sábado, abril 29, 2006

8º Bafici - 3era.Entrega y Final.

Prólogo:

Terminó el Bafici con una premiación, tal vez, tan cuestionable como la de Mar del Plata. Quedó gracias a ella, o a los propios films, el cine mexicano sobre la cima del cine latinoamericano. También la pronta obligación de concurrir a un festival de cine picantón.
Como intenté sugerir en las entregas anteriores creo que se tendría que discutir a fondo cual es la función de los festivales, si pasar más de 400 películas tiene sentido, cuando ello significa exponer películas en mala calidad, en salas en malas condiciones o films que están por debajo de la calidad de un festival. Aunque, como dijo un amigo de este cronista,
"Esta bien lo que decís, pero ¿dónde habría un pantallazo del cine mundial sino es en los festivales?".
El segundo tema que quiero abrir para discutir (si es que detrás de la virtualidad que nos separa podemos discutir) es sobre la definición de lo llamado "cine independiente". Entiendo que el nombre del festival es "de cine independiente" y no "festival independiente", pero ¿es necesario que grandes empresas como Clarín o el Shopping Abasto intervengan sobre la programación de películas que ideológicamente optaron por escabullirze para su producción de esas grandes compañías ?. También pienso, que confundo las instancias, y una instancia es la "producción" y otra es la "distribución", pero ¿no se podría intentar por dentro (o fuera) de una organización estatal dar un espacio correspodiente de exhibición a esa instancia de producción?.
Espero que hablen. Dejo lo las reseñas de lo que ví, los últimos últimos días:


Seven Invisible Men ( Siete hombre invisibles, 2005)

Distinto a la mayoría de sus films anteriores, el realizador lituano Sharunas Bartas narra la historia de una banda que se arroja sobre un camino y atraviesa cuadros impresionistas, en búsqueda de aparentemente, nada. Pero a medida que la película avanza, se descubre que esa banda va en busca de sí misma y sus orígenes, reflexionando constantemente sobre un tiempo mítico.
Con una constante oposición entre los paisajes y las canciones frente al proceso interno de desolación y decaimiento, como un repetitivo juego de figuras y fondos que se oponen, por el que atraviesan todos los personajes, la película no hace más que emocionar, con una fotografía y actuaciones deslumbrantes.

Lo más bonito y mis mejores años ( 2005)

La opera prima del director boliviano Martín Boulocq es, sobretodo, una película simpática. Relata una especie de triángulo amoroso entre postadolescentes perdidos en proyectos sin sentido, trabajos banales y dificultades para relacionarse. Si bien, las actuaciones están bien logradas y el humor alcanza buena temperatura durante casi todo el film, la película no propone nada más que un entretinimiento sin demasiada profundidad emocional ni reflexiva ni estética. "Citando" constante a Won Kar Wai, y si bien también es cierto que se opone al anterior cine boliviano denuncialista, la película solo queda en su intención de ser agradable, y por ende, con sabor a poco .


We can't Go Home Again (No podemos ir a casa de nuevo, 1976)

El último film dirigido por completo por Nicholas Ray antes de su muerte es un experimento que le llevó aproximadamente diez años, varios metrajes y formatos. Es un film al cual nos cuesta acceder a su compresión y ligar las escenas actuadas por los mismos realizadores, y divididas en la pantalla sobre cuatro espacios y sobre una segunda pantalla. Sin embargo, al ir sucediendo las escenas e ir conociendo las historias de los personajes comienza a armarse en el cerebro del espectador, no una idea o concepto, sino una especie de agria y emocionante sensación (¿sobre la derrota de una generación?), como los misterios de la angustia un domingo lluvioso, al atardecer y cuando finaliza un festival.

viernes, abril 28, 2006

Destrucción (revista Otra parte nº 8)

El número 8 de la revista Otra parte tiene su eje en la destrucción. A partir de allí se piensa la destrucción desde la literatura, desde la fotografía, desde la ciudad y desde otros puntos de vista. Hasta ahora de los artículos que leí, no hay uno que tenga desperdicio:

Prosa de Estado y estados de la prosa (Marcelo Cohen): la “infraliteratura”, la “paraliteratura” y la “hiperliteratura” (entre otras estados de prosa) como arma destructivas de la “prosa del Estado” (que no se limita a la literatura sino que es un compuesto de “versiones prevalecientes de la realidad de un país”) y propuestas de una literatura que raya con lo soberano. Cohen se pregunta cómo enfrentarse a esta prosa desde diferentes frentes y cuál de ellos puede funcionar mejor frente a la "tutela omnívora" que hace el Estado de la literatura.
Por un realismo idiota (Graciela Speranza): Nuevas formas de realismo frente al dilema literatura-realidad. De la mano de Bizzio, Aira, Rejtman y Musil, se va perfilando un realismo que se despega de la concepción realista canónica para crear nuevas formas de aproximarse a la realidad desde la literatura.
Una anomalía (Damián Tabarovsky): Tabarovsky toma la teoría de los paradigmas de Kuhn para identificar a la literatura como la anomalía que destruye lo paradigmático desde la singularidad. Se inclina hacia una literatura de la experimentación donde se ve el poder destructor de la misma.
Lamborghini se excede (y retrocede) (Diego Peller): la última novela editada, Tadeys, y la posiblidad de tener al alcance de la mano casi toda la obra de Osvaldo Lamborghini, invitan, como propone Peller, a releerlo. Desde Tadeys, pasando por El fiord y El niño proletario, Peller centra su lectura en la propuesta narrativa de Lamborghini, alejándose un poco de la experimentación con el lenguaje y centrándose en la relación cuerpo y lenguaje que los textos evidencian.
Delinquir. Los actos de Luciana Lamothe (Leopoldo Estol e Inés Katzenstein): Nos introduce en los actos de esta polémica artista que documenta pequeños atentados mediante la fotografía y la filmación (ring raje, remover la pintura alrededor de un candado, una acción muy extraña que realiza en un baño público desarmando la cadena y cerrándolo por dentro). En el carácter destructivo de la obra de Lamothe, dicen los autores del artículo, “hay una voluntad de exploración de la marginalidad y del delito...”.

Lo interesante de esta revista es que propone (y esto se nota en los textos) no sólo una crítica cultural de calidad sino que invita a la polémica, a tomar partido por las lecturas que hacen los diversos integrantes. Esta polémica que invita a criticar, a pensar y a confrontar es lo que lleva a la destrucción de la “verdad revelada” y a las propuestas de nuevas vías, de nuevas verdades que ya no se erigen como absolutas sino como posibles sentidos o contrasentidos frente a una única “prosa del Estado”.

PD.: Los artículos que se refieren a la destrucción y a la ciudad a simple vista parecen excepcionales: Ciudades, mente (destrucción) de Alberto Silva y Espacio-chatarra de Rem Koolhaas. Por otra parte, hay para todos los gustos: una entrevista a M. John Harrison (autor de ciencia ficción inglés); una reseña sobre Tarnation de Jonathan Caoutte y un artículo y fotografías de el proyecto El coleccionista de Mabe Bethônico.

jueves, abril 27, 2006

Tres estrenos tres

Hoy (Jueves 27/04) se estrenan tres películas (una de ellas es un documental) que según la crítica y la opinión pública son realmente recomendables. Como no vi ninguna de las tres, invoco una polifonía de opiniones para dar un esbozo de cada estreno. Vayan a verlas y después nos cuentan.


A. Capturando a los Friedman (Capturing the Friedmans, EE.UU., 2003)

Dirección: Andrew Jarecki
Crítica: "El documental nos habla de eso que todos sabemos y callamos:

a) Que todos somos un enigma para los otros, incluidos nuestros más íntimos y cercanos. Que tenemos una vida externa que no refleja los conflictos, los problemas o los pecados que cometemos.

b) Que no hay nada más temible que la justicia cuando es ciega y parcial y es totalitaria y corrompe todo lo que pretende limpiar y;

c) Que es posible documentar y grabar lo más íntimo y dar con ello testimonio de lo que ocurre desde dentro, para no tener que recordarlo, como dice Danny Friedman. "

Más en Arte y literatura.


B. Crónica de una fuga (Crónica de una fuga, Argentina, 2005)

Dirección: Adrián Caetano
Crítica: "Si yo tengo que contar la película digo que es la historia de cuatro jóvenes que fueron secuestrados ilegalmente durante un proceso dictatorial en la Argentina, de cómo estrechan lazos sin conocerse y deciden fugarse. Como dice el título, es la crónica de una fuga, no habla de la dictadura. Me parece que si sos grandilocuente, pecás de salame."

"...creo que de esa sociedad se perdió, entre otras cosas, la solidaridad. Yo no creo que la solidaridad exista, hoy en día, acá. Creo que esta sociedad es machista, represora y atrasada. Y creo que de eso habla "Crónica...". Los personajes cuando son secuestrados entran vestidos como estamos nosotros ahora, y con los ojos vendados. Después se fugan totalmente en bolas y en posición simiesca, como si fueran monos. Es como una metáfora del retroceso que se produjo en la sociedad y la mentalidad de la gente durante la dictadura."

Adrián Caetano, entrevista en Hecho en Buenos Aires, nº 68, año 5, Buenos Aires.


C. El nuevo mundo (The new world, EE.UU., 2005)

Dirección: Terrence Malick
Crítica: Clarín
Página/12

martes, abril 25, 2006

"Tomad y armad todos con él..."

"...pues este es mi lego y será armado por vosotros." (el reverendo Brendan Power Smith)

viernes, abril 21, 2006

8º Bafici - Segunda Entrega

Prólogo: El festival sigue girando y ya son más las exhibiciones que los cientos de ojos que las contemplan día a día. Se perfilan algunas preferidas del público como la película boliviana "Lo más bonito y mis mejores años" o la rusa "First on the Moon" o la argentina "Los próximos pasados" de Lorena Muñoz. Mañana se conocerán los ganadores.
El cine norteamericano se hace resonar en cada sede, junto a las fotos de Abbas Kiarostami en el Malba, y el "¡¿viste lo que fue el Acorazado en el Colón?!", y finalmente, "no te podés perder la perfomance de danza Butoh y Mekas en el Recoleta". También cabe pensar, como se mencionó en la charla sobre criterios de selección en los festivales de cine, que ya existen festivales en donde sólo se pasan 9 o 10 películas, o incluso festivales en donde no se pasa ninguna y el festín es reflexionar y discutir sobre un corpus preestablecido.
Por el momento, con una veintena de films vistos, les dejo mis segundas recomendaciones.


Perlas de los segundos días:

Lucy (Lucy, Alemania, 2005-2006).

El segundo film del director alemán Henner Wincler narra el conflicto de una adolescente ante su prematura maternidad. Seguir con su vida de salidas nocturnas o asumir el rol de madre, es la disyuntiva de la cual se ve presa la protagonista. Girando en torno a la niña recién nacida, se desarrollan también los problemas de la abuela materna que ya fue madre soltera, el nuevo novio de Maggy y el verdadero padre que también temblequea ante su rol.
Tratado con una exterioridad que por momentos podría diluir el conflicto, lo más logrado del film, es que mediante esa exterioridad no se juzgan las decisiones de los personajes ante Lucy. Rodada a partir de primeros planos, con puertas que abren, cierran y dividen, el director alemán nos invita a reflexionar aquí (en Alemania es legal y no tiene la misma condena moral) sobre el aborto y el paso prematuro hacia la adultez.

Your Heart in my Brain (Tu corazón en mi cabeza, Alemania, 2005)

A modo de Psicosis postmoderna rodada en video, el film del director nacido en Lituania Rosa von Prauheim, considerado el "niño terrible" del Nuevo Cine Alemán, narra el encuentro de tres seres dentro de una casa, existentes ellos o no, pero atravesando las profundidades de la homosexualidad, la locura y el canibalismo. Tratada con una constante cámara en mano que persigue a los personajes o funciona como diario íntimo, el film se adentra y escapa a los géneros de terror y suspenso, a través de las grandes actuaciones de los protagonistas y un guión rotundo como el de las grandes obras alemanas. Basada en un caso real (si la psicosis no es ficción por sí misma) y apta casi en exclusivo para amantes de lo perverso.

Pavee Lacken: a Traveller Girl (Pavee Lackeen:una viajera, Irlanda, 2005)

La opera prima del reconocido fotógrafo irlandés Perry Ogden borra las los límites entre la ficción y el documental para narrar la historia de una familia que vive en las afueras de Dublín en casas rodantes. La cámara seguirá el constante recorrido de exclusión en todos los ambitos que sufre esta familia, desde ser arrojados a las peores zonas para alojar su vivienda, a la repetitiva inoperancia de las asistentes sociales para poder integrar a la protagonista de la historia, la joven Winnie Maughan. Lograda luego de cientos de horas de grabación en video, y obteniendo solo los momentos "donde estamos feas", el director irlandés logra un film estremecedor y emocionante, y que solo en nuestro país puede encontrar como correlato a Bonanza de Ulises Rosell.

Les invisibles (Los invisibles, Francia, 2005)

La opera prima del director francés Thierry Jousse revela la madurez de alguien que ha reflexionado durante mucho tiempo sobre el cine en las páginas centrales de Cahiers du Cinema, bajo su dirección. En este film, se propone al mismo tiempo revelar el proceso creativo-obsesivo de un músico, Bruno, y también el proceso creativo-obsesivo sobre el amor. Aunque el amor será en este caso, encuentros sexuales a ciegas, a partir de un misterioso chat teléfonico. El amor y la creación como una constante búsqueda de lo desconocido, de la irremediable ceguera que arrastramos, es el sinuoso camino que atraviesa Bruno dentro de una atmósfera a lo David Lynch. Aunque siempre el camino encierra guías, como se refleja en la figura del portero, uno de los mejores personajes secundarios que pude ver en los últimos tiempos. Aunque en estas orillas, podría ser un film teñido de cierto tono "intelectuoso", es una más que interesante reflexión sobre las oscuridades de los procesos creativos y la soledad en las grandes urbes.

jueves, abril 20, 2006

Enter Sandman

Hace unos días comencé a devorar la saga de The Sandman, novela-comic de Neil Gaiman que centra la historia en Sandman, rey de los sueños y su familia de "eternos" en íntima e intensa relación con los humanos. La mitología que crea, la profundidad y caracterización de los personajes, los ambientes y todas la intertextualidades que plantea ya sea con la historia de la literatura como con otros géneros de comics son dignos de alabanza. Sin embargo tal como otros guionistas de comics y escritores de fantasía en general (se me ocurre en particular Terry Pratchett) no ha sido todavía valorado en el ambiente literario. A continuación les posteo algunos fragmentos del prefacio al libro que se editó después de la saga (The Sandman: el libro de los sueños) donde Frank McConell hace un análisis bastante interesante de la obra.

Prefacio a The Sandman: el libro de los sueños (Frank McConell)

¿Cómo mueren los dioses? ¿Y qué es de ellos cuando mueren?
También puede estar preguntándose cómo nacen los dioses. En realidad las tres preguntas son la misma. Y las tres parten de una suposición común: que sería tan fácil para la humanidad prescindir de los dioses como para usted quitarse la vida aguantando la respiración.
[...]Necesitamos dioses —ya sean Thor, Zeus, Krishna, Jesús o, en fin, Dios—, no ya a los que adorar o sacrificarnos, sino a los que utilizar para satisfacer una necesidad que nos distingue del resto de los animales, nuestra necesidad de encontrar y dar un sentido a nuestras vidas; de satisfacer nuestra sed de fe en que el tedio y el caos de la existencia cotidiana, al fin y al cabo, nos conducirán a algo. Es el origen de la religión y de los cuentos, ¿o acaso no son lo mismo? Como dijo Voltaire acerca de Dios: si no existiera, habría sido necesario inventarlo.
Escuchemos a una experta en la materia.
"Sólo hay dos mundos: el tuyo, que es el verdadero, y otros mundos, la fantasía. Esos mundos son los de la imaginación humana: su realidad, o falta de ella, no tiene importancia. Lo que importa es que están ahí. Esos mundos son una alternativa. Son una escapatoria. Son una amenaza. Son un sueño, son poder; son refugio y son dolor. Son lo que da sentido a tu mundo. No existen, por lo tanto son lo único que importa. ¿Lo entiendes?"
Quien habla es Titania, la hermosa y temible Reina de Faerie, en la novela gráfica de Neil Gaiman Los libros de la magia, y no se me ocurre mejor y más breve explicación —desde Platón a Northrop Frye, pasando por Sir Philip Sidney— al porqué de nuestra necesidad de leer y escribir historias. Al porqué de que nosotros, como especie, seamos creadores de dioses. Y todo en boca de una diosa, y en un cuento. Los libros de la magia se escribió cuando Gaiman estaba componiendo su obra maestra —al menos hasta ahora, porque Dios o los dioses saben qué hará después—, The Sandman. Es un cómic que le cambia a uno la opinión acerca de qué son los cómics y de lo que son capaces. Es una novela por entregas, como las de Dickens y Thackeray, un cuento que cualquier apreciación honrada encontraría tan sensacional como cualquier obra de ficción convencional (en el sentido de académicamente respetable) de esta última década. Es la verdadera invención de una mitología auténtica y enriquecedora para el hombre posmoderno, posmitológico; una nueva forma de crear dioses. Y constituye la brillante inspiración de los brillantes cuentos de este libro. [...]
[...]Entre 1988 y 1996, Gaiman construyó un cuento de cuentos intrincado, divertido y profundo que se publicó en setenta y cinco números mensuales. Un cuento sobre por qué hay cuentos. Sueño, o Morpheus, o el Moldeador, descarnado, pálido y vestido de negro, es la figura central. No es un dios, es más antiguo que los dioses, es la causa de que ellos existan. Es la capacidad humana de imaginar el sentido, de contar cuentos: una proyección antropomórfica de nuestra sed de mitología. Y como tal, es a la vez mayor y menor que los humanos, cuyos sueños moldea, pero cuya ansiedad, al fin y al cabo, le moldea a él. Como diría Titania, no existe; por lo tanto es lo único que importa. ¿Lo entiende?[...]
[...]Todo esto ya es bastante fabuloso, pero después de crear a Sueño, el ansia humana de sentido personificada, pasó a inventar a toda su familia. E inventar eso sí que es absolutamente original y, parafraseando lo que el Príncipe Enrique dice de Falstaff, es ingenio puro y causa del ingenio de otros hombres.
Se trata de la familia de los Eternos, siete hermanos, ordenados por edades, aunque como veremos, "nacimiento" no es un término apropiado: Destino, Muerte, Sueño, Destrucción, Deseo, Desespero y Delirio (cuyo nombre solía ser Delicia). Son los Eternos porque son en sí mismos estados de la conciencia humana y no pueden dejar de existir hasta que el pensamiento mismo deje de existir. No nacieron porque, como la conciencia, no hay nada que imaginar antes de ellos; la Upanisad, la más antigua y sutil de las teologías, tiene mucho que decir al respecto.
Ser consciente es serlo del tiempo, y de su fluir: el destino. Y saber esto es saber que el tiempo se acabará, es decir, imaginar la muerte. Frente a la certeza de la muerte, soñamos, imaginamos paraísos donde no sea así: "La Muerte es la madre de la belleza", escribió Wallace Stevens. Y todos los sueños, mitos, estructuras que levantamos entre nosotros y el caos, que son cosas construidas, deben por consiguiente ser destruidas. Y nos entregamos, desesperados por la pérdida, a la alegría deliciosa y perecedera del momento: deseamos. Todo deseo es, por supuesto, la esperanza de una satisfacción imposible en la naturaleza de las cosas, un placer ilimitado; por lo tanto desear es empezar a desesperarse, a darse cuenta de que ese placer tan esperado, a fin de cuentas, no es más que el delirio de nuestra falsa ilusión mortal: que el mundo es suficientemente amplio como para cumplir con la mente. Y de este modo nos refugiamos en nuevas historias, los sueños.
Es una versión muy esquemática, demasiado, del linaje de los Eternos, casi una alegoría al estilo medieval. Porque son personajes reales: tan reales como los humanos con los que interactúan constantemente a lo largo de The Sandman. Destino es una figura monástica, encapuchada, casi carente de afecto. Muerte, brillante idea de Gaiman, es una joven astuta y desgarradoramente bella. Sueño es... Sueño: sombrío, algo pretencioso, algo neurótico. Destrucción es un gigante pelirrojo al que le gusta reír y habla por los codos. Deseo —otro arrebato de ingenio— es andrógino, tan sexy y amenazador como las dominas de Nagel; su melliza Desespero es una vieja achaparrada, gorda, desnuda y prodigiosamente fea. Delirio, de acuerdo con su nombre, rara vez aparece dibujada de la misma manera. Lo único seguro es que es una chica joven, con el pelo de colores o calva, vestida con harapos, que habla a non sequiturs que a veces reflejan la antisa-biduría de un Rimbaud.
De todas formas, los Eternos son una alegoría, y además espléndida, de la naturaleza de la conciencia, del estar en este mundo. Y no cabe hacer hincapié en que estos más que dioses, menos que dioses son importantes a causa de las personas corrientes con cuyas vidas y pasiones se entremezclan. La mitología de The Sandman, en otras palabras, nos lleva al punto de partida de todas las religiones clásicas. "¿Creó Dios al hombre en un principio?" Justo y precisamente lo contrario.
Y Sueño, el Señor de los Relatos, está en el centro de todo.
Empezamos y acabamos con relatos porque somos el animal que los relata. The Sandman insiste, junto con Finnegans Wake, junto con Nietzsche, con C.G. Jung y con Joseph Campbell, en que todos los dioses, todos los héroes y las mitologías son la representación fantasma del drama humano. El concepto de los Eternos, y especialmente el de Sueño, es una espléndida "máquina de relatar" (una expresión de la que Gaiman está orgulloso). Se trata de un universo en el que se mezclan y actúan tanto los personajes del océano interminable del mito como los del llamado "mundo real", es decir ustedes y yo cuando no estamos soñando. Y de igual modo se mezclan y actúan en nosotros cuando soñamos. Los críticos suelen decir que esta era está empobrecida por esa incapacidad nuestra de creer en nada que no sean las frías ecuaciones de la ciencia (de ahí que Destrucción, cuarto de los hermanos, dejara a los Eternos en el siglo XVIII, en los auspicios del Siglo de las Luces). Pero nuestros mejores escritores, incluido Gaiman. han dado con diversas formas de revitalizar los mitos, incluso en la base de su irrealidad. Credo, quia impossibile est, como escribió Tertulio en el siglo III de nuestra era, acerca del misterio cristiano. "Creo en él porque es imposible". Una buena teología tal vez; y una excelente teoría de la ficción, con certeza.[...]

Fuente: AA. VV., The Sandman: el libro de los sueños, Barcelona, Norma, 1999.

martes, abril 18, 2006

8º Bafici - Primera Entrega


Prólogo:

Arrancó el 8º Bafici con una oleada de más de 400 films entre largos, cortos y perfomances. Además de contar con el evento de encuentro entre productores, y la presencia de grandes directores y organizadores de festivales de todo el mundo.
Aunque nota aparte son los cortos e instalaciones que ofrece el diario Clarín como auspiciante, quién piensa que el cine independiente es un suicidio acompañado por una canción tarareada. Segundo papelón (o problema organizativo) es la corrida que cada mañana hacen decenas de periodistas como una jauria de fieras deformes en búsqueda de entradas, apenas los guardias abren las puertas de la Cárcel-Abasto.
Fuera de todos estos datos y quejidos de cronista gruñón, el 8º Bafici se ofrece durante dos semanas, como una verdadera fiesta para los amantes del cine.

Las perlas de los primeros días del Festival:


Little Fugitive (El pequeño fugitivo, USA, 1953)

La hazaña que el trío Ray Ashley, Morris Engel y Ruth Orkin realizaron con este film, que narra la historia de un niño que escapa de su casa a partir de una broma pesada de su hermano mayor, fue en su momento y es aún hoy, un paradigma del cine.

En aquel momento (1953) por realizar un film independiente, antes de que este termino se difundiera por todo el mundo, rodado en mano con una cámara preparada para el film, logrando transpasar las barreras de las grandes compañías, los premios y la fama. Con el uso también de actores no profesionales, en escenarios reales y con planos que encierra una belleza fotográfica excepcional.

Hoy, por falla o destino, el film se proyectó con una copia aún en mal estado: con un constante zumbido, un salto, y líneas atravesando la pantalla; pero lo más importante es que el film, a pesar de eso, sostiene sus logros. Parecen decir aquellos los tres directores que se valieron de un Oscar y tapa de revistas cinematográficas, que el verdadero cine es, y será, mas allá de los envistes del tiempo.


A letter for Greenpoint (Una carta de Greenpoint, USA, 2004)

Considerado por el director estadounidense Jonas Mekas como su "primer" film en video después de 17 años de experimentación en este formato, A letter... es antes que nada, una obra maestra reflexionando sobre su propia condición.

Basada en el hecho mínimo de una mudanza hacia Brooklyn después de vivir 30 años en un mismo hogar, este film es un conglomerado de bellísimas escenas cotidianas, en donde se entremezcla, entre el vino y el vínculo padre-hijo, la reflexión sobre la vida y la sociedad, y sobretodo sobre el propio hacer cinematográfico. Entonces, Mekas plantea lo dificil que es lograr la esencia precaria de los gatos, la esencia perdida de la sociedad a través de un huevo, y dice, al mismo tiempo y sin decirlo, su postura sobre lo que es un film, ¿que es una película sino contar una simple mudanza, y un perderse entre momentos hermosos, jugando a filmar junto a la compañía de los hijos?.

En otra escena Mekas le propone casamiento a su gata. Estimado Mekas, sin ser felino, acepto.


First on the Moon (Los primeros en la Luna, Rusia, 2005)

Quién y cómo se escribe la "Historia" es sin duda una de las preguntas que todo film documental debería hacerse. El film del ruso Alexel Fedrochenko, no sólo la hace, sino que transpasa además esta pregunta para pensar sobre los límites de la ficción y el documental, a través de narrar el proceso de formación de un grupo de astronautas rusos que intentan viajar a la Luna antes que los estadounidenses, pero terminan cayendo en un valle chileno. Realizada a partir de numerosas imágenes de archivo, con actores reales, con un tono irónico y desopilante, y con un ritmo acelerado y constante First on the moon es una de las perlas de la Competencia Oficial, y por el momento, una de las favoritas del público.

Es un pájaro, es un avión...

Con un concepto del humor muy parecido al de Liniers, les presentamos a este dibujante que desde sus viñetas hace que lo absurdo raye con la parodia, con ustedes: Kioskerman.

PD.: También pueden encontrarlo en el fanzine Flasia.

sábado, abril 15, 2006

La no-noticia

Quizá porque nunca me gustó el chocolate, no me preocupa el que no vaya a recibir chocolate por la noticia del posteo. Sin embargo, y sin ánimo de ser novedoso, posteo este link a un artículo de Ivan Almeida que discute la autoría o no del poema Instantes por Borges, puente bajo el cual ya corrió mucho agua y sobre el cual el artículo hace una síntesis interesante. De todos modos, y más allá del contenido y las conclusiones que se puedan sacar del texto, creo que es interesante la reflexión que subyace a todo el planteo del crítico sobre el concepto mismo de autoría, y divertida la tragicomedia patética de acusaciones cruzadas, investigaciones filológicas, y demases sobre las cuales hace un paneo (sumándo chorros de tinta a la discusión, por supuesto, de la misma manera en que lo estoy haciendo yo en este mismo "instante"). El link es:

http://www.uiowa.edu/borges/bsol/iainst.shtml

PD: ¿se imaginan a Borges caminando descalzo a principios de primavera?

miércoles, abril 12, 2006

"Remember, remember the fifth of November" (sobre V de venganza)


V for vendetta de John McTeigue (adaptada por los hermanos Wachowski) continúa una larga serie de ficciones futurísticas más propias del mundo literario que del cine como Fahrenheit 451, 1984, Un mundo feliz y demás hitos de la literatura fantástica (igualmente muchas de estas obras tuvieron adaptaciones cinematográficas). Por otra parte, la historia está tomada de un comic y es una brillante adaptación de la mano de los directores de la saga de Matrix.

El argumento puede resumirse en un héroe revolucionario que pretende demoler un sistema opresivo y, a su vez, crear conciencia en un pueblo aletargado y de quienes necesita apoyo, por lo menos, ideológico. Por la película desfilan características típicas de los gobiernos dictatoriales (tortura, censura, miedo, represión, ocultamiento, poder desaforado, etc.) que nos reenvían continuamente tanto a nuestro pasado como al nazismo y, por otra parte, aparecen sorprendentes guiños sobre el terrorismo y los Estados Unidos (armas biológicas, conflictos de expresión, monumentos como símbolos de poder, etc.). En comparación con Matrix, en esta película se deja entrever un compromiso político mucho más manifiesto al punto de sostener un tipo de terrorismo como solución para las tiempos opresivos y represivos.

Por un lado, tanto la actuación de V (Hugo Weaving, el agente Smith en Matrix) como la de Finch (Stephen Rea) son muy buenas, sobre todo la de este último que cumple el rol de miembro del partido dictatorial que comienza a dudar acerca de la integridad de éste y de sus métodos para lograr sus objetivos. De Evey (Natalie Portman) no hay nada que decir ya que es un personaje necesario para el desarrollo de la película pero no resalta. Por otro lado, los hermanos Wachowski hacen hincapié nuevamente, ya lo habían hecho con Neo-Smith, en la relación intrínseca y necesaria entre el héroe y el villano: V y Adam Sutler. Ese tema es interesante en la medida en que uno no se concibe sin el otro, tal como dice V, una acción produce una reacción y así, la revolución también está ligada esencialmente con el sistema. Otros temas desfilan por la película: el caos contra el orden, el pueblo y el gobierno, la búsqueda de libertad a pesar de todo, la experiencia frente a la muerte o a la posibilidad de ella, la violencia como meido de liberación, la simbolización del poder, el terrorismo (o cómo sembrar el miedo) de Estado, etc. En definitiva, una película muy recomendable para los tiempos que corrieron, que corren y que... nadie sabe si volverán a correr.

PD.: Artículo de Rodrigo Fresán en Página/12.

martes, abril 11, 2006

Entre las aguas revoltosas del cyberespacio

Atentos a las necesidades del consumidor internauta acercamos, proponemos, alistamos una serie, conjunto, lista de sitios, librerías, bibliotecas de libros y textos digitalizados:

Agradeceremos cualquier aporte a la lista.

domingo, abril 09, 2006

Esa historia tan bonita


Acaba de llegar a la Argentina la reedición de Moby Dick, de Herman Melville, una de esas tantas novelas profanadas por las malas traducciones y las ediciones infantiles, pero geniales (otras: Alicia en el País de las Maravillas, La Isla del Tesoro, unas cuantas de Dickens). La reeditó Debolsillo en España, en la traducción de Enrique Pezzoni, una versión que es prácticamente inconseguible, considerada la mejor hasta por la misma crítica española y que supuso para Pezzoni un año de relevo de cuanto tratado sobre ballenas consiguió. El libro cotiza, por supuesto, al dólar librero caro que maneja Buenos Aires, pero realmente vale la pena (aunque no se descarta, por supuesto, la posibilidad de que ediciones anteriores aparezcan en algún anaquel perdido en Corrientes).
He aquí una reseña que escribió Daniel Link hace algunos años a propósito de la reedición en España:


Civilización o Barbarie

Se cumplen ciento cincuenta años de la publicación de Moby Dick, la excesiva invención de Herman Melville en cuyas primeras páginas Ismael, el narrador, ironiza sobre su necesidad de darse a la mar. La actualidad de la novela, que –por su mismo grado de abstracción– bien puede leerse como un “ensayo de interpretación nacional”, no podría ser mayor. El viaje metafísico que Ismael emprende se ubicaría, según sus palabras, entre dos líneas de noticias (o dramas de la historia):

“Gran lucha electoral por la Presidencia de los Estados Unidos
Un individuo de nombre Ismael viaja en un ballenero
sangrienta batalla en Afganistán”

No haría falta más para entender hasta qué punto los Estados Unidos han quedado presos de la imaginación desaforada de Melville. Hoy, como ayer, la ficción es un episodio encapsulado entre los avatares de la política interior y la política exterior norteamericana.
Un poco por ese carácter emblemático que tiene Moby Dick, los españoles han decidido homenajearla reeditando la novela en la traducción que en 1970 realizó Enrique Pezzoni para la Colección Obras Maestras del Fondo Nacional de las Artes, uno de los grandes y prodigiosos monumentos de la traducción de todos los tiempos. No es la primera vez que España rinde tributo a la inteligencia y a la perspicacia de Pezzoni. La versión de Lolita que Anagrama publica desde siempre lleva el transparente seudónimo (Enrique Tejedor) de quien, entonces, prefirió dejar su obra en el anonimato antes que someterse a los vaivenes judiciales que el contenido del libro hacía suponer.
Un homenaje, pues, a Moby Dick, a ciento cincuenta años de su publicación, pero también a los treinta años de una traducción, dicen los cables de prensa, insuperable.
Este verano será una buena ocasión para revisitar una de las novelas fundamentales en la constitución de la identidad cultural norteamericana. La masiva oposición entre una inteligencia humana y una inteligencia no-humana, algo que comienza en Moby Dick pero que puede rastrearse hasta los últimos avatares de la serie cinematográfica Alien, más allá de los sentidos alegóricos que cada uno quiera encontrar en ella, debería entenderse como una de las claves para entender cómo los Estados Unidos procesan sus contradicciones y cómo imponen al mundo una cierta idea de humanidad en oposición a ese enemigo indeterminado, blanco, metafísico.


Fuente: Suplemento Radar, Pagina 12

sábado, abril 08, 2006

Quebrar el camino

Cándido López, los campos de batalla es el primer film-documental del experimentado director de fotografía José Luis García, quién relata varios historias, bajo la excusa de recorrer la obra del artista plástico argentino. Como si la realización de un documento fuese un extenso ensayo de captación de una problemática social o de una realidad, pero viéndose preso del devenir que esta le impone. Arrojado al azar, el documental rompe las estructuras del guión.
El lei motiv del documental, es hacer un recorrido o una búsqueda obsesiva, como Sherlock Homes tras las pistas de un crimen, por la obra producida por el soldado y pintor argentino, a lo largo de los bocetos y pinturas que produjo estando dentro de la guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay. Para este punto de partida se proponía contar con una brújula especial, el anciano nieto del pintor, que por razones de salud no lo puede acompañar, y el film da el primero de los vuelcos inesperados.
Una vez arrojado en la ruta, el documental ingresa en un segundo momento en el cual, además de rastrear algunos discursos históricos sobre la guerra, se detiene sobre la búsqueda obsesiva y simbólica de los puntos de vista desde donde el pintor esbozaba sus cuadros. Con una infinita escalera, y equiparando formas de reproducción con la cámara fotográfica, García reflexiona y ve, ve y reflexiona, sobre la mirada y el recorte que el pintor hacía desde arriba, desde donde todos son en una guerra: “iguales”.
Abandonada la escalera y a partir del peso dramático que empiezan a adquirir el relato de los paraguayos, su visión sobre la historia y las imágenes de museos históricos en casas precarias o extensas excavaciones en búsqueda de tesoros perdidos, la narración se hunde en la última capa: la histórica. Desde la voz de los niños, los perros “dálmatas” y el relato de una escritora inglesa, el documental se adentra en revelar otra noción de lo que fue la guerra. Así, profundiza en la visión que los propios paraguayos tenían de Solano López, la voz de los vencidos, y sobretodo la voz, omnipotente e imperial de los ingleses.
Trabajada desde una fotografía por momentos exquisita, y con una cámara arrojada, como dijimos, al azar de una búsqueda, si bien el documental se abre sobre varios temas y podría hacer agua al no profundizar por completo en ninguno de ellos, afirma su valor allí, en su constante indeterminación.

jueves, abril 06, 2006

La salud de nuestros hijos (sobre LazyTown en Discovery Kids)

Oh, LazyTown, pueblo de niños que aman los dulces, que no cuidan su salud, que prefieren pasar su tiempo frente a una computadora o frente a un televisor en vez de salir a jugar por los verdes campos con sus divertidos amigos. Oh, LazyTown, si no existiera Sportacus... Qué sería de tí si no existiera el más grande modelo de superhéroe: fortachón, ágil, con un esbelto cuerpo, en forma, capaz de realizar espectaculares acrobacias con rápidos y deslumbrantes movimientos. Pero no, LazyTown, si no cultivas el deporte como Sportacus lo hace, si no te alimentas con frutas y verduras (recuerda que la kriptonita de nuestro héroe es el azúcar), si no te vas a dormir a las 8 para empezar los días con fuerzas y ganas de cambiar el mundo y tu vida, si no sigues los pasos, serás más parecido a Robbie Rotten.

¿Acaso quieres ser como Robbie Rotten? Villano de turno que sólo come snacks y mira tele en su cueva subterránea. ¿En serio quieres parecerte a él? Rotten (Mr. Rotten, para tí) quiere vencer a Sportacus, le tiende trampas para ganarle en los deportes, sus planes son perfectos pero Sportacus simpre logra zafarse y triunfa el bien. Recuerda el lema, hermoso pueblo, "¡Siempre hay una forma!" y comienza a bailar con Stephanie, niña de pelo fucsia, hermosa niña de ojos rasgados que ha llegado a tí, que se ha hecho de buenos amigos.

Pero Stephanie tiene un problema: ¿cómo podrá mantenerse fiel a lo que siente que es bueno mientras la rodean niños poco saludables? Pobre Stephanie, todos sus amigos (salvo ella) tienen algo que deben cambiar: Ziggy ama demasiado los dulces; Stingy no quiere compartir, siente que las posesiones 'hacen al hombre'; Trixie se rehusa a seguir las reglas, es muy desobediente pero de manera divertida y para colmo lee mucho pero no le gusta hablar de eso porque piensa que no es cool; y Pixel no puede apartarse de sus viedojuegos, cuando se relaciona con sus amigos lo hace como en los videos con fuerzas irracionales e incontrolables.

LazyTown, sin embargo, tú sabes que Sportacus puede ayudar a los chicos a superar sus errores y juntos aprenderán a llevar una vida sana. Sabes que la salud y el deporte son divertidos y más entre amigos. Basta de niños obesos, basta de buenos-para-nada, basta de televisión y snacks, basta de falta de actividad física: LazyTown, tu camino está marcado, derrota al malvado de Robbie Rotten, aliméntate y pórtate bien, haz deportes y serás como tu héroe y modelo. Ya lo sabes, pueblo encantador, todos tenemos un Sportacus adentro.

PD.: Para más información sobre cómo cuidar a sus niños visite la página oficial de LazyTown o consulte la programación de Discovery Kids.

PD. 2: "The philosophy of LazyTown is to motivate children and inspire them to live a healthy life. This philosophy has already been spread throughout Iceland and shows how well the property is adapted to children. In the form of a TV series the television can be turned into a part of the solution to children’s obesity and lack of physical activity."

 

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