En una entrevista de 1975, Elías Castelnuovo deschavó el combate Boedo y Florida. No se calló nada, se calzó los guantes de anarcoproletario y arremetió contra los cajetillas. Disfruten. (Gentileza de Hielo para las aguilas)
"—Sí. ahí en Boedo al 800. Y sacamos la revista Dínamo, que fue nuestro órgano.
—-¿Y cómo nació la rivalidad con el grupo Florida?
—Bueno, eso fue posterior, en el 24. Ellos se reunían en Florida y Tucumán, en la redacción de la revista Martín Fierro, que dirigía Evar Méndez. Los bautizamos nosotros como grupo Florida, en contraposición con el nuestro de Boedo. Ellos eran los cajetillas, los pitucos. Nosotros, los proletarios.
—Y fue una verdadera batalla la que se entabló.
—¡Y qué le parece! Ellos tomaban todo en solfa, pero la cosa era seria, porque en el fondo era ideológica.
—¿Usted conocía a todos los de Florida?
—En esa época no, sólo a Méndez y a Ernesto Palacios. Estábamos en otra cosa. Ocurre que ellos eran niños bien, mientras que nosotros debíamos trabajar, ganarnos el pan, y además éramos militantes revolucionarios."
"—No, no, está equivocado, Girondo era multimillonario. Y todos eran iguales. La cuestión fue entre ricos y pobres, no le quepa duda. Lo que pasa es que nosotros veníamos de la clase trabajadora y muchos de ellos adoptaban la misma pose, hasta que mostraron la hilacha.
—Por esa época, Borges era un hombre de izquierda, ¿no?
—Se decía anarquista. ¡Mire lo que son las cosas! Yo no me olvido de un par de versos que Borges publicó en la revista Quasimodo, que dirigía el anarquista Julio Rebarcos. Y hasta escribió una oda a las campanas del Kremlin. Pero yo que estuve en todas, como anarquista, jamás los vi a ellos en ninguna movilización.
—Bueno, pero González Tuñón...
—No, no, son fábulas. Tuñón mentía para justificar su tránsito, su transgresión a la oligarquía, aunque después, al final, se hizo comunista. Yo le garantizo que cuando hubo que recibir palos, persecución y hacer sacrificios como militante, ninguno de ellos estuvo. Ahora, cuando llegó la época de las vacas gordas y el comunismo se ablandó, entonces entraron Tuñón, Barletta y otros, pero como funcionarios del partido. Y su militancia se redujo a los versos que escribieron."
"—Porque los vientos que corren los obligan a hacerlo. Los de Florida, los martinfierristas, no tenían banderas. Estaban sólo en las corrientes formales, modernas, surrealistas. Macedonio Fernández, Girondo, Borges, Nicolás Olivari, que al principio estuvo con nosotros... Era una cuestión ética: los que estaban detrás de los billetes se fueron pasando a ese grupo. Olivari me lo dijo clarito: Mirá, Elías, si me quedo con ustedes voy a ser pobre toda la vida. Y después anduvo diciendo que lo echamos de Boedo... Y claro, nosotros éramos linotipistas. César Tiempo repartía soda, Barletta trabajaba en el puerto, Mariani era un empleaducho, Roberto Arlt sudaba en un taller de recauchutaje..."
G. A . C. G: una literatura sobreviviente
Hace 19 minutos.
4 comentarios:
así que Arlt se convierte en un integrante del "Grupo de Boedo"? lo que puede la memoria selectiva y creadora.
Estimado anónimo, seguramente de Olivari se podría cuestionar lo mismo ya que su inclusión en Bodeo no es tan clara como la de otros autores. Sin embargo, el criterio de Castelnuovo parece limitarse a un ellos/nosotros que aunque esquemático resulta entretenido por cómo caracteriza cada grupo. Sí, una lástima que Castelnuovo no haya leído a Sarlo, a García Cedro y demás. Arlt sería como una tercera posición, ¿no?
mas que preguntarse sobre la verdad de la milanesa deberiamos debatirnos la gran paradoja triple existencial: completa a la napolitana o a la riojana?
Las diferencias entre Boedo y Florida fueron claras. Si habia algunos que andaban entre los dos grupos.
Muy buen rescate.
Castelnuovo, Yunque, Mastronardi y muchos que luego formaron la revista "Extrema izquierda" es increible como fueron olvidados.
Un caso mas cercano es el del genial Kordon ninguneado hasta el asco.
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