El año pasado, gracias a la infinita generosidad de estos muchachos, pude poner en discusión algunos asuntos de la obra de Bataille vinculados con lo común y sus ideas en torno a la comunidad. Más allá de la imposibilidad de traer en el tiempo dichas magníficas reuniones, copio, al menos, algunas frases que recopilé, frases para discutir, debatir y solazarnos en las aporías de una comunidad de ausentes.
Falsas comunidades
Contra el pasado y la razón: Los desencadenados del pasado son los encadenados a la razón; quienes no están encadenados a la razón son los esclavos del pasado. […] Y sin embargo la vida exige tanto ser liberada del pasado como de un sistema de medidas racionales y administrativas. (“Nietzsche y los fascistas”, 55).
Contra las naciones y los ejércitos: La guerra, en la medida en que es voluntad de asegurar la perennidad de una nación, la nación que es soberanía y exigencia de inalterabilidad, la autoridad de derecho divino y Dios mismo representan la obstinación desesperada del hombre por oponerse al poder exuberante del tiempo y encontrar seguridad en una erección inmóvil y cercana al sueño. La existencia nacional y militar están presentes en el mundo para intentar negar la muerte reduciéndola a uno de los componentes de una gloria sin angustia. La nación y el ejército separan profundamente al hombre de un universo librado al gasto perdido y a la explosión incondicional de sus partes: profundamente, al menos en la medida en que las precarias victorias de la avaricia humana son posibles. (“Proposiciones”, 68).
El interés personal y la imposible comunicación: Creo que, solamente cuando podamos comprender con simpatía a quienes intentaron hacer un mundo real, podremos empezar a formarnos juicios concientes sobre nosotros mismos. El hombre no puede formar ningún juicio conciente mientras esté deformado por el entorno del interés personal, mientras lo padezcamos, mientras nosotros mismos estemos guiados por ese interés y en la medida en que vivamos frente a otros hombres guiados por el mismo interés. Una profunda deformación altera todas las posibilidades que tenemos, particularmente lo que llamaría con gusto un acto poético: ¿cómo podría tener lugar mientras dos seres están profundamente separados por el interés personal que existe en cada uno de ellos? ¿Cómo podría ser posible la comunicación poética si difieren los intereses de quien la escucha y de quien la profiere? (“La religión surrealista “, 53).
Referencias:
“La religión surrealista” (Martes 24 de febrero de 1948) en La religión surrealista: conferencias 1947-1948 (2009), Buenos Aires, Las cuarenta.
“Nietzsche y los fascistas” (1937), “Proposiciones” (1937) y “Crónica nietzscheana” (1937) en Bataille, Georges; Caillois, Roger; Klossowski, Pierre; et al. (2005): Acéphale: religión, sociología, filosofía (1936-1939), Buenos Aires, Caja Negra
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