domingo, diciembre 04, 2005

Las aventuras del intrépido Juan Xiet



Jamás voy a olvidar el día que conocí a Juan Xiet. Llegó al bar “La Academia” donde planeábamos una de las miles de revistas literarias que jamás hicimos, o hicimos, pero preferiríamos olvidar. Llegó tarde como siempre y con su uniforme de punk recién levantado. Bajo su brazo, llevaba una carpeta azul oscura, rota, que escondía un cofre de poemas.
Me preguntó si yo escribía y le contesté en silencio afirmando con la cabeza. Juan metió una mano en su carpeta, y como los magos que zambullen sus garras en un infinito mundo de conejos, sacó un poema. “Esto escribo yo, léelo” me dijo temblando y con sonrisa de niño.
Le dije que me gustaba pero que debía corregirlo. Jamás olvidaré que su lengua de “neosurrealismo” (si, ya le puse la etiqueta) bailaba sobre las hojas como una marioneta sin hilos. Juan tampoco olvida ese momento y siempre me recrimina que yo destrocé su poema. Antes y ahora, Juan se niega a corregir cuando le digo como un padre que debe hacerlo. Ese es su gesto, lo inacabado sobre una ametralladora afectividad del inconciente que brota en todas su poesías. A partir de ese momento siempre nos unió una extraña sensación de hermandad entre nuestros poemas (al mismo tiempo rivales estéticos inconciliables) y hacia la mirada posada con dulzura sobre las niñas.
En la lectura que compartimos el miércoles pasado, Juan me regaló su primer fanzin-libro. Dejó aquí las pruebas del crimen, bienvenidos a su universo (www.almejas.blogspot.com):

entono cantos placebos
entonces trajeron las manzanas
y una fuente llena de peces

el estado de incomodidad nos sobrepasaba, estábamos alerta

al tanto

desquiciados, desquiciadas

trajeron también las nueces y las almendras nonatas
los pequeños abortos de la naturaleza comestible
y comenzaron a gritar muy fuerte:

"oigan todos ustedes, las hombres y los mujeres
traigan las jaulas, el show va a comenzar, y no olviden sus estacas y sus bofetadas
siquiera su caca, es indispensable que traigan su cacona"


nosotros
brindábamos, semillas de todas las razas,
nos besábamos y nos rechazábamos

al instante.

en eso, un carozo escupió una promesa
que cayo en la mesa llena de migas
y comenzó a arrastrarse entre nuestras manos
estaba agonizando, pálida y desnuda
hasta que por primera y ultima vez nos miro, fijamente
extendió su único dedo hacia su colmillo
lo señalo y así, inmaculada, obsoleta
desapareció.


"comenzó el reinado del rey mono
se separan las mandíbulas en las nubes
se quiebran los talismanes y los objetos de poder

comienza la era de la tierra
y todos los jaques mates serán verídicos
jamás juzgados
amparados por la razón y la muerte"


nos fuimos a dormir, cansados

cansados.


no habíamos bebido agua en días y ni siquiera llovía

solo había muchas muchas abejas


y el sol.

la cama nunca es una buena respuesta cuando uno no puede dormir.

2 comentarios:

Kameyo dijo...

"lo inacabado sobre una ametralladora afectividad del inconciente que brota en todas su poesías"

haha, esos comentarios metafísicos son terribles!

Juan Xiet dijo...

Pablo, jamás vi una foto de algun fanzin mío en internet NO subida por mi, la verdad que esto, todo, es un alago, una raíz
la parte rica del queso.
chabon, gracias, es valedero y fortificante para mi, como el fulfato ferroso o como mirar un cuadro increible que el autor dejó volcar agua ras encima!

me acuerdo de ese día, el poema era "agarrá un cerebro y miralo"
y era el primer día de taller para mí.
me fui pensando "estos chabones son grosos", siempre odié que escribas mejor que yo, pero ya es parte de mi todo, de mi fauna.

además sos mi colega en muchas cosas que ya tienen cascarón y que el pico
el pico esta rompiendo la piel del futuro.

y no digo ojalá, sólo pregundo ¿cuando?

=P

gracias posta, odio tener que ponerlo acá, pero igual sabes que me alegró y que te lo agradeXco desde el craneo.

pd:haha, neosurrealista=P

 

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