El mundo está hoy convulsionado. Un acontecimiento histórico está sucediendo, prácticamente en simultáneo alrededor del planeta: los primeros países en ver la luz del Sol tuvieron ya su avant première astronómica mientras otros esperan con ansias el momento del estreno. Si. Porque se estrena la película de aquel libro carente de trama narrativa del cual muchos no pudimos pasar el centenar de páginas, pero que supo atrapar a millones de amantes de la teoría de la conspiración. Mas masivo que nunca, el Código Da Vinci está entre nosotros. Bravo.
Las repercusiones del estreno no tardaron en hacerse escuchar. A un lado, países que reventaron las boleterías al instante, fenómeno de esperar. A otro, casos de salas vacías y desinterés generalizado por el tema, como en Israel. En medio, las primeras medidas polémicas, o, podría decirse ya, comerciales. ¿Cuánto estarán pagando en Filipinas las últimas entradas para ver la película ahora que el gobierno prohibió su difusión a un día del estreno? ¿Cuántos chinos habrán ido ad expreso al cine a enterarse por qué miles de manifestantes de una religión hiper minoritaria en su país, y que no tiene nada que ver con su tradición, manifestaban y hacían lobby para censurarla? ¿Ratzinger saldrá a recorrer los cines de Roma o le habrán mandado una copia de cortesía en agradecimiento por sus servicios de publicidad?
Si hay algo que queda claro en lo vertiginoso del Efecto Código Da Vinci, es no que se trata principalmente, y sobre todas las cosas, de un evento ni religioso o literario, sino fundamentalmente comercial. El Código Da Vinci reúne un número de características que lo hacen particular, partiendo de que en un par de años ya fue traducido a 44 idiomas y lleva vendidos casi 50 millones de ejemplares. Cuenta también en su haber la virtud de haber creado "mercados dentro de su mercado", agenciándose un lugar especializado en la mayoría de las librerías, acompañado de toda una serie de libros que intentan decodificar, descifrar, explicar el Código (como si, por otra parte, fuese demasiado complicado) y, por supuesto, el kiosco completo de Dan Brown y el mercado que a sus vez estas otras obras generaron.
Me acuerdo de haber visto, no hace demasiado tiempo, el top ten de Best Sellers de una librería copado por al menos dos libros de Dan Brown y tres o cuatro sobre cómo leer su obra. Al mejor estilo Finnegan's Wake, que las más de las veces requiere de su "instructivo" para poder ser entendido, el libro de Dan Brown nutrió una constelación a su alrededor mucho mas abundante pero de muchísima menor altura que la de James Joyce. Es sabido, y a pesar de ello yo peco, que el 90% de las veces, mirar la lista de los best-sellers en las librerías es deprimente. Pero esa costumbre tan mía de pispear lo que lee la gente en el subte, en el tren, en los colectivos se volvió tan triste tambien estos años...
En fin, no todas pueden ser pálidas para con este fenómeno tan particular. Es innegable, que ha sido también una fuente notable de trabajo en todo el mundo. Teólogos, historiadores, opinólogos, nadie se perdió la oportunidad de decir más de una pavada y alguna que otra sensatez al respecto. Yo me pregunto cuánto habra cobrado Pacho O'Donell por decir en un minuto de aire televisivo que si ni el Imperio Romano ni el comunismo no habían podido con la Iglesia Católica, un libro de ficción tampoco podría. De lo que no tengo duda es de que a tan notable intelectual se le pasó por alto todo lo que un librito ficción sí pudo hacer:
-Recaudar y seguir recaudando millones de dólares en todo el mundo en distintos conceptos
-Opacar el debate acerca de si el carismático nuevo Papa tuvo o no un pasado Nazi
-Plantear la "inédita" discusión sobre la legitimidad de la autoridad religiosa de la Iglesia Católica sobre los creyentes
-Aumentar el número de afiliados al Opus Dei en todo el mundo... (¿cómo? ¿los del Opus Dei no eran los malos de la novela?)
Y todo esto con un mínimo de investigación filológica y un gran componente imaginativo. ¡Una verdadera bicoca! Quienes no supimos tenerle paciencia a la letra escrita, esperaremos con paciencia monástica nuestro estreno particular cuando se complete la barrita de progreso del Bit Torrent. Entonces, Pablito o Mati, nuestros especialistas en cine, nos hablarán de las maravillas del 2006 d.C.
LONDRES 2014
Hace 1 hora.
6 comentarios:
Emi, está claro que la semana que viene estoy en primera fila intentando develar el secreto del Código Da Vinci. Aparte como NO voy a leer el libro, de alguna forma tengo que enterarme qué corno tiene de interesante la novela de Dan Brown.
Bien ahí Emi con esta nota!.
Es obvio que le dejo esta peli a Mati para que la cubra, yo solo veo, como dice él, peliculas experimentales...
Un poco tarde en la nota pero debo admitir que me encanto... yo comence el libro ilusionada porque dije, vamos! Algo magico ha de tener... Y al final nada! No llegue a la mitad y me siento perfectamente reflejada en tus palabras.
Yo lo leí entero el libro... porque sigo esa prescripción tonta de que cuando lo empezas lo tenes que terminar... así que no se si ver la peli o no, tiene buenos actores, pero la historia no es muy buena...
En mi opinión, la peli hay que ir a verla igual: séase o no, vanguardista como Croci; háyase o no leído el libro como De Bin. Por lo menos para cerciorarnos de que es tan mal que hasta Tom Haks hace el esfuerzo por acutar bien (como en El quinteto de la muerte de los Coen).
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