La editorial Las cuarenta es un proyecto que vengo siguiendo hace un par de años y cuyo editor tuve la suerte de conocer hace un largo tiempo. Su catálogo es una oda al pensamiento heterogéneo y ellos son los responsables (y nosotros, agradecidos) de que actualmente podamos conseguir La parte maldita de Georges Bataille o Marxismo y literatura de Raymond Williams o La prudencia en Aristóteles de Pierre Aubenque o Ética convergente de Ricardo Maliandi, entre otros. Digamos, Las cuarenta vino a llenar un espacio vacío en el mundo editorial y a re-crear los espacios vacíos que horaden el pensamiento hegemónico y canonizante.
Este año se traen entre manos ciertos títulos para remover la mansedumbre cultural: Lo puro y lo impuro de Vladimir Jankélévitch, Introducción a la narratología de Matías Martínez y Michael Scheffel y La redención del Leviatán: Georges Bataille y la filosofía política de Julián Fava son algunos de los títulos propuestos para 2011. Nosotros, los lectores, reconfortados por tan buen gusto y tanta divergencia intelectual.
A continuación, Néstor González, el director de la preciosa editorial Las cuarenta (sí, son todos elogiosos los adjetivos de este post), nos cuenta cómo sigue este camino de ida:
1. Si uno recorre el catálogo de Las cuarenta, puede percatarse de la fuerte apuesta a una cierta política de la traducción, ¿hay planeadas nuevas traducciones que vengan a mover el avispero del pensamiento filosófico-político?
N. G.: Tenemos pensado publicar en el próximo semestre una traducción de las clases de estética de Adorno y, más adelante, las clases de filosofía moral. También una edición crítica de la primera novela de Kracauer, Ginster. Un voluminoso tomo compilado por Erdmut Wizisla, director del Archivo Benjamin, que es un estudio de los conceptos principales de la obra de Benjamin. Estamos llegando a un acuerdo para publicar la traducción hecha por Brugger de los sermones y tratados de Meister Eckhart. En otro orden, para los amantes de los textos que agregan notas a sus placeres, estamos preparando una traducción de una parte de la Historia Natural de Plinio el viejo, sobre vinos y vides.
N. G.: Es correcto. Nos sentimos colaboradores de la literatura que se inscribe en el pensamiento del afuera. La propuesta de la editorial apunta a la estimulación de las lecturas que propician la reflexión sobre aquellos temas donde aún existen vicios de la modernidad. A quienes se sienten seguros de sus cogitaciones y que al final terminan por fagocitarse al prójimo, cerrando toda posibilidad de sensibilizarse por el dolor ajeno. Esto nos sucede incluso obrando de buena fe. Por eso creemos que un pensamiento que incluya realmente al prójimo, en un movimiento de escucha, reflexión y duda, apela a la Prudencia. Por otro lado se suma una consideración sobre el Talento que va de la mano de la Generosidad. Es el registro de la identificación con un tiempo y un lugar, con su pueblo, que favorece la construcción de redes para su prolongación. Ayudan Kracauer, Klossowski, Bataille, entre otros y todos los argentinos elegidos en nuestra colección Pampa Aru.
N. G.: Para la colección de pensamiento nacional podemos anunciar al segundo volumen de la Ética convergente de Ricardo Maliandi. Quien después de 40 años de trabajo pudo presentar esta obra que ya tiene sus raíces en el mundo legal y en el campo de la medicina. Junto a otros profesionales, esta obra ha dado fundamento a los principios de la Bioética. Una publicación recientemente incorporada es la de José Fernández Vega que nos permite reflexionar sobre estética en Argentina. Del profesor Luis Juan Guerrero publicaremos ¿Qué es la belleza? Y continuaremos con el volumen II y III de su Estética operatoria en sus tres direcciones. Para cerrar el año y consagrando el título número 40, Julián Fava publica su primer libro fruto de cinco años de dedicación a la obra de Bataille y a la filosofía política. Una interpretación de la obra del autor francés con la extensión de una apuesta personal sobre las vetas que distinguen la producción política argentina.
4. Finalmente, Las cuarenta, año tras año, viene participando de proyectos independientes como la FLIA, ¿este año sigue apostando a los circuitos no convencionales? ¿Hay forma de mantenerse en dicha posición independiente cuando resulta tan difícil hacerlo?
N. G.: Me gustaría aclarar algo sobre el mote de “independiente”. A mi entender esa palabra no parece aplicarse a la producción editorial. Uno es independiente cuando no depende. En nuestro caso dependemos de la venta de libros para el sostén de nuestros hogares. Cualquier desatino en la elección de los títulos hace temblar toda nuestra economía doméstica. La dependencia ideológica entendida como si uno fuera arreado a lugares donde un tercero se beneficiara más allá de lo que el goce de la lectura y la intervención política le pueda dar, no lo sé. Ese intento por difundir una idea, mientras ésta no se vea distorsionada por agentes externos a sus propias decisiones, es lo que creo debería llamarse independiente. Entonces para ser independiente uno debería ser fiel a sus convicciones. La pregunta es: ¿Aunque estas cambien? Entonces ¿está bien vista la coherencia?
En cuanto a participar de espacios alternativos decimos: Sí, vamos a seguir participando de cada espacio donde se pueda ofrecer el fondo. FLIA o la Feria del libro organizada por la Fundación. Nos parece más “alternativo” y menos convencional viajar, como lo hacemos, por muchas provincias llevando el material y estableciendo fuertes vínculos afectivos con nuestros libreros. Creemos que así se escapa mejor de las formas recomendadas por los sabios del mercado.
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