decentes lo habría reconocido; pero solo lo había visto apagando las luces de una cantina con un revólver.
El recuerdo de la conversación con Peter me hizo sentir reconfortado por primera vez en todo el día. Peter había sido un hombre muy sabio, y los tipos a los que perseguía eran más que inteligentes. ¿Y si estaban haciendo lo que proponía Peter? Un tonto trata de parecer diferente; un hombre astuto se ve igual pero es diferente.
Otra vez se hacía presente esa máxima de Peter que me había ayudado cuando fui peón caminero: "Si estás representando un papel, no lo podrás mantener a menos que te convenzas de que verdaderamente eres ese papel". Esto explicaba el partido de tenis. Esos tipos no necesitaban actuar, simplemente daban vuelta un picaporte y pasaban a otra vida tan natural para ellos como la primera. Suena como algo obvio, pero Peter solía decir que este era el truco de todos los criminales famosos.
Buchan, John (2010[1914]): Los 39 escalones, Buenos Aires, La estación, pp.132-133.

martes, marzo 27, 2012

Iría

...si mañana no fuera mi cumpleaños, les juro que iría a la presentación del libro de Tan largas pestagnas en el Centro Cultural Matienzo. ¿Por qué? Porque el chabón, Grego, hace humor con nada. Sus tiras y dibujos pueden descomponerse en dos: por un lado, están los gags sencillos y absurdos, la escritura sinuosa a lo palote; y por otro lado, un dibujo infantil, hecho como al pasar (garabatos torcidos, mamarrachos). Y ese conjunto construye un humor que marca una diferencia, acá no hay cuidado de las formas: hay descontrol y mueca, delirio y borroneo. En fin, vayan, compren y salúdenlo de mi parte.


domingo, marzo 25, 2012

Los taconeos...

La primera parte de El antiguo alimento de los héroes de Antonio Marimón se titula "Lorera" y es un relato, narrado en primera persona por un recluso de un centro de detención durante la última dictadura militar en Argentina. El narrador, con tono intimista-realista-existencialista, propone un interrogante que nos lleva del principio al fin: ¿cómo contar/transimitir esa experiencia de horror y muerte, de pérdida del yo y de afirmación de la carne?
En fin, para conmemorar el Día de la Memoria, vaya este capítulo de tan oscuramente brillante nouvelle (que esperemos algún día vuelva a ser leída y editada en Buenos Aires).


VIII

Los taconeos, el acento metálico de las armas al ser cargadas o descargadas, el tintinear de las botellas, los gritos, las órdenes, el roce de las esposas, la caída del agua de los retretes, un encendedor al prender, las toses, los pedos. Pienso que ése era el primer escalón de ruidos. Tenían por característica que se los podía aislar, cada uno transparentaba una acción que yo imaginaba y reconstruía sobre la pantalla de los párpados vendados. Seguía, luego, otra escala más confusa pero reconocible: consistía en la llegada de una o más víctimas. Empezaba como un tropel de pasos. Se escuchaba inmediatamente el choque de huesos contra la pared, los alaridos revueltos, lo que gritaba el desgraciado mientras lo hacían correr a las patadas, a culatazos, rompiéndole los dientes, hasta que se estremecía una puerta al cerrarse y se amortiguaba el curso de la acción. Los policías sobre todo insultaban ¡hijo de puta! ¡apátrida! ¡sos montonero! y los detenidos respondían que no, o decían por favor, tengo hijos, no me peguen, mis viejos, yo no hice nada, ay mamita mamá mamá. No era demasiado extensa la gama de sus respuestas; sino, sencillamente, no hablaban y toleraban el castigo entre quejidos o bruscos soplos de aire.
Muy cerca de este nivel había un tercero, superior en intensidad, compuesto por lo que se oía cuando la paliza era hasta la muerte. En ese caso impresionaba el jadeo de los verdugos y que lentamente, sin ninguna pausa, cruzaban un límite. A eso lo comunicaba un sentimiento más que una certeza: el ruido se elevaba a nuestras emociones autónomo hasta de la intención de quienes pegaban, adquiría una fuerza de destino superior y como fuera de lo comprensible, pese a que tampoco se podía dejar de escucharlo. Las posiciones de los personajes estaban inhumanamente fijas. Un tronar carnoso explotaba en el cuerpo del golpeado. Era una sonoridad cuyo recuerdo me aterra: los gritos subían y bajaban en vaivenes de frecuencia, se modulaban como un extraño despliegue de improvisaciones sin música, de suspiros donde el ritmo emanaba por un frotarse de la vida y la muerte. Es decir, daba una música para no ser interpretada en ningún concierto porque cada quien la toca con una voz no repetida jamás. Era un canto de médula despedazándose. Y yo torcía los dedos de los pies, sudaba, dentro de diez minutos me toca a mí me decía no dejando entrar otra idea. En aquella catacumba se estaba matando a un hombre.
Después, muy a posteriori, he meditado en algo que hubiera debido pensar o imaginar allí. Cuando mi memoria vuelve a esta escala de sonidos, que como una graduación de transparencias termina en la absoluta confusión, nace una cara de Bacon, el estudio sistemático de un disparate goyesco o un fragmento de cerebro destazado por la grafía de Cuevas. Pero son obsesiones gráficas, trampas, formas para lo que la forma repele. Una pústula anatómica de Leonardo: nueva trampa. En ese momento tan sólo atinaba a afirmar que iba a ser el próximo. Yo anticipaba lo peor que podría sucederme para que no ocurriese, trataba de que aun el padecimiento, por omisión o por engaño, tuviese un sentido dentro de un orden del ser. Orden ya tan frágil como una hebra de seda en el pico de un águila.
Había una última escala de sonidos y no deseo olvidarla: el retumbo de los golpes que yo recibía, su choque con el cuerpo propio, mío, íntimo. ¿Cómo definir este ruido? En ocasiones me lo he preguntado y contesto que ensordecedor, y ensordecedor era la más real de las defensas que a uno le quedaba.

Marimón, Antonio (1987): "Lorera" en El antiguo alimento de los héroes, Buenos Aires-Montevideo, Puntosur, 26-28.

viernes, marzo 23, 2012

Epic Caperucita


Red de Jorge Jaramillo y Carlo Guillot. Visto en dadanoias.

miércoles, marzo 21, 2012

La sinagoga de los iconoclastas (J. R. Wilcock) (XXXI)

NIKLAUS ODELIUS

Durante cierto tiempo, hacia 1890, los enemigos del darwinismo —que entonces amenazaba con arrastrar a Europa a una nueva herejía, tan atractiva que seducía incluso a las Iglesias militantes— se sintieron tentados de apuntarse a las teorías de Odelius, profesor de zoología de Bergen y corresponsal del Real Instituto de las Ciencias de Königsberg; la tentación fue tan efímera como la teoría.
Como otros muchos estudiosos de su siglo, Odelius había llegado a la conclusión de que el relato de la creación del mundo que nos había dejado Moisés debía ser totalmente revisado. No ya porque la historia del Génesis no hubiera sido inspirada por el propio Dios, sino porque la expresión escrita de dicha inspiración había sido confiada a la lengua hebraica. Ahora bien, es característico de dicha escritura el hecho de aparecer invertida, o en cualquier caso en la dirección que el mundo unánimemente estima invertida, o sea de derecha a izquierda. Era una manera como otra, entre las muchas imaginadas por Dios, aquel eterno burlón, de dar a entender a los lectores que también los hechos descritos estaban invertidos. Generaciones de hombres se habían preguntado cómo era posible que Dios hubiese separado en un día la luz de las tinieblas, y algunos días después creado el sol y las estrellas, que constituyen la única fuente conocida de luz: la respuesta de Niklaus Odelius era simplemente que el sol había sido creado antes que la luz, y el hombre antes que los animales. Eso implicaba curiosas consecuencias.
Como todos los naturalistas de su tiempo, Odelius era evolucionista; fue el único entre sus contemporáneos, en cambio, que seguía sosteniendo, como muchos habían sostenido en los siglos XVII y XVIII, que esta evolución suponía una decadencia; no sólo de un estado de perfección original, cerciorable en mayor o menor medida en las diferentes especies tanto desaparecidas como existentes, sino decadencia también a lo largo de la escala biológica, de especie a especie, de la más antigua y suprema invención de Dios, que es el hombre, hasta los más modernos protozoos. El hombre aquejado por el pecado original se había convertido en mono (no todos, sin embargo, porque quedaban todavía algunos, en el estado originario, para testimoniar la gloria del Creador), el mono en veso, el veso en ballena y así sucesivamente: los lagartos en peces, los peces en calamares, las hidras en amebas; desde sus orígenes el mundo había tomado el camino de un franco descenso.
Niklaus Odelius, zoólogo, supuso que algo parecido debía haber ocurrido con las plantas; pero dejó a los botánicos ese aspecto del problema. Reconocía que la escritura de la creación era en ocasiones decididamente bustrofédica, es decir, que determinadas cosas habían ocurrido después, y otras antes, respecto a como habían sido narradas, o bien testimoniadas por la historia fósil; en cualquier caso, los detalles no le incumbían, lo que le interesaba sobre todo era la gran síntesis, la idea conductora, la genial intuición que no sólo hacía morder el polvo a toda una ralea petulante de darwinistas, sino que arrojaba una luz insólita sobre los milenios alterados de lo creado, este degenerar de Adán en babuino, en perro, el elefante, en pterodáctilo, en serpiente. Eva, en cambio, había degenerado, sugería Odelius, en animalitos amables y femeninos, suaves castores, suntuosos pájaros, preciosas tortugas. La idea de que la tortuga sea un animal precioso, comparable por tanto a la mujer, puede parecer arbitraria actualmente, pero estaba muy difundida a fines del siglo pasado, cuando era usada (la tortuga) para fabricar peines, anteojos y tabaqueras.
Un estudioso capaz de afirmar que los camellos descienden de los árabes, tal vez hubiera podido mantenerse a flote en la Edad Media; pero hace ochenta años, como científico, su fama estaba condenada a una rápida extinción. La ciencia oficial es una fortaleza, en cuyos túneles en ocasiones, tal vez siempre, reina una lucha encendida, pero sus puertas no se abren al primero que llama a ellas. Del Génesis al microbio (1887), la obra en la que Odelius expresa más articuladamente su teoría de la progresiva estultifícación de las especies, habría podido ser acogida con curiosidad, con escepticismo, con repugnancia, con hilaridad; en cambio no fue acogida en absoluto. Nadie se tomó el trabajo de refutarla, lo que es la máxima señal del desprecio científico. No por ello el autor se quitó la vida; en la soledad de la obstinación, vivió el suficiente tiempo como para que le fuera permitido contemplar la llegada de los nazis a Bergen, como confirmación a su jamás repudiada teoría.

martes, marzo 20, 2012

Voy


Presentación | Historieta. Los canillitas y Saichann: La Flor, Bacteria, Bronx
Miércoles 21 de marzo a las 20:00. Auditorio. Entrada libre y gratuita. Hasta completar la capacidad de la sala.

Organizado junto con Locorabia y Grupo Belerofonte

Se presentan los libros de historietas Los canillitas de Diego Agrimbau y Fernando N. Baldó y Saichann: La Flor, Bacteria, Bronx de Alberto Saichann, Ricardo Ferrari y Eduardo Mazzitelli.

Los autores dialogarán con Alejandro Farias, Marcos Vergara (Loco Rabia) y Rodolfo Santullo (Grupo Belerofonte- Uruguay), editores de estos títulos. Moderarán este encuentro los periodistas y especialistas Andrés Valenzuela y Andrés Accorsi.


Más info sobre Los canillitas, acá.
Más info sobre Saichann, acá.

domingo, marzo 18, 2012

Carnavalizando



Fiesta popular - Babasónicos

Juego de látigos,
mis dedos quieren salpicar,
Risa de latas,
viento peina chispas.

No seas infeliz,
dejate arrastrar por el carnaval.
Noche de máscaras,
déjate influenciar por el caos.

Chicas ricas no le tengan miedo,
esto es sólo una fiesta popular,
Chicos ricos no se asusten tanto,
esto no termina, es una fiesta popular.

Orgía de plásticos,
chusma de la capital,
zumbadores,
chuchería seria.

No seas infeliz,
dejate arrastrar por el carnaval.
Noche de máscaras,
déjate influenciar por el caos.

Chicas ricas no le tengan miedo,
esto es sólo una fiesta popular,
Chicos ricos no se asusten tanto,
esto no termina, es una fiesta popular.

Chicas ricas no le tengan miedo,
esto es sólo una fiesta popular,
Chicos ricos no se desesperen,
esto no termina, es una fiesta popular.

sábado, marzo 17, 2012

Derecho de resistencia

El problema del estado de excepción presenta evidentes analogías con el del derecho de resistencia. Se ha discutido mucho, particularmente en el seno de asambleas constituyentes, acerca de la oportunidad de incluir el derecho de resistencia en el texto de la constitución. En el proyecto de la actual Constitución italiana, estaba incluido un artículo que afirmaba: "Cuando los poderes públicos violan las libertades fundamentales y los derechos garantizados por la Constitución, la resistencia a la opresión es un derecho y un deber del ciudadano". La propuesta, que retomaba una sugerencia de Giuseppe Dosseti, uno de los exponentes más prestigiosos del área católica, encontró vivas oposiciones. En el curso del debate prevaleció la opinión de que era imposible regular jurídicamente algo que, por su naturaleza, se sustraía al ámbito del derecho positivo, y el artículo no fue aprobado. Pero en la Constitución de la República Federal Alemana figura en cambio un artículo (el 20) que legaliza sin reservas el derecho de resistencia, afirmando que "contra cualquier intento de abolir aquel orden [la constitución democrática], todos los alemanes tienen un derecho de resistencia, si otros remedios no son posibles". Las argumentaciones son aquí exactamente simétricas a las que oponen los autores de la legalización del estado de excepción en el texto constitucional o en una ley expresa frente a aquellos juristas que consideran del todo inoportuna su reglamentación normativa. Es cierto, en todo caso, que si la resistencia se volviera un derecho o, aun más, un deber (cuya omisión podría ser castigada), no sólo la constitución terminaría por colocarse como un valor absoluto intangible y omnicomprensivo, sino que también las elecciones políticas de los ciudadanos terminarían por ser jurídicamente normatizadas. El hecho es que ya en el derecho de resistencia, ya en el estado de excepción, lo que está en cuestión, en suma, es el problema del significado jurídico de una esfera de acción en sí misma extrajurídica. Aquí están en contraste la tesis que afirman que el derecho debe coincidir con la norma y la que sostiene en cambio que el ámbito del derecho excede la norma. Pero las dos posiciones son en última instancia solidarias en el hecho de excluir la existencia de una esfera de la acción humana sustraída por completo al derecho.

Agamben, Giorgio (2005[2003]): Estado de excepción, Buenos Aires, Adriana Hidalgo, pp. 38-39.

viernes, marzo 16, 2012

The Pep's Show



miércoles, marzo 14, 2012

La flexión paranoica (V)

6 de mayo de 1938. Esta mañana, en la primera plana de todos los diarios, aparecen las fotos del nuevo gabinete ministerial. ¡Asombrosa y patibularia galería! La bajeza, la abyección y la estupidez se encarnan de diferentes modos en esos veintidós rostros, que ya hemos tenido ocasión de admirar veinte veces en otras "combinaciones". Por otra parte, la mayoría de ellos formaban el ministerio anterior.
Tienes que pensar en una "Constitución siniestra" cuyo preámbulo comprenda las seis siguientes proposiciones:
1. La santidad corresponde al individuo solitario y sin poder temporal.
2. A la inversa, el poder político proviene íntegramente de Mammón. Los que lo ejercen toman sobre sí toda la iniquidad del cuerpo social, todos los delitos que se cometen diariamente en su nombre. Por eso es que el mayor delincuente de una nación es quien ocupa la posición más elevada en la jerarquía política: el Presidente de la República; después de él los ministros, y después de ellos todos los dignatarios del cuerpo social, magistrados, generales, prelados, servidores todos de Mammón, símbolos vivientes todos del magma fangoso que se llama Orden establecido, cubiertos todos de sangre de los pies a la cabeza.
3. A estas temibles funciones responden los organismos con un ajuste perfecto. Para cumplir con el más abyecto de los oficios, una selección a la inversa se encarga de cernir en el cedazo los equipos que constituyen la quintaesencia de la más sublime escoria que la nación puede ofrecer. Queda establecido que de un consejo de ministros, de un cónclave, de una conferencia internacional, se exhala un olor a carroña que aleja hasta a los buitres más cebados. A un nivel más modesto, un consejo de administración, un estado mayor, la reunión de un cuerpo constituido cualquiera, son otros tantos hatos de crápulas, que un hombre medianamente honesto no podría frecuentar.
4. En cuanto un hombre dicta la ley, se colocará al margen de ella y al mismo tiempo quedará fuera de su protección. Es por ello que la vida de un hombre que ejerza un poder cualquiera tendrá menos valor que la de una cucaracha o una ladilla. La inmunidad parlamentaria debe ser objeto de una inversión benigna que dará derecho a todos los ciudadanos a tirar, sin permiso de caza, ante la aparición de cualquier hombre político que se ponga al alcance de su fusil. Cada asesinato político es una obra de salubridad moral, y hace sonreír de felicidad a la Santa Virgen y a los ángeles del paraíso.
5. Convendría añadir a la constitución de 1875 un artículo según el cual todos los miembros de un gobierno depuesto serían pasados por las armas sin apelación y de inmediato. Es inconcebible que hombres a los que la nación retira su confianza puedan, no solamente volver impunes a sus casas, sino también proseguir su carrera política aureolados por su quiebra fraudulenta. Esta disposición tendría la triple ventaja de limpiar la sanies más cadavérica de la nación, de evitar el regreso de los mismos rostros a sucesivos gobiernos, y de aportar a la vida política lo que más falta le hace: seriedad.
6. Todo hombre deberá saber que el vestir voluntariamente un uniforme, cualquiera sea éste, lo señalará como criatura de Mammón y se expondrá a la venganza de la gente honesta. Entre el número de bestias hediondas que se puede cazar en cualquier estación, la ley deberá citar a los policías, los curas, los guardianes de plazas y hasta a los académicos. (100-102)
Tournier, Michel (1979[1970]): El rey de los Alisos, Buenos Aires, Sudamericana.

lunes, marzo 12, 2012

Ultraviolento


Más info acá. Vayan, yo si pudiera ir a la charla del bueno de Rodrigo Rey Rosa, ahí estaría (después de leer El material humano, que me prestó mi buen amigo EM, nunca fui el mismo).

Visto en Hablando del asunto.

¿Nativos digitales? Pfffff...


One often hears that today’s young people find computers and the internet to be totally natural and easy to use — i.e., that they are “digital natives.” I’m going to say that that’s false, at least of college students.

Some pieces of anecdotal evidence:
  • Getting college students to check their e-mail regularly is often a challenge.
  • College students frequently display a lack of understanding of how basic computer programs work (using manual headings in a word processor, creating manual footnotes, etc.).
[A menudo se escucha que actualmente la gente joven encuentra a las computadoras y a internet como algo absolutamente natural y fácil de usar, es decir, que son "nativos digitales". Voy a señalar que esto es falso, al menos para los estudiantes universitarios.

Algunas partes de evidencia anecdótica:
  •  Lograr que los estudiantes universitarios chequeen sus e-mails regularmente es a menudo un desafío.
  • Los estudiantes universitarios frecuentemente demuestran una falta de entendimiento de cómo funcionan los programas básicos en una computadora (usar encabezados manuales en el procesador de texto, crear notas al pie manuales, etc.).]

Evidencia para evitar comerse el buzón de que las nuevas generaciones serían maestros del manejo informático: lean el breve post de Adam sobre los supuestos "nativos digitales", con el que concuerdo absolutamente, acá.

viernes, marzo 09, 2012

La sinagoga de los iconoclastas (J. R. Wilcock) (XXX)

SYMMES, TEED, GARDNER

El capitán John Cleves Symmes sostenía que la tierra está formada por cinco esferas concéntricas, todas ellas agujereadas por los polos. Mucho, y durante muchos años, se habló en los Estados Unidos de esta apertura polar, llamada habitualmente el «agujero de Symmes»; el capitán había hecho distribuir por todas partes un folleto en el que explicaba cómo estaban las cosas y solicitaba la ayuda de cien valerosos compañeros dispuestos a explorar con él el agujero septentrional, a lo largo de varios millares de kilómetros. A través de este agujero —y del opuesto— el agua del mar fluye continuamente a la primera esfera interna, también poblada, al igual que las tres restantes, de animales y vegetales.
Sus teorías quedan expuestas en dos libros, muy diferentes entre sí pero ambos titulados La teoría de las esferas concéntricas de Symmes (Symmes' Theory of Concentric Spheres); el primero publicado en 1826, por un discípulo suyo, y el segundo en 1878, por su hijo, Americus Symmes. Una de las razones aducidas por Symmes en apoyo de su hipótesis es el hecho, para él obvio, de que con el sistema de las esferas concéntricas el Creador se ahorraba una notable cantidad de materiales, sin afectar en mucho la solidez del conjunto. Por otra parte la circunstancia de que la tierra sea habitable tanto por fuera como por dentro debe ser para Dios, sumo arrendador de los planetas, ventajosa, no sólo desde el punto de vista económico sino también del ecuménico.
Parece que el relato inconcluso de Edgar Allan Poe, Narración de Arthur Gordon Pym de Nantucket, pretendía precisamente describir un viaje al centro de la tierra a través del agujero de Symmes.

* * *
Una noche de 1869, en su laboratorio alquímico de Utica, Cyrus Reed Teed tuvo una visión, descrita posteriormente en el opúsculo La iluminación del Koresh: Maravillosa experiencia del Gran Alquimista de Utica, Nueva York (The Illumination of Koresh: Marvelous Experience of the Great Alchemist at Utica, N. Y.). En la visión se le había aparecido una hermosa mujer y le había anunciado que él, Cyrus Teed, se convertiría en el nuevo Mesías. Antes de desaparecer, la señora le había explicado además la estructura real del universo, o sea la auténtica cosmogonía.

miércoles, marzo 07, 2012

La posta...

...en la impresión de futuros libros artesanales. Un tutorial divino. ¡A por ellos!

sábado, marzo 03, 2012

¿Quién de nosotros escribirá "El niño proletario"?







"Clase media: Wachifiesta" por Langer en revista Barcelona, 24 de febrero de 2012, Buenos Aires, pp. 24-25.
 

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